Cuando Alvaro Garza Cantú organizó los eventos en los que estuvieron Yeidckol Polevnsky y Javier Jiménez Espriú a principios de junio en Tampico, su objetivo era dejar la impresión de que era uno de los principales liderazgos ciudadanos del sur de Tamaulipas que apoyaban el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador.
Esos actos, realizados en el bunker alvarista, el Hotel Posada de Tampico, tenían una intención adicional: establecer los puentes para ir por los cargos del futuro gobierno lopezobradorista en el estado y, de paso, tomar el control del partido pejista.
Quienes asistieron a la exposición de la presidenta del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) recibieron una instrucción precisa: aplaudir y ovacionar a Alvaro Garza Cantú cuando fuera presentado.
Lo que no trascendió por esos días fue la revuelta que se desató al interior de Morena en la zona sur y en otras regiones de la entidad, una revuelta provocada por las ambiciones alvaristas.
Los diversos grupos morenistas, entre ellos ‘Los Históricos’ y los que se encontraban en campaña, se molestaron ante el oportunismo del ex alcalde de Tampico y de su equipo.
El enojo -en verdad se enojaron- tenía un argumento central: ciertamente Alvaro Garza Cantú apoyaba el proyecto de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la república, pero… también respaldaba a los candidatos del Partido Acción Nacional al senado y a la alcaldía porteña.
Para colmo, un rumor surgió en las mesas de café -en particular las que operan en el Posada de Tampico-, el ex presidente municipal tampiqueño sería designado coordinador regional de Morena. La versión, falsa, generó molestia entre los distintos grupos morenistas.
El tema, por supuesto, llegó a oídos del entonces coordinador de la campaña de AMLO en la Segunda Circunscripción, el ahora senador electo y futuro líder de la bancada lopezobradorista en la Cámara Alta, Ricardo Monreal. El zacatecano tomó puntual nota.
La instrucción fue tranquilizar lo más posible las turbulentas aguas morenistas en el sur tamaulipeco, tomando en cuenta que estaban a punto de entrar al tramo final de las campañas electorales y que no era el momento de echar más leña al fuego.
De esa forma, el diálogo se intensificó al interior de Morena para tranquilizar el ambiente, una situación que estuvo a punto de salirse de control.
Sin embargo, quedó en evidencia el doble juego de Alvaro Garza Cantú. El ex alcalde jaibo, quien ya debería de pensar en su retiro político, se enredó en sus propias ambiciones.
Playa Miramar y el turismo religioso
Hoy, por la mañana, se realizará la Procesión Naútica en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores y los marineros.
La procesión partirá del Club de Yates y se trasladará por el río Pánuco. Los puntos para ser testigos de la ceremonia naútica serán los Pasos del ‘106’, ‘Del Humo’, ‘Zacate’, Padilla’, ‘Casablanca’, ‘Chachalaco y la ‘Aduana Marítima’.
El recorrido concluirá con una misa en el monumento de la Reina de los Mares. De hecho, el pasado sábado se llevó a cabo una primera procesión a la altura de Las Escolleras. Además, se desarrolló un programa cultural y un espectáculo de fuegos pirotécnicos.
El alcalde de Ciudad Madero, Andrés Zorrilla, invitó a todos los ciudadanos a que asistan a la procesión de hoy, una ceremonia que estimula las tradiciones y el turismo religioso.
Por cierto, en estos días, con las vacaciones veraniegas a punto de iniciar, la Playa de Miramar registrará, seguramente, la visita de miles de turistas.
Y para cerrar…
Por supuesto, no es lo mismo Alvaro Garza Cantú que Ramiro Garza Cantú. Hay niveles. Eso también está más que claro.