En una de sus mañaneras ruedas de prensa, el presidente LÓPEZ OBRADOR advirtió que los cambios que estaría dando al sistema de administración federal incomodarían a muchos, a los que les dijo: “disculpen las molestias que estas obras ocasionan”, cierto es que la reticencia al cambio es manifiesta en quienes estaban muy cómodos viviendo a la sombra del poder, era necesario entonces que esta nueva alternancia emprendiera cambios drásticos para mejorar las formas de hacer política, pero a tanto ensayo y error, nos puede salir más caro el caldo que las albóndigas.
Arrancando con el que sí y luego no, pero más adelante quien sabe, de la construcción del nuevo aeropuerto en la CDMX, luego con el tema de la venta o traspaso de un avión presidencial que aún ni se sabe bien quien es el dueño, y ahora el asunto de los magnánimos sueldos de funcionarios de primer nivel que ganan más que el mismísimo presidente, todo parece no tener orden ni proyecto, son como ocurrencias para tratar de honrar la palabra empeñada en campaña, pero, ¿Cuál es la prisa?
En el borrón y cuenta nueva el país está perdiendo mucho dinero, primero por ejercicios que se quedaran a la mitad, luego por altas penalidades para deshacerse legalmente de lo proyectado, porque obras incipientes o inconclusas del gobierno federal como la del aeropuerto hay por todos lados, en Tamaulipas algunos pasos de carretera y penales están detenidos, nada más por hacer quedar bien a los que llegaron, haciendo quedar mal a los que se fueron, malhechores de obra pública, perdonados.
Todos sabemos que no se puede arreglar lo derruido en casi en centenar de años, que el retraso y nulo progreso han sido la constante y no se sale de ello como por decreto, los servidores públicos llamados a trabajar en el gabinete federal deberían estar diseñando mejor sus estrategias de trabajo y además proveerle de proyectos razonados a su jefe, los que si pueda platicarnos y sobre todo concretarlos, se supone que tuvieron seis meses para conocer el mal estado en que esta el país, un semestre para empaparse de los problemas reales para proyectar soluciones lógicas, medio año para entender que la gobernanza no es un juego y las cosas no se cambian nada más hablando.
El colmo ha sido que en redes sociales, el mismo presidente, presume que en sus primeros siete días de gobierno, bajo el índice de muertos, en comparación a los primeros siete días del inicio de la última administración priista, si sigue así solo estará abriendo más frentes de batalla contra sí mismo, y eso no es bueno para la república.
Más que populista, se ha vuelto populachero. Y la demagogia, como la corrupción cuesta y cuesta mucho.
En Boca Cerrada
Tamaulipas es el estado número trece del país que desaparece la tenencia vehicular, el impuesto que se implantó a los propietarios de automotores desde 1968, con pretexto de financiar los juegos olímpicos de ese año en México, es un gravamen que no es nacional y cada estado lo tasa según sus cuentas, hoy el anuncio de la eliminación de este impuesto y los beneficios de ponerse al corriente con los demás derechos vehiculares se reciben con beneplácito en la comunidad tamaulipeca, que esta ávida de buenas noticias.
@LupitaEscobedoConde