CIUDAD VICTORIA, Tam.- Un número considerable de empresas con las que el Gobierno estatal estableció contratos de proveeduría en el 2016 no fueron localizadas en sus domicilios fiscales, por lo que, los entes públicos que autorizaron esos contratos tienen hasta el 12 de febrero para demostrar que no son “empresas fantasmas” y solventar las observaciones que hizo la Auditoría Superior del Estado (ASE).
Jorge Espino Ascanio comentó que a la fecha se trata de más de 15 mil millones de pesos observados de la cuenta pública 2016 de 40 municipios y la administración estatal de Torre Cantú.
“Son variadas, muchas son de forma, otras son de fondo, hay violaciones a la normatividad, el no cumplir con la reglamentación, dar contratos a empresas que no están dentro del padrón, no enviar recibos de nómina”.
Aunque en estos momentos apenas cinco entidades, entre OPDs, Comapa y el municipio de Llera, será entre el 1 y el 12 de febrero cuando se tenga el grueso de las resoluciones de las observaciones, al fenecer el plazo de 30 días que la ley les otorga.
“Cuando ellos no nos solventen las observaciones nosotros procederemos ya a fincar responsabilidades que pueden ser administrativas o de otro índole que pueden ser judiciales, penales”.
El Fiscal de los dineros públicos aclaró que aunque se señalen responsabilidades, tienen derecho de acudir al Tribunal de Justicia administrativa, la misma Auditoría o instancias penales, para presentar pruebas y evitar las sanciones.
En el tema de las empresas proveedoras que no han encontrado físicamente, El Auditor explicó que en las revisiones realizan compulsas aleatoria de los contratos que se hicieron con los proveedores y acuden a los domicilios, sin encontrar a las empresas.
Y aunque reconoció que no necesariamente quiere decir que sean empresas fantasmas porque podrían haber cambiado de domicilio, señaló que, “ahí donde el ente fiscalizado, tendrá que comprobarnos que esa empresa cambió de domicilio, que hizo su registro en la Secretaría de Hacienda para poder solventar las observaciones”.
Las empresas proveedoras tenían giros diversos, entre ellas había comercializadoras de servicios genéricos, de sistemas de Internet, de materiales y constructoras, algunas de las cuales se encontraban registradas en el estado, así como Nuevo León o la Ciudad de México, sin encontrarlas físicamente.
