Ayer fue Navidad y restan cinco días para que termine el 2017, un año donde hubo de todo y para todo por lo tanto esperemos que el que está por entrar nos vaya bien; también ayer el pueblo de mis mayores estuvo de manteles largos al celebrar sus 269 años de haber sido fundado por don José de Escandón y Helguera y por vez primera el convivio de aniversario tuvo lugar en la Plaza “Miguel Hidalgo”.
Hubo una buena asistencia.
Héctor de la Torre Valenzuela y Patricia Quintanilla Arcos saludaron a los presentes y aprovecharon la ocasión para desearles un feliz año nuevo a sus invitados.
Ayer tembló en la Ciudad de México y fue de una magnitud de cinco grados.
El sismo tuvo lugar a las catorce horas con veintitrés minutos y aunque los daños no han sido cuantificados se espera que de un momento a otro se den a conocer.
A propósito de la navidad las celebraciones se dieron dentro del hogar y estuvo bastante tranquilo, hasta el momento de escribir esta tribuna no se han reportado
accidente o contratiempo alguno en carretera.
Esperemos que así recibamos el 2018.
El clima dentro de lo que cabe ha estado bastante bueno, soleado y sin frío.
Pues las precampañas políticas con miras a la elección siguiente prácticamente están frenadas y los partidos políticos ni ruido hacen, una por falta de dinero y otra porque todavía no dan la voz de arranque.
Bueno, es la impresión que tenemos.
Caray, desde que modificaron la fecha en que los presidentes municipales rendían sus informes a la ciudadanía cada último del año en curso cambió hasta cierto grado la animación y gusto por esta festividad popular, pues mire usted con ese motivo los pueblos como Llera se alegraban bastante y el baile que se celebraba frente a palacio aparte de concurridos eran alegres y bastante tranquilos suspendiéndose a las doce de la noche para asistir a la iglesia a dar gracias al Creador por permitirnos llegar al nuevo año.
Hoy esa costumbre cambió por completo.
No hay bailes como tampoco la iglesia abre sus puertas.
En los hogares era un ritual reunirnos en familia para disfrutar de la cena de año nuevo, saborear los sabrosos tamalitos de cabeza de puerco y echarnos la cervecita de rigor.
En fin eran días muy festivos y todo mundo invitaba a cenar.
Hoy rara es la familia que invita a la cena de fin de año.
Las cenas de noche buena y de fin de año las más alegres y famosas era las que celebraba la señora Paula Pereyda de Cabrera pues también había baile con música grabada y tamalitos con hoja de plátano muy al estilo de Chiapas.
En fin eran otros tiempos.
Hoy cada familia hace su cena de navidad y fin de año.
Bueno se nos acaba el tiempo y el espacio en tal virtud aquí le ponemos fin al comentario de este día y que sigan disfrutando de estos sobre todo dentro del hogar y en familia.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE




