La ley electoral le permite a los actuales alcaldes seguir en funciones y al mismo tiempo ser candidatos, el tema le ha quitado el sueño a los que quieren reelegirse, la gran pregunta es si conviene o no que sigan despachando como presidentes municipales, al tiempo que piden el voto, en esas andan por Victoria, Altamira, Matamoros, Nuevo Laredo, Tampico y Madero cuando menos.
Así es mis queridos boes, hay dos posiciones respecto al tema, una en la que los estrategas de los alcaldes con sueños de reelección les aseguran que siguiendo en funciones van a estar todo el tiempo en los medios y van a poder echar mano de personal y programas municipales para convencer a los electores.
La otra es la que advierte sobre las críticas del pueblo que lleva un año y cacho esperando el cumplimiento de promesas, mismas que por alguna u otra razón no han aterrizado.
Pero a usted y a mi ¿qué nos conviene, que nuestros alcaldes se vayan a la campaña por la reelección o se queden en funciones y desde ahí hagan la campaña?
He pensado dos días sobre el tema y he concluido que nos conviene más como ciudadanos que el actual alcalde o alcaldesa (yo soy mitad victorense y la otra mitad sureño de Tampico-Madero-Altamira) sigan en funciones y anden en campaña al mismo tiempo.
Porque si alguno de ellos va a querer que repitamos el voto a su favor, va a tener que haber cumplido al menos con lo más básico de su trabajo en la alcaldía que es: calles alumbradas, pavimento en buen estado, recolección de basura eficiente y espacios públicos decorosos.
No me imagino a algún alcalde en campaña casa por casa brincando montones de basura porque el camión tiene una semana que no pasa.
Pero además, como tendrían que hacer campaña durante las tardes y noches, no los miro metiéndose a calles con las lámparas fundidas y en tinieblas.
No imagino a un alcalde pidiendo el voto en la misma calle llena de pozos lodosos como hace año y medio, algo tienen que hacer antes de ir a repetir la petición de voto.
Sería de verdad mucha desvergüenza de las y los alcaldes pararse en las colonias y prometer lo mismo que hace año y medio.
Por eso creo que deben seguir trabajando como alcaldes y buscar el refrendo del voto, porque de eso se trata la reelección, de que usted y yo decidamos si el que está trabajó lo suficiente como para volver a otorgarle la confianza del voto.
Es cierto, la línea del desvío de recursos en esta elección municipal estará muy delgada, porque por primera vez vamos con la posibilidad de que un funcionario siga gozando de los beneficios de todo un aparato gubernamental bajo su dirección al tiempo que busca votos, pero como decía arriba: si ese aparato ha sido deficiente, inepto pues será un lastre más que un apoyo.
En el caso de Tampico si la maestra Magdalena Peraza Guerra se anota para la reelección será la primera mujer que busca gobernar en tres ocasiones al puerto, va a enfrentarse, como ya lo hizo a todo un sistema de gobierno.
Tampico no es fácil, para el que sea, basta recordar que Fernando Azcárraga que fue dos veces alcalde, en su intentona de ser diputado federal la última vez fue ampliamente derrotado por Germán Pacheco, quien por cierto está en la final con Lalo Hernández por la candidatura del PAN a esa alcaldía.
Bien, decía de Azcárraga, fue derrotado en una campaña en la que sus estrategas tuvieron que suspender recorridos por colonias y barrios, luego de que se enteraban de que la gente le reclamaría promesas incumplidas más de un lustro antes.
Es decir; hoy las promesas de los alcaldes, las cumplidas y las incumplidas, están más frescas, por eso es que mantenerse en ficciones y ser candidato termina siendo una arma de doble filo.
Ahora que también es cierto que si como alcalde vas y entregas apoyo el lunes por la mañana y ese día en la noche regresas como candidato a pedir el voto, pues ni modo que no vayas a tener una respuesta favorable.
En fin habrá que ver qué deciden los presidentes municipales sobre la licencia o no, aunque primero van a tener que convencer a los jefes en sus partidos para que los designen nuevamente para ir en la boleta.
Anaya y AMLO en Tampico…
Poco que decir de las visitas de los dos presidenciables al puerto, más que resaltar que a azules y morenos los eventos les salieron a pedir de boca. En el posadas no cabía una persona más y Ricardo Anaya vino a pellizcar en la herida sangrante de los priistas con el tema de la corrupción y su ex gobernador preso.
El Peje tuvo un excelente evento, por lo concurrido, en el Parque Metropolitano, ahí oímos lo que ha venido diciendo de la mafia del poder y la guerra sucia en su contra.
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