ESTADOS UNIDOS.- Más de 230,000 bebés de 15 meses o menos recibieron atención médica en hospitales de Estados Unidos por fracturas de cráneo, contusiones u otras lesiones derivadas del uso de andaderas entre 1990 y 2014, de acuerdo con un estudio publicado este lunes por la revista Pediatrics.
Los pediatras, que desde hace décadas advierten en contra del uso de este artículo, señalan que las andaderas están diseñadas para movilizar a bebés que todavía no están preparados para caminar. Moviéndose con su ayuda, a menudo se aventuran en lugares peligrosos o se caen por las escaleras. Los grupos de consumidores pidieron su prohibición en 1992, y, de hecho, muchos padres dejaron de utilizarlas. En 2010, la Comisión para la Seguridad de los Productos obligó a los fabricantes a incorporar nuevas especificaciones en pro de su seguridad, lo que se tradujo en una reducción de los accidentes.
Aún así, las andaderas están prohibidas en Canadá y la Asociación Americana de Pediatras recomienda que EEUU siga el ejemplo.
El estudio difundido este lunes analiza por primera vez el impacto de estas regulaciones en las visitas a las salas de emergencia de los hospitales. En sus conclusiones los investigadores indican que las nuevas normas ayudaron a reducir el número de lesiones, pero advierten que miles de niños todavía se lesionan cuando usan estos aparatos.
El estudio solo toma en cuenta los casos de niños que terminaron en las emergencias del hospital, por lo que las cifras reales de accidentes pueden ser más altas, señaló Gary Smith, pediatra coautor del estudio y director del Centro para las Investigaciones de Lesiones del Nationwide Children’s Hospital en Columbus, Ohio.
“Las andaderas permiten moverse rápidamente a niños que todavía no están listos”, señaló Smith en declaraciones a Reuters. “Las andaderas continúan siendo una fuente de accidentes serios y prevenibles y no deberían usarse”, señaló. En su lugar, los padres o cuidadores pueden emplear juguetes estacionarios que permiten a los bebés dar vueltas y saltos pero no tienen ruedas o, simplemente, colocarlos boca abajo en el suelo para que poco a poco se levanten por sus propios medios y aprendan a gatear y, en su momento, caminar.
La mayoría de las lesiones tuvieron lugar cuando el niño se cayó por las escaleras. ¿Por qué continúan usándolas los padres? “Muchos creen que permiten que aprendan a caminar antes, y entretienen a los niños mientras los padres están haciendo otras cosas”, dijo Smith. Sin embargo, de acuerdo con este experto, las andaderas no ayudan a aprender a caminar. “De hecho, otros estudios anteriores han mostrado que pueden contribuir a retrasar el desarrollo mental y motor”, señaló.
Con información de Univisión