* El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
La incorporación de Bety Paredes, Osorio Chong y Manlio Fabio Beltrones a la campaña presidencial significa sin duda el gran esfuerzo del PRI, (y tal vez el último) para que su candidato “despunte”. De no resultar es probable que el supremo gobierno decida cambiar a José Antonio Meade y colocar a alguien en verdad competitivo.
Después de esto es evidente que Aurelio Nuño está descalificado como “coordinador” y presunto relevo del abanderado tricolor.
El asunto es que el partido oficial echa mano de “generales” que algo podrán hacer para allegarle votos a Meade. Si es que pueden, si no psss no.
Se notará que tanto el ex secretario de Gobernación como el ex dirigente tricolor no requieren presentación, como tampoco la ex gobernadora de Tlaxcala y ex embajadora en Brasil. Están garantizados como “grillos pesados” made in México.
Y es aquí donde la militancia debiera estar atenta, ¿qué tal que entre los señalados está el sustituto?. Es decir entre Manlio Fabio y quizá Bety ya que Osorio está impedido legalmente. Pudiera ser, a lo mejor, es probable, igual y sí en una de esas…uno nunca sabe.
Es de creer que en las actuales circunstancias el PRI requiere agresividad elevada a la N potencia para combatir no a AMLO al que pareciera dejarlo para la última etapa, sino al agresivo jovenzuelo en que está convertido el panista Ricardo Anaya a quien no basta “balconear” en casos de corrupción cuando lo importante es exhibirlo políticamente con argumentación de figuras contundentes.
Primero Anaya, después “el Peje”, según se observa. Y en este sentido se requiere la experiencia o mejor dicho, “el colmillo” de Manlio y Osorio Chong. Y como refuerzo la cadenciosa oratoria y carisma de la Bety Paredes, además del sabooooor tropical adquirido durante su estancia en la tierra de Pelé.
Se trata de eliminar a Anaya para que la disputa final sea entre AMLO y el candidato tricolor. En este punto es donde habrá que apreciar el significado de la polémica relacionada con el conteo rápido de la votación presidencial que ahora sabemos, podría esperar hasta 24 horas. ¡Imagine todo lo que pueden hacer durante este tiempo los cerebros contratados para hacer el mal!.
EL PRI O NADIE
En tanto todo este relajo relacionado con la credibilidad de las próximas elecciones, el papel del INE y las sospechas despertadas por la actitud extemporánea del Tribunal Electoral de la Federación colocan a los mexicas en el terreno de las conjeturas.
Y cómo no, sabiendo que en la confusión se oculta el delito de regatear votos a MORENA y hasta al tristemente célebre “frente” PAN, PRD MC.
Este desorden nos sitúa entonces, en un escenario de suposiciones. ¿Qué tal y que el objetivo final es cancelar el proceso ante la segura derrota del PRI?. Preferible para el sistema enfrentar un escándalo de esta naturaleza que ser atrapado por la justicia y sus consecuencias. Y ni cómo negar que un régimen ajeno al PRI estaría más que dispuesto a ajustar cuentas a nombre de la sociedad civil.
Y vea lo que son las cosas. Si al principio los grupos de interés político y económico veían a Ricardo Anaya nada más como el chico travieso de la película ahora lo sienten cual real peligro capaz de cobrar venganza. Y es que ahora mismo sus adversarios gubernamentales lo colocan al nivel del más peligroso enemigo social.
En cambio la actitud de AMLO está dirigida hacia una patria amorosa, de reconciliación, paz, armonía aunque justiciera. Usted dirá que el abanderado de MORENA ahora sí trae locos a sus
detractores y es verdad, ya no saben ni por dónde agarrarlo…ni siquiera son capaces de interpretar el sarcasmo de sus discursos y declaraciones.
Volvemos al riesgo de cancelar las elecciones y como que cada vez la posibilidad está más cerca considerando el pánico que abruma a los sectores más importantes del inmoral sistema que ha controlado la república por una centuria, con sus honrosas excepciones, desde luego, que no van más allá de los regímenes de mi general Cárdenas y Ruiz Cortinez.
