ESTADOS UNIDOS.- Los Philadelphia Eagles hicieron historia y rompieron con la maldición al ganarle a los New England Patriots, favoritos al título, en la final de la NFL y conquistar el Super Bowl LII. El resultado final fue 41-33.
El primer ataque fue para los Eagles que no consiguieron el touchdown aunque gracias a Jake Elliot lograron poner el 3-0 en el marcador para romper el cero. Lo mismo sucedió en la primera ofensiva de los Patriots que sumaron de a tres gracias a Gostkowski.
El primer touchdown de los Eagles llegó tras un pase brillante y largo de Nick Foles para Alshon Jeffery, quien recibió en el aire en zona de anotación para poner 9 a 3 en ventaja a su equipo.
Ya en el segundo cuarto Blount emprendió una magistral corrida para marcar el segundo touchdown de los Eagles y establecer el 15-3. El descuento de los “Pats” llegó gracias a una conversión de 3 puntos de Gostkowski.
Tras el show de Justin Timberlake los de New England ingresaron encendidos. En su primer ataque convirtieron un touchdwon gracias a la recepción de Gronk Spike y tras la conversión dejaron 22-19 el resultado.
Pero esa anotación no iba a detener a los de Philadelphia que gracias a una impresionante y milimétrica recepción de Clements, que tuvo que ser revisada, marcaron un nuevo touchdown que estiró la diferencia a 29-19. Pero en la guerra de anotaciones, los Patriots volvieron a marcar gracias a Hogan y establecieron el 29-26.
Un touchdown de Gronk, tras asistencia de Brady, revirtió el resultado a falta de poco más de 9 minutos y los Patriots, por primera vez en el partido, se pusieron arriba, 33-32.
Un touchdown de Ertz puso en ventaja a su equipo por 38-33 y, a pesar de fallar la conversión, en el primer ataque de los Pats la algarabía continuaría cuando lograron robarle el balón a Tom Brady y recuperar la posesión.
El duelo se llevó a cabo en el U.S. Bank Stadium de Minneápolis, un estadio construido entre el 2014 y 2016, que costó aproximadamente 1.100 millones de dólares. Hubo 70.000 espectadores en el recinto, pero millones de personas expectantes en todo el mundo. Los fanáticos no sólo vieron el juego, también presenciaron el show de medio tiempo a cargo de
Justin Timberlake.