6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

Con el señor de las cobijas

En ninguna feria que se precie de ser de abolengo podría faltar la carpa forrada de cobertores y edredones con presentador de lujo y magníficas promociones a precio de locura

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- ¡La feria Tamaulipas! Tan esperada por la gente de ciudad Victoria. Algunos por el ambientazo que se arma con la presentación de artistas para todos los gustos, otros por la oferta gastronómica tan variada y otros más con alma temeraria, audaz y con estómago de adamantium en busca de emociones fuertes
que recorren todos los juegos mecánicos sin miedo al vértigo o a hacer el ridículo cantando Guadalajara desde lo más alto de la rueda de la fortuna.

También hay quienes gustan de solo ir a curiosear entre baratijas, sombreros, playeras, zapatos, electrodomésticos y muchas chucherías más.

Cada noche es una completa pachanga y comilona entre que el baile, la bebidita, los tacos piratas, la carne asada, el pan Rico Pan, los churros y demás artículos de tortura para romper la dieta.

Pero ciertamente entre la constelación de artistas hay uno en especial que llama la atención de multitudes.

No, no es Julión, ni Paquita ni los Tigres del norte, es otro artista de amplia trayectoria con miles de fans y probado talento: el señor de las cobijas.

Como cada año todo padre o madre de familia sabe que hay que acudir a la feria para renovar los cobertores y edredones necesarios para la temporada invernal. (Unos se reemplazan por viejos y desgastados, otros porque ya huelen mucho “a patas”).

Y ahí es donde empieza el verdadero espectáculo: la carpa se extiende por más de quince metros con una escenografía multicolor y brillante iluminación, y al centro la estrella de la noche: el hombre que le pondrá sabor a la velada con fabulosos ofertones que incluyen no solo el cobertor con estampado de tigre siberiano ¡Noo! También los hay con el escudo de las chivas, Cruz Azul, Dallas Cowboys, La sirenita, Frozen, Mohana, Los Minions, Hotel Transilvania, Transformers, Pepa Pig, Jorge el Curioso, Paw Patrol etc etc etc… pero todos con licencia autorizada.

Pero no vaya a creer el lector que las piezas salen baratas porque son de baja calidad, los cobertores que se venden en la feria tienen precios accesibles por la gran cantidad de producto que estos señores mueven en su negocio. Y aunque actualmente el mercado esta inundado de mercancías chinas el que se instaló en la feria, ofrece casi puro producto mexicano que incluso se exporta a los otros cuatro continentes.

El Caminante se fue a dar una vuelta al recinto ferial, pero al mediodía, para echar la platicada con los chalanes que dominan el lujoso arte de la vendimia.

El administrador de este negocio es Don José Cuautle, que orgullosamente presume la calidad de sus cobertores, pues como el dice “no hay mayor satisfacción que
entregarle al cliente un producto de calidad, pues es garantía de que volverá a comprar posteriormente….

Estos señores que en su mayoría provienen del estado de Tlaxcala, trabajan prácticamente todo el año en lugares tan distantes y a la vez tan coloridos como Zapopan, Chetumal y Apatzingán. Ellos cada año y desde hace dieciocho visitan la capital cueruda (desde que la feria se hacia en la zona de Tamatán) y por cierto que el último sábado de la feria van a tener una venta especial con show de botargas y una lluvia de promociones.

Terminando el bisne en esta ciudad partirán rumbo a la Sultana del norte.

Es de noche y el micrófono ya esta encendido y sobre el escenario ya se encuentra uno de las estrellas de la noche: Don Trino García, que desde hace 25 años le pone su sabor a la vendimia con el “ponle otro y ponle otro y a ver este nadie lo quiso pues se va a la bodega!”

Don Trino trae todo el “flow” en esta chamba, incluso ya ha protagonizado videos virales y sus propios hijos lo ‘trollean’: “mira papá ahí estas en el feis” le comentan. Y es que con esto de las redes sociales no te das cuenta y al día siguiente ya estas en un reportaje de gordos y diabetes tsss…)

El vendedor estrella sabe que debe empezar de menos a más, para ir atrayendo a la gente a la carpa, generándoles confianza para que se acerquen, se desestresen y de alguna forma se metan a la dinámica y se interesen en la oferta. Pero eso si deben estar en plena sinergia con sus compañeros a nivel de cancha, pues el que esta tras el micrófono se luce armando la promoción, haciendo que luzca atractiva para el cliente y se anime a alzar la mano o a preguntar por alguna prenda en específico, pero son los “cobratarios” quienes se mueven tan ágilmente para concretar la venta que ya los quisieran chambeando en el piso de remates de la bolsa de valores.
¡Y empieza la lluvia de ofertas!

“No me pague setecientos, deme quinientos por todo el paquetote, ¿quinientos? ¿Quinientos? Nadie lo quiso no le hace. Guardate eso, guárdate eso”.

Al parecer esta oferta (de las primeras de la noche no atrajo mucho a la concurrencia (y eso que eran puros “quin sais”).

“A ver este otro, aborregado, si lo quieres te lo vendo, caballero, si lo quieres te lo llevas, le ponemos este otro suavecito, y este otro y este otro, si lo quieres mil pesos, es más por ser de los primeros, dame ochocientos, señoras y señores, los voy a rematar, dame seiscientos, ¿seiscientos? A ver cobratario el caballero se lo lleva en seiscientos, el paquete, se lo lleva, ¡cóbrale güero!”

El respetable público se empieza a animar y desfilan desde las tradicionales cobijas de barbitas, el cobertor con estampado de león africano, los cojines pachoncitos y las mantitas especiales para bebé.

Por momentos pareciera que el aliento abandona al señor de las cobijas, pero tras un trago de agua esta listo para continuar con la faena.

Tal vez para muchos el ver a los comerciantes esforzarse en la vendimia podría parecerles algo trivial, pero para el imaginario colectivo puede llegar a ser un show de
lujo, y que apoya en gran manera la economía familiar.

Sin embargo lo que nadie puede negar es que asistir al remate de cobijas y cobertores en la Feria Tamaulipas es toda una tradición para los victorenses. El Caminante aprovecha para llevarse algunas prendas a precios de risa. Demasiada pata de perro por esta semana.

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