Cuando comenzaron las actuales administraciones municipales, Juan Diego Guajardo Anzaldúa, alcalde de Río Bravo, visitó a la maestra Magdalena Peraza Guerra en Tampico.
Ambos fueron postulados por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en coalición con el Revolucionario Institucional (PRI) y Nueva Alianza (PANAL). Ese es el punto en común que tienen.
Sin embargo, las diferencias en el estilo de gobernar y de entender el quehacer político es notorio, evidente, notable. Eso se puso de manifiesto desde el arranque de las gestiones municipales.
En aquella visita a tierras jaibas, Juan Diego Guajardo Anzaldúa propuso a Magdalena Peraza Guerra hacer un frente común en contra del gobierno del estado.
Al escuchar el planteamiento, la alcaldesa de Tampico puso cara de desaprobación. De inmediato, rechazó ‘la idea’. La profesora no se maneja de esa forma en el escenario político.
Así lo hizo cuando fue presidenta municipal por primera vez, en el trienio 2011-2013. Siempre tendió puentes de diálogo con el gobierno de Tamaulipas, entonces de extracción priista. La colaboración fue plena, en todo momento.
Aquél planteamiento de Juan Diego Guajardo Anzaldúa partía de ‘pelear’ la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa). El alcalde de Río Bravo llegó con esa idea. Así fue y… así le fue.
A diferencia de lo que sucede en ese municipio del norte de Tamaulipas, la alcaldesa de Tampico nunca tuvo en sus planes confrontarse con el gobierno del cambio.
Al contrario, mantiene una política de colaboración con las diversas instancias de la administración estatal. De hecho, es la mejor forma de dar resultados a los ciudadanos.
Así lo hace ahora Magda Peraza con el tema de los nuevos mercados municipales, un proyecto que registrará modificaciones a fin de mejorar su funcionamiento.
Otro ejemplo de colaboración se registró en el nombramiento del nuevo director de Tránsito. El tema se consultó con las áreas de seguridad del gobierno del estado, así como las fuerzas federales.
Esa es la forma de trabajar de la profesora. Así se ha conducido y así seguirá, bajo la línea del acuerdo y la colaboración.
LA VISITA DE GUAJARDO A NUEVO LAREDO
Fue su primera visita a Nuevo Laredo después de cumplir casi dos meses en la presidencia estatal del PRI.
Por una u otra razón, Sergio Guajardo Maldonado tuvo que posponer en varias ocasiones el diálogo directo con los liderazgos, sectores y organizaciones del Revolucionario Institucional del punto fronterizo más activo del país.
Finalmente, el martes y miércoles de esta semana, el presidente del priismo tamaulipeco se metió de lleno y sostuvo diversas reuniones con la militancia.
Preservar la unidad en tiempos políticos difíciles en esa localidad es la principal tarea partidista.
Sergio Guajardo regresará a Nuevo Laredo en 15 días. Espera una terna, una tercia de aspirantes a ocupar la dirigencia local del PRI, todavía en manos de Viviano Vázquez Macías.
LA CANDIDATURA DEL PRI EN MADERO
Con la llegada de Elvia Bayardo Domínguez a la presidencia del PRI de Ciudad Madero, cargo que asumirá en los próximos días, toma la delantera en pos de la candidatura del PRI a la alcaldía de Madero, el empresario Jaime Turrubiates Solís, ex presidente municipal.
En la competencia tricolor también suena con fuerza el nombre de Roberto Razo, otro integrante del sector empresarial de la urbe petrolera. Cuenta con el apoyo del diputado federal Esdras Romero y, por ende, de la Sección Uno del sindicato petrolero.
Quien queda rezagada en el camino es la diputada federal Monserrat Arcos Velázquez. Ella propuso a Juan Carlos Badillo para ser el nuevo presidente del PRI de Madero. Esa propuesta no fructificó.
EL DIPUTADO LOCAL SIN PARTIDO
Humberto Rangel Vallejo es a partir de ayer diputado local independiente o, como se definió, legislador sin partido. El matamorense renunció a su militancia en el Partido Verde, una organización que se hunde en el descrédito y la inutilidad.
Un punto destacado en las renuncias de Humberto Rangel, Azael Portillo y Marco Castillo es que nunca expresaron críticas y declaraciones de ‘mala leche’ en contra de los dirigentes del PVEM.
Eso habla de agradecimiento con las siglas y, sobre todo, de diplomacia y cortesía política hasta en los momentos más complejos. Mostraron ser políticos de primer nivel. Claro, no se debe olvidar que ‘lo cortés, no quita lo valiente’. Bien por ellos.