CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Los apoyos federales en seguridad pública en lugar de aumentar conforme aumentan los requerimientos para enfrentar a la delincuencia en Tamaulipas, han disminuido desde 2016 y a la fecha acumulan una caída superior en términos de poder adquisitivo, un 27 por ciento, si se compara lo recibido en 2015 con lo previsto para este año.
A partir de 2016 y debido al planteamiento para reducir el déficit presupuestal federal, se han entregado a Tamaulipas cantidades cada vez menores en los dos principales fondos para seguridad pública, mientras que otros como el Fondo para la Prevención del Delito y los subsidios para la Policía Acreditable, desaparecieron.
En pesos constantes o a valores del poder adquisitivo, se puede asegurar que a Tamaulipas la Federación le entregará este año para gasto en Seguridad Pública, el 60 por ciento de lo que recibía en 2015 y, esto significa en metálico unos 120 millones de pesos menos.
Mientras en 2015 la suma de fondos y subsidios federales, cuatro en total, fue cercana a los 600 millones de pesos, para 2018 apenas habrá una aportación federal de 433 millones, lo que en cifras abosolutas significan 167 millones de pesos menos y en pesos constantes o de poder adquisitivo serían poco más de 200 millones de pesos menos.
Mientras el fondo principal que se otorga a las entidades federativas para gasto en Seguridad Pública ha caído en términos reales, e incluso es mayor la caída en entidades con altos niveles de delitos de alto impacto como Tamaulipas, el presupuesto para la Cámara de Diputado y el Senado creció 3.6 por ciento en términos reales.
En dinero, mientras Tamaulipas recibirá este año apoyo federal para la seguridad pública unos 200 millones de pesos menor que en 2015 en términos reales, el Poder Legislativo Federal (Cámara de Diputados y Senadores) tendrá 498 millones de pesos más, también descontada tasa de inflación.
El gasto en Seguridad Pública que han hecho gobiernos como Tamaulipas es tan grande, de unos mil 800 millones de pesos por año, que además de los fondos federales y el dinero que de las participaciones fiscales federales para el combate a la inseguridad, se ha tenido que generar deuda publica para poder cumplir sólo los requerimientos más inmediatos.
El gasto total que ha realizado Tamaulipas desde 2015 dirigido hacia la inseguridad supera hasta cinco veces las aportaciones federales y con los requerimientos financieros previstos este año, este gasto tendrá a finales de 2018 un déficit de casi siete mil millones de pesos.
Y la prevención se olvidó
En 2013 se instituyó el Programa Nacional de Prevención del Delito el cual otorgaba fondos a las ciudades o municipios que se consideraban generadores del delito y que en este caso fueron Nuevo Laredo y Victoria, entre quienes se repartió un fondo federal de 41 millones pesos en 2015.
Según el convenio entre la Secretaría de Gobernación y el Gobierno de Tamaulipas, ese subsidio tenía como finalidad apoyar en el desarrollo y aplicación de programas y acciones en materia de seguridad ciudadana, “misma que prioriza un enfoque preventivo en el tratamiento de la violencia y la delincuencia”, según el convenio signado.
El Segob consideraba todavía en 2015, que mientras el combate a la seguridad es un hecho inmediato, la prevención del delito es un combate a largo plazo, pero para 2016 la previsión cambió y el subsidio desapareció, porque la dependencia federal consideró que deben ser los estados los que hagan y financien esa labor.
También debido a los recortes para lograr un superávit primario del sector público, se recortó el Subsidio para Entidades Federativas para el Fortalecimiento de las Instituciones de Seguridad Pública en Materia de Mando Policial o Subsidio para la Policía Acreditable (SPA), mediante el cual a Tamaulipas se le entregaron 36 millones de pesos durante 2015.
Aunque ni las necesidades de prevención ni el gasto para reorganizar la policía estatal bajo un mando único, la contratación, entrenamiento y certificación de policías
estatales, ministeriales y custodios, no ha desaparecido, los fodos cayeron en el olvido.
Menos dinero, más delincuencia.
Mientras a escala federal crece el alegato de que el delito que aumenta en entidades como Tamaulipas es delincuencia común, la cual debe ser combatida por las autoridades federales, el apoyo presupuestal a estas instituciones disminuye.
Solamente a el Fondo de Aportaciones en Seguridad Pública (FASP) la entidad tendrá en 2018 una previsión de 58 millones de pesos menos comparado con los ministrado durante el Ejercicio 2015, cuando se entregaron a Tamaulipas casi 295 millones de pesos, los cuales en términos reales o términos de poder adquisitivo serían 321 millones de pesos actuales.
De 2014 a 2015 el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública o FASP aumentó solamente un 3.1 por ciento de 286 Mdp a 295 Mdp, lo que solamente fue un ajuste sobre la inflación ocurrida durante 2015 y desde ese año el FASP comenzó a descender tanto en números absolutos como en términos reales .
En 2016 el Presupuesto de Egresos para la Federación otorgó 469 millones de pesos a Tamaulipas para la seguridad pública, en los dos principales fondos que son el de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) y el *Subsidio para el Fortalecimiento del Desempeño en Materia de Seguridad Pública a los Municipios o Fortaseg, que desde 2016 sustituyó al Subsemun o Subsidio para la Seguridad Publica de los Municipios.
Para 2017 ambos Fondos ascendieron a un total de 453 millones de pesos, sin embargo si a la cifra del 2016, pero como se incluyó este año a El Mante dentro del Fortaseg, el reparto entre municipios bajó para todos, especialmente para Matamoros, Nuevo Laredo que tuvieron en cifras absolutas 20 por ciento menos y ya descontada inflación, una cuarta
parte menos fondos.
Tamaulipas recibió hasta julio de este año 5.8 por ciento más de participaciones en términos reales, comprado con el mismo periodo de siete meses del año anterior, un total de 14 mil 364.5 millones de pesos contra 12 mil 853.6 del 2016, lo que deberá compensar la caída en las aportaciones.
Los constantes subejercicios en los fondos de seguridad pública que ha tenido Tamaulipas en los últimos 10 años, también es una de las excusas que las comisiones legislativas de Seguridad y las de Presupuesto, dan para disminur los fondos del FASP y el Fortaseg no han incrementado.
Sin embargo los calendarios de ministraciones y los excesos de trabas burocráticas muestran que la falta de agilidad para analizar las solicitudes de esto tipo de fondos que llegan etiquetados para acciones muy precisas, cooperan a que estos subejercicios existan.
La diferencia entre aportaciones y participaciones está no solamente en el ramo presupuestal del que derivan sino en su estructura, según lo explica la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y mientras al mejorar la recaudación fiscal federal o de impuestos federales, se incrementan las participaciones, las aportaciones son definidas desde el documento del Presupuesto de Egresos para el año en curso.
Las aportaciones, conocidas como Ramo 33, son un mecanismo presupuestario diseñado para transferir a los estados y municipios recursos predefinidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación en materia de educación, salud, infraestructura básica, fortalecimiento financiero, seguridad pública, asistencia social e infraestructura educativa.
Las Participaciones a Entidades Federativas o Ramo 28 son la parte de los recursos fiscales o de la recaudación fiscal federal, que es asignada a los estados y los municipios de acuerdo a los Convenios de Adhesión al Sistema de Coordinación Fiscal y de Colaboración Administrativa en Materia Fiscal Federal.




