CIUDAD DE MÉXICO.- “El color de los pulmones es rojo oscuro antes de nacer, rosado en el niño que ha respirado, y gris rosado y después azulado en el adulto”, describe Rouvière en su obra impresa por primera vez en 1932, referencia obligada para todo estudiante de medicina. Sin embargo, en los chilangos esos órganos ya son diferentes a lo que marca la teoría.
“Los pulmones de quienes vivimos en zonas con tanto material particulado no son rosita como deberían: se ven negros por el carbón, parecen de fumadores”, dice Patricia Segura Medina, jefa del Departamento de Investigación de Hiperreactividad Bronquial del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
El cuerpo se adapta y no siempre significa evolución, al menos en nuestro valle. Ante la mala calidad del aire, “al estar continuamente expuestas a contaminantes atmosféricos, las vías respiratorias pueden hacerse rígidas (fibrosis)”.
“¿Los chilangos mutamos?”, cuestiono bastante preocupada.
La experta ríe y responde: “Nos adaptamos, también a las agresiones”.
Otra especialista, Patricia Sierra Vargas, se suma a la explicación con una analogía: “El cuerpo tiene la posibilidad de responder a estas agresiones, pero es como una liga: cuando está nueva la puedes estirar y regresa, sin embargo, conforme pasa el tiempo, se va haciendo más laxa, no sabes en qué momento se va a cortar. Les pasa a nuestras células: se cansan y llega un momento en que no pueden responder más allá de su límite, mueren antes de tiempo”.
Sus palabras son resultado de muchas investigaciones porque es médica, maestra, doctora e integrante del Sistema Nacional de Investigadores; estudia el impacto de la contaminación ambiental sobre la salud y está a cargo del Laboratorio de Investigación en Bioquímica y Medicina Ambiental, también del INER.
En ese hospital, el más prestigiado del país en temas respiratorios, perciben claramente los efectos que la contaminación causa en la salud. Durante las últimas décadas han aumentado las alergias e infecciones; se registran preocupantes índices de cáncer prematuro, y empeora la situación de quienes padecen EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
Un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad registró que en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) cada año se realizan 800 000 consultas y 10 000 hospitalizaciones asociadas a la contaminación.
Con información de NewsWeekEspanol




