16 diciembre, 2025

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Hizo de la costura un traje a la medida

Hija de una reconocida modista, desde hace 24 años, Cuquita hizo de este noble oficio una forma de vivir hasta crear su propio taller de alta costura

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- El arte de confeccionar una prenda a la medida es una tradición que perdura en Ciudad Victoria.

María del Refugio Juárez Torres lo confirma con 18 años de experiencia profesional como modista y 24 en total cociendo.

“Mis primeras costuras las hice cuando tenía 12 años de edad porque como mi mamá se dedicaba a la costura, pues me llamaba la atención las telas, las máquinas y entonces empecé con las muñequitas haciéndoles sus vestiditos ya con los trazos y cortes”, platicó María Torres, como la conocen sus clientas.

Gracias al aprendizaje que recibió tras ser criada por una modista, Mary creció entre telas y costuras, maravillada por el noble oficio de su madre, la señora Natalia Torres, quien estudió en la Academia de Corte y Confección de Ciudad Victoria y trabajó durante 50 años.

Fue precisamente su mamá, quien le dio la oportunidad de confeccionar por primera vez profesionalmente y Mary recuerda aquel trabajo como si fuera ayer; “fue un traje sastre, pantalón y saco, mi mamá tenía bastante trabajo y como ella fue la que me enseñó pues empecé ayudándole, el trabajo quedó perfecto”.

El taller de confección de María Torres se llama “Mari’s Bridal’s Alta Costura”, se encuentra ubicado en el 20 y 21 Veracruz, abre en un horario de 8:00 a 13:00 horas y de 16:00 a 20:00 horas. Es un pequeño local, con el que Mary se saca adelante a sus dos hijos y además le permite el tiempo necesario para atenderlos.

“Me gusta mi trabajo porque aquí estoy en mi casa, le dedico tiempo a mis hijos, no tengo un jefe que me diga ‘tienes que llegar a tal hora, tienes que checar y si no llegas que el descuento’. Este localito era exprés y está creciendo porque yo creo que este oficio de tradición siempre existirá y si seguimos así va crecer más, ese es mi sueño, hacerlo más grande”, externó.

Este oficio es una tradición familiar que Mary desarrolla con amor y dedicación, en cada pieza disfruta elegir el material con el que trabajará, luego los detalles referidos a las formas, colores, texturas y acabados, toma las medidas del cuerpo para establecer las dimensiones que adoptará la prenda, corta la tela, para finalmente trabajar las costuras en la máquina.

“Mi herramienta básica es mi máquina recta, es una Necchi, es una antigüedad de 1950, la compré de segunda, pero es mi favorita porque te cose todo, desde una seda hasta mezclilla, lona y piel. Tengo otras dos máquinas rectas y la Over, que es para la terminación de la prenda, es la que hace las orillitas”, explicó.

Asegura que su mayor satisfacción es que sus clientes se vayan contentos, esa es la receta del éxito de su taller porque es así como la recomiendan y cada vez tiene más trabajo.

“A la gente le gusta y te recomiendan, por ejemplo de enero para acá, nada mas por una muchacha que me dijo ‘quiero 19 vestidos para unas damas’, se hacen y a los 15 días vino otra ‘necesito 12’, de ahí para acá ha sido así, no he descansado, es mucho trabajo, le invierto todo el tiempo, voy corro, llevo a los niños, regreso, hago de comer, regreso a coser y así todo el día”, relató.

Un oficio que no muere, que crece y es gracias a calidad del trabajo, a los clientes satisfechos que buscan a su modista favorita por la excelencia en sus trabajo de corte y confección.

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