*El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
Es ridícula, grotesca e infantil la suposición de que atrás de las aspiraciones de AMLO aparezcan gobiernos extranjeros, entre ellos el ruso, venezolano e incluso el de Corea del Norte. Y no falta mucho para que incluyan al cubano como parte de este operativo cuyo objetivo es de sobra conocido.
La realidad es que el supremo gobierno y sus aliados ya no saben qué inventar y lo más lamentable es que sin contar con pruebas el secretario de Gobernación Alfonso Navarrete Prida acepte que “podría haber indicios de intervención extranjera”.
Usted dirá que con tal actitud también se trata de halagar a Trump quien como sabéis sostiene riesgosa polémica, especialmente con Putin. Que incluye desde luego el sistemático golpeteo contra Maduro y el presidente de Corea del Norte que hasta ahora no le rindió los esperados resultados.
Lo fundamental entonces, es bajar el alto nivel de aceptación que pese a toda esta campaña sucia mantiene López Obrador. Y deje que dicha aceptación se incrementa a medida que transcurren los días y las semanas.
Y justo por esta ridícula campaña en su contra es que el abanderado de MORENA decidió seguirse “pitorreando” como respuesta a sus adversarios. Hasta aquí todo quedaría entre mexicas de no ser por las groseras declaraciones del secretario de estado gringo Rex Tillerson quien aseguró que los rusos buscan conquistar territorios en América siendo México uno de ellos por lo que las autoridades “debieran estar atentas y vigilantes”.
Nada más faltaba que Trump y sus republicanos intervinieran en la política interna de nuestro país, pero ya lo están haciendo utilizando las viejas tácticas de la guerra fría que el mundo creía superadas desde los años sesentas.
El asunto es que el supremo gobierno pretende que AMLO aparezca entregado al extranjero cuando hasta los pequeños de guardería saben que si alguien ha malbaratado los recursos naturales y la soberanía nacional han sido precisamente quienes actualmente detentan el poder. Y ni modo que sea invento.
Ni son todos los que están
La aparición de Edgardo Melhem Salinas y Baltasar Hinojosa Ochoa en eventos de Alejandro Guevara forma parte sólo de una estrategia pero no significa que desaparezcan las diferencias que parecieran trascender a los sexenios o mejor dicho, a los cambios políticos.
Está claro que los tres forman parte de la “nueva comalada” del tricolor en disputa por cargos de elección. Y los tres han sido afortunados cada quien con su cada cual destino manifiesto. Sea que no les ha ido mal por más que desearan les fuera mejor.
Lo cierto es que la presunta “unidad partidista” nada tiene que ver con su aparición común de vez en cuando, porque de que están confrontados eso-que-ni-que. No se les critica porque los partidos políticos son campos de batalla con resultados impredecibles y más en estos tiempos cuando el PRI en Tamaulipas padece enfermedad terminal.
Edgardo, Balta y Alejandro son sobrevivientes de la tragedia tricolor aunque no sabemos por cuánto tiempo y es una realidad que su aportación ha sido insuficiente para que el PRI supere sus males.
Por ejemplo, no sabemos de algún exhorto serio y comprometido para contener el éxodo de compañeros hacia otras organizaciones…pareciera que les da igual la pérdida de valiosos cuadros y de otros no tan valiosos pero que de alguna forma fortalecen la militancia. En conclusión el columnista considera que la simulación es otro de los factores que han minado la credibilidad del PRI en Tamaulipas.
A propo, es de creer que Alejandro Guevara y Yahleel Abdalá podrían recibir apoyos apenas de cuatro distritos donde sus compañeros candidatos cuentan con simpatizantes.
Serían el IV (Matamoros) (Anto Tovar García), el VI Mante (Tino Sáenz Cobos), VII Altamira –Madero (Griselda Carrillo Reyes) VIII (Elvia Helguera Altamirano). En este último siempre y cuando lo permita Magdalena Peraza Guerra. Y pare usted de contar.
Ahora que si los señalados aspirantes a dipus lograran triunfar para su causa, eso sí que sería auténtica proeza.
Sucede que
La noticia dominical fue “el doblón” propiciado por el gobernador de Chihuahua Javier Corral al supremo gobierno a quien “bajó” no sólo los 900 millones exigidos, sino logró la promesa del titular de Gobernación relativa a la pronta extradición de César Duarte…ojo que este ex gobernador parece ser clave para conocer el origen de los exorbitantes gastos del PRI en la anterior campaña presidencial donde también se habla de Tamaulipas y de su ex gobernador “exiliado” en Nuevo León.
Y hasta la próxima.