* El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
¿Porqué el régimen federal insiste en cometer tantos errores?. Ahora mismo “se cuelga” de las locuras de Trump en cuanto a “sancionar” al gobierno venezolano tan solo para halagar al gringo destrampado que trae de cabeza a los propios republicanos. ¿Con qué autoridad moral?, pregunto.
Usted dirá que la “condena” tiene objetivos políticos como es la obsesión de comparar a AMLO con el presidente Maduro y tiene razón, nada más que en Los
Pinos suponen que los mexicas somos tontos de ahora y por lo tanto no hemos aprendido de las experiencias que han forjado la conciencia nacional. Aunque entrometer a la república en asuntos que ni le van ni le vienen también sirve para distraer sobre lo más importante. Y lo más importante está centrado en la pésima administración pública. Y ni modo que sea invento cuando ello se refleja en cualquier encuesta ajena al interés del grupo en el poder.
De manera que el régimen tricolor “se cuelga” de las locuras de Trump buscando serle simpático y resulta lo contrario considerando que el lunático vecino solo agrega derechos para seguir humillando a los mexicas. Sea que nuestro gobierno, “se pone de pechito”, o al revés visconverso que pa’l caso es lo mismo.
¿Quién le dijo al ejecutivo federal que cuenta con elementos suficientes para sancionar y condenar la forma y manera como se conduce un gobierno extranjero?.¿Porqué no se mete con la Unión Europea cuyos integrantes en su mayoría participan en la masacre en medio oriente?. ¿Y qué tal si se atreve a “hacerle cosquillas” a los EU o China los que criminalmente contaminan al planeta pasándose por el arco del triunfo los incontables acuerdos en contrario?.
Usted dirá que ni siquiera existe la intención de molestar al imperio gringo a pesar de que nos tiene con la soga en el pescuezo, “cuantimás” va a condenarlo por la destrucción de culturas milenarias y millones de familias inocentes. Y eso que la memoria aun no olvida sus crímenes en Vietnam considerados de lesa humanidad.
Lo cierto es que el régimen mexica va a contraflujo de la historia y tradición de respetar las distintas formas de gobierno que imperan en el mundo. Y uno se pregunta, ¿pues a qué se atiene con los antecedentes de inmoralidad, corrupción e impunidad que caracteriza a la clase política?…solo que a seguir haciendo el ridículo.
Distraer para engañar
Quedamos en que el gobierno está terco en meter a México en un problema internacional que no le compete solo para serle simpático a Trump aunque también para distraer sobre lo importante del país. Y uno de los temas que siguen interesando es el mentado “socavón” en Cuernavaca del cual la federación no sabe cómo salir.
Ahora el secretario Ruiz Esparza “descubre” que hubo fallas, omisiones y anomalías de los encargados de esta obra que casi alcanzó los dos mil millones de pesos cuando su costo estaba programado a la mitad, la cual fue inaugurada por EPN tres meses antes de su derrumbe. (La raza lamenta que el hecho sucediera en ausencia de EPN).
Claro, se trata de sacudir culpas porque todo es preferible al despido de dicho funcionario, uno de los más cercanos al presidente. Mientras tanto los distintos medios de comunicación nos siguen trayendo patéticas escenas como resultado del importa-madrismo oficial. Y esto es apenas un ejemplo.
Apostar al olvido
Existen casos en los que las autoridades francamente apuestan al olvido porque no hay voluntad política para aclararlos. Mencionemos algunos que aunque palpitan en la conciencia popular son expedientes arrinconados en la esquina más lúgubre de la burocracia.
La desaparición de los 43 normalistas cuyos familiares no encuentran reposo en su búsqueda ante la indiferencia oficial que aumenta el dolor; la muerte de periodistas en distintas partes del país donde las investigaciones nada más no avanzan, al contrario como que cada día confunden más, así como el espionaje hacia políticos, comunicadores, líderes sociales y hasta empresarios “incómodos”. Al margen de otros escándalos que permanecen atascados en el drenaje electoral, especialmente en Coahuila y Estado de México donde se presume que el INE muestra ya el rostro descarnado que ha de lucir durante el proceso del próximo año.
Y en medio de toda esta incertidumbre aparece la brutal guerra interna por obtener la candidatura presidencial del PRI. Por supuesto Videgaray entiende “la obligación inducida” por su amigo el presidente, de sacar la mayor ventaja posible al secretario Osorio Chong antes de que sea demasiado tarde. Por ello su activismo exterior. Aquí entre nos y con todo lo observado, pareciera que le urge “ser bien visto” por el gobierno gringo. Claro, acá en México sabemos que cualquiera que sea el abanderado oficial está destinado a la derrota que puede ser históricamente vergonzosa y humillante.
Sucede que…
Está científicamente comprobado que nada es para siempre, entonces, ¿por qué no entender que a partir de noviembre las cosas en Tamaulipas serán diferentes?.
Y hasta la próxima.




