CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Con especialidades del mar y de la región en su menú, la Posta Real es uno de los restaurantes de mayor tradición en Victoria; sin embargo, hubo una época donde su clientela era selecta, entre ellos presidentes de la república y artistas como José José, quien alegre en el lugar cantaba acompañado de una copa de coñac y de música de piano.
Francisco Amar Ruiz, gerente y propietario del restaurante La Posta Plaza, recuerda que la tradición ha durado casi 50 años, inició en el 8 Zaragoza esquina, de la mano del primer propietario Jaime Cárdenas, quien lo manejaba junto a un cocinero muy famoso que le llamaban La Chita.
Tras dos años, el restaurante no tuvo el éxito que el primer dueño esperaba, por lo que fue vendido a Amar Ruiz en 1972, dos años después de su apertura con el nombre original de “La Posta”.
En ese entonces se decidió cambiar la especialidad a maricos y comida internacional, mientras se construía el nuevo edificio, que en esa época no quería ser desalojado por las personas que lo ocupaban, pero que al paso del tiempo se convertiría en un lugar emblemático.
Tras cinco años de pelea por el desalojo y una remodelación exhaustiva, finalmente fue inaugurado “La Posta Plaza” en el 11 Zaragoza, edificio antiguo acondicionado para 300 personas, de las cuales muchos fueron políticos, artistas y familias de la sociedad victorense.
Con un promedio de 22 empleados, don Francisco atendió a ex presidentes como Carlos Salinas de Gortari, Miguel de la Madrid, Ernesto Zedillo Ponce de León, así como ex gobernadores y presidentes municipales.
“Esta mal que yo lo diga, pero lo preferían porque era el mejor acondicionado, con la mejor comida y servicio”, con especialidades que les llamaba mucho la atención a familias más pudientes y humildes de Victoria.
Relató que en una ocasión, Miguel de la Madrid visitó Victoria junto con todo su gabinete, pero no estaba contemplada ninguna comida en el restaurante, sin embargo se les llamó a las 6 de la tarde para avisarle que el presidente cenaría en “La Posta Plaza”, “sólo va a estar 45 minutos y se va”.
“Venía con todo su gabinete, ya en la cena inició con una copa, que por cierto le gustaba tomar el Bacardi Solera con Coca Cola y agua mineral, al pasar el tiempo le encantó el lugar y se echó sus copitas por más de dos horas. Antes de irse se despidió de mano de todas las personas, convivió con Arturo Macías, el capitán, se despidió de abrazo con los asistentes y quedó bien servido”.
Recordó que a inicios de los 90 en el gobierno de Américo Villareal fueron visitados por José José, quien vino a Victoria por un festejo privado, sin embargo decidió ir a comer al restaurante.
“Llegó a las 2 de la tarde y se fue a las 8 de la noche, cantó a capela mientras tomaba su copa de coñac”.
Tras años de administrar el negocio, Amar Ruiz confesó que se sintió cansado, por lo cual decidió cerrarlo en 2009, sin embargo, un año después fue abierto en otra dirección bajo una nueva administración y con el nombre de “La Posta Real”. Aunque con un edificio más modesto, las familias recordaron su sabor y tradición por lo que siguen visitándolo ahora en el 7 Mina, como los Salum Fares, quienes cada jueves comen en el restaurante y han hecho una tradición llevar una campana como regalo para el propietario.
