Organizaciones defensoras de migrantes denunciaron que en las últimas semanas se han incrementado las detenciones arbitrarias de extranjeros en territorio tamaulipeco.
Señalan tanto a agentes del Instituto Nacional de Migración como a elementos de la recién creada Guardia Nacional de ser quienes llevan a cabo redadas ilegales en las que incluso han entrado a hoteles y domicilios particulares para detener a los migrantes indocumentados.
Este viernes, un centenar de organizaciones sociales hicieron un posicionamiento en el que denunciaron estos hechos; entre los firmantes se encuentran las casas del migrante que operan en la frontera tamaulipeca.
En Tamaulipas, elementos de la SEDENA que fungen como Guardia Nacional asumieron el control de algunos retenes, donde se hacen revisiones migratorias, como el del ejido San Antonio, en Jaumave y los de la carretera Victoria-Matamoros.
«Esto lo vemos reflejado en políticas migratorias de hostilidad y de militarización que se han recrudecido en el último mes y cuyas consecuencias incrementan la vulnerabilidad de las personas migrantes, a quienes se les obstaculiza el derecho al libre tránsito así como a la posibilidad de acceder al derecho de asilo», reza el documento.
En Matamoros, los responsables de la Casa del Migrante San Juan Diego y San Francisco de Asís, A.C han narrado que los agentes del INM y de la Guardia Nacional han incrementado la detención de extranjeros en ese municipio.
Incluso han acudido a los lugares de trabajo provisional que ocupan los migrantes, mientras esperan la cita para realizar su solicitud de asilo político en los Estados Unidos.
Por ejemplo, algunos puestos del mercado Norberto Treviño Zapata donde se han empleado temporalmente.
Hasta ahí han llegado las redadas de las autoridades, para “asegurar” a personas que están en espera de realizar su trámite.
Estos mismos, han acudido a los hoteles de paso y pequeños cuartos donde habitan algunos de los extranjeros que esperan su cita en el lado mexicano.
Las organizaciones no gubernamentales también advirtieron que existe hacinamiento y condiciones no adecuadas en las estaciones migratorias del País derivado de la cantidad de personas en proceso de repatriación, que rebasan la capacidad de las instituciones.
«Consideramos que hay una simulación en la protección de los derechos humanos por parte del Gobierno federal», lamentaron.
