Hemos visto que desde hace semanas, un grupo de centro americanos iniciaron un éxodo para buscar un lugar mejor en dónde vivir, pues su meta es llegar a los Estados Unidos de Norteamérica para obtener ingresos que les permita tener una vida digna, para ellos y para sus hijos. No obstante, de esta titánica movilización en la que cerca de 8 mil almas recorrerán aproximadamente 3 mil kilómetros, existe un tema fundamental que es necesario vislumbrar, al amparo del Derecho Internacional y Comparado.
De lo anterior, se desprende que la Ley de Migración que rige al Estado mexicano, nos dice en su artículo 2º, que “la política migratoria está fundada en el conjunto de decisiones estratégicas para alcanzar objetivos con base en principios generales y atender el fenómeno migratorio de México de manera integral, como país de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes”.
Por lo anterior, es necesario preguntarnos primeramente, ¿Cuáles son los principios generales a los que refiere la ley?; en la misma ley encontramos que dice lo siguiente, dentro del propio artículo de referencia:
[…] Respeto irrestricto de los derechos humanos de los migrantes nacionales y extranjeros, sea cual sea su origen, nacionalidad, etnia […] Congruencia de manera que el Estado garantice la vigencia de los derechos que reclama […] Hospitalidad y solidaridad internacional con las personas que necesitan un nuevo lugar de residencia temporal o permanente debido a condiciones extremas en su país de origen que ponen en riesgo su vida o su convivencia […].
La pregunta ahora sería ¿Cómo permite el Estado mexicano, el ingreso ilegal de los migrantes, sin que existan consecuencias jurídicas por la violación a la propia Ley de Migración?
En este caso, cada persona que ingresa al territorio mexicano, deberá de ingresar de manera legal; no obstante, el artículo 12 de la referida legislación, menciona que de acuerdo con la Constitución y con los tratados y convenios internacionales de los cuales sea parte el Estado Mexicano… y entonces ¿Qué dicen los tratados de libre tránsito que tiene firmados nuestro país?
Sobre este tema, el Salvador, Guatemala y Honduras, tienen suscrito un tratado con México y precisamente en su primer artículo menciona que “los objetivos del tratado de manera específica a través de sus principios y reglas se pretende […] eliminar las barreras al movimiento de capitales y personas de negocios entre los territorios parte”; pero ello no representa el tránsito de civiles con motivo de migración; por lo que en este caso… el ingreso de la caravana que se ha dado de centroamericanos es totalmente ilegal.
En el artículo 16 de la Ley de Migración que rige al Estado mexicano, menciona que los migrantes tienen como obligación mostrar todos los documentos que acrediten su situación migratoria regular y que sea requerida por autoridades migratorias; por lo anterior, es necesario que cada uno de los extranjeros que ingresan a nuestro país, cuente con sus formatos de legal ingreso y, con ello, poder transitar en el territorio nacional… no obstante, la caravana ingresó de manera ilegal a nuestro país y, por ello, la rigidez para el cumplimiento de las normas mexicanas en contra de ellos.
¿México, americanizado por la migración?
Al ver que el ingreso de nuestros hermanos centroamericanos se efectuó de manera ilegal ¿A qué está obligado nuestro país para el trato con los inmigrantes irregulares? ¿Acaso no son los derechos humanos y los tratados internacionales, normas superiores a las Constituciones de cada uno de los Estado- Nación? ¿Debería México repatriar a todos los inmigrantes o debería ayudarlos en su cruce irregular hacia el destino que llevan? ¿Qué sucederá con todos los migrantes que no puedan cruzar a los Estados Unidos de Norteamérica y se queden en México?
Estas son algunas de las preguntas que debemos hacernos, antes de emitir una opinión basada en emociones y en sentimentalismos; pues como mexicanos nos regimos por normas que tienen la misión de regular los comportamientos de sus habitantes y de los bienes con los que cuenta un Estado- Nación.
¿México entonces, deberá dejar entrar a los migrantes de manera irregular o deberá repatriarlos tal como las políticas migratorias de Estados Unidos lo establecen? ¿Habrá que ser humanitarios o legales? El dilema es ético, humano o legal? Difícil contestar ¿no lo cree?.
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