CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La nueva realidad de la juventud tamaulipeca la ha vuelto presa fácil del crimen organizado que cada vez ha bajado más las edades de reclutamiento.
El halconeo y el narcomenudeo es la práctica más común para los menores de edad recién ingresados al mundo de la delincuencia, pero también están inmiscuidos en el secuestro, la extorsión e incluso el asesinato.
Tan solo el año pasado hubo registro de un niño de 10 años detenido por homidicio. Ese mismo año, la PGJ dio a conocer que 1, 554 tamaulipecos menores de edad han sido detenidos por delitos relacionados con la delincuencia organizada en una década.
Y que el 83.3 por ciento de los infantes y adolescentes fueron procesados en los juzgados especializados.
La PGJ ha procesado mil 137 averiguaciones previas protagonizadas por menores presuntos delincuentes. Además, a partir de 2013 abrió 417 carpetas de investigación apegadas al Nuevo Sistema de Justicia, donde los procesos de infantes y adolescentes se llevan de forma distinta.
Entre el 2006 y el 2014, un total de 202 menores tamaulipecos fueron consignados por ilícitos como portar pistolas, rifles de asalto y granadas y delitos contra la salud, reveló la Procuraduría General de la República.
Mientras que el informe Cruce de fuego: niños, niñas y adolescentes en el narcotráfico mexicano sostiene que a partir de 2006, 43 mil menores de edad fueron reclutados por los cárteles y maras. Tamaulipas, Baja California y Chihuahua son consideradas canteras de la delincuencia.
El grueso de las detenciones a menores de edad se concretaron durante 2016 y el 2017, sin embargo, hace 9 años, los registros de la PGJ muestran que en 2008 hubo 56 niños aprehendidos por portar armas prohibidas.
Para el siguiente año se incrementó a 72 casos similares y en 2010 bajó a 22 averiguaciones por el ilícito mencionado.
Los informes de la PGJ refieren que el 83.2 por ciento de los menores aprehendidos son acusados de atentados a la seguridad de la comunidad. Estos hombres y mujeres trabajan
de halcones en los cruceros de las principales avenidas de los municipios más grandes de Tamaulipas.
Los ilícitos que presuntamente cometen más los menores son: acusados de atentados a la seguridad de la comunidad,
portación de armas prohibidas o de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, homicidio, delincuencia organizada, homicidio culposo (suicidio), homicidio tentativa y homicidio doloso (ejecución).
RECOMENDACIÓN
Ante el crecimiento de la inclusión de los menores y jóvenes en la delincuencia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó a los gobiernos estatales considerar a los niños, niñas y adolescentes principalmente como víctimas de los grupos delictivos, quienes son utilizados y explotados para sus objetivos criminales.
“Los Estados deben partir de la premisa que los niños y adolescentes que se integran en estructuras delictivas provienen de situaciones de privación de derechos y
vulnerabilidad frente a las que los Estados no han tenido la capacidad para prestar una protección adecuada.
La respuesta de los Estados debe estar basada en la protección integral de los derechos de los niños y su rehabilitación y reintegración social, y no en la represión y la criminalización”, menciona en el informe Violencia, niñez y crimen organizado




