Desde la medianoche del domingo, en el país estalló un feroz debate que continúa, ahora con mayor intensidad, sobre los alcances y consecuencias de la polémica consulta con la cual aborta el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
La república de las opiniones y de los recordatorios maternales, se instaló en twitter. Vale la pena construir aquí afuera de la red, un hilo de los tuits que resumen la virulencia de los ánimos.
Temprano, la periodista Fernanda Familiar mostró su yo interno cacerolista y escribió:
“EMPRESARIOS MEXICANOS: Ustedes tienen la fuerza para detener este acto ilegal de AMLO y evitar que México inicie quebrado. Súmense y pongan orden. La democracia no puede ser trastocada y si frena el crecimiento del México, no podrá intentar disminuir la desigualdad social”.
A la boquifloja e imprudente Fernanda le cayó encima una catarata de críticas e improperios, tantos que a regañadientes se disculpó.
Ezra Chabot intentó ser lacónico en sus 140 caracteres: “Dólar a 20.03. Esta es la primera vez en muchos años que la pérdida de valor del peso tiene que ver con factores internos y con un hecho concreto: cancelar el proyecto Texcoco”.
En esta jornada cargada de matices, hubo voces lapidarias. Claudio X González, uno de los críticos más feroces de AMLO, se dejó caer: “Más allá del “error de octubre” (¿o es de julio?), con toda la incertidumbre y zozobra que genera, queda latente la amenaza de “consultas” amañadas, arbitrarias y tramposas como mecanismo de destrucción de la verdadera democracia e imposición de la llamada “cuarta transformación”.
José Antonio Crespo, generalmente prudente, no se anduvo por las rama: Polarización social creciente, Oposición, desprestigiada, débil, desorganizada, confrontada. Arbitrariedad presidencial. Culto a la personalidad. Descalificación sistemática a la prensa. Confrontación con los empresarios.
¿Le recuerda a algún país en particular?
Fuego cruzado, escopetazos desde la obscuridad o a cielo abierto y reaparecen personajes que siempre hicieron lo que el avestruz. Como Miguel Osorio Chong, quien
pontificó: “Consultar es bueno, simular es malo. Estamos en contra de que quieran legitimar un ejercicio poco transparente, que desprecia la legalidad y carece de
garantías de imparcialidad y confianza”.
El Financiero le dio vuelo a una nota: “La agencia calificadora Moody’s rebajó este lunes la calificación de los bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), y la dejó a un paso del grado especulativo”.
En el mismo tenor, el experto en finanzas Enrique Quintana simplemente informó que el dólar ya rompió la resistencia de los 20 pesos y se cotiza en 20.09 pesos en estos momentos. Es la mayor alza para un día desde la elección de Trump.
Mary Carmen Cortés, simplemente se lamentó: Con una encuesta plagada de irregularidades en las que participó un mínimo porcentaje de la población se cancela la obra de infraestructura más importante del país. Pascal Beltrán, suspicaz preguntó: “¿Grupo Riobóo va a participar en la construcción?”
A todos estos y a muchos más Federico Arreola les reviró: Cuánta miserable, pinche guerra sucia contra @lopezobrador_ y, lo peor, demasiados periodistas fifís y no fifís como cómplices de ese mierdero.
Isaac Katz, de oficio econoclasta, encuestó:
La historia de México;
Versión 1: México es fuerte y ha sobrevivido a muchos errores de política económica. Sobreviviremos a este.
Versión 2: Por tantos errores de política económica, México sigue siendo un país subdesarrollado. Con este último, así seguiremos
De cada cien que opinaron 98 escogieron la versión dos.
No es ciertamente el pulso de la Nación. Es el enojo de una parte de la comunidad que se autopostula “pensante”.




