CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En las faldas de la sierra, el frío a cero grados, cala hasta los huesos, se mete sin permiso por las casas construidas con cartón y láminas que no resguardan nada, sobre todo cuando aprieta la ventisca o la llovizna.
Rosa, María y Guadalupe son tres madres de familia que platican su experiencia de sortear las bajas temperaturas en una zona, donde la pobreza lo acaba por entumir todo.
Con un solo cuarto de material, lleno de agujeros, Rosa María desde hace días tiene que lidiar con tapar los agujeros que hay en su vivienda.
Su esposo se fue a Monterrey en busca de trabajo por lo que tiene que realizar sola la tarea.
Sólo alcanzó a tapar los hoyos más grandes, con cobijas.
“Algunas me las han donado las iglesias, otras el DIF, pero no tapan mucho; por ellas pasa el viento y por las noches no nos podemos mover por tanto frío”.
En su casa viven sus tres hijas y una nuera, la cual tiene una pequeña de un año. Por ello no pueden encender lumbre por miedo a que le haga daño.
María vive en una condición parecida en la colonia Bethel, su casa está construida con láminas galvanizada, ahí vive con sus seis hijos quienes habitan cuatro cuartos para estar cómodamente, pero el frío se metió como inquilino indeseable, principalmente por las noches.
El metal que existe en los muros de la vivienda, puertas y techo han provocado que cada cuarto sea como un congelador, tanto que se siente más el frío adentro que afuera.
“Mi casa está construida con pura lámina, no tapa nada el frío; por ello tenemos que meter lumbre para mitigar el frío, y con tres cobijas la hacemos”.
Subiendo la sierra a pie, cargada con tres trozos de leña nos encontramos a Guadalupe, la cual nos invitó a su hogar que se ubica a tres kilómetros en las faldas de la sierra Madre.
“Tuve que ir a la parada de micro para comprar un poco de leña, pues la lluvia o brisa de la mañana mojó la que tenía y hay que hacer de comer”.
Gracias al trabajo de su esposo en un estacionamiento, donde le dejaban lavar carros, pudo construir dos cuartos de material, sin embargo por vivir en las faldas de la sierra no es suficiente y pasan mucho frío, sobre todo en las madrugadas.




