Es cierto, el PAN casi se llevó el carro completo en Tamaulipas en la elección para renovar el Congreso del Estado, 20 de 21, solo un distrito dejó a MORENA, pero también lo es qué hay victorias que no las ganaron del todo los ‘triunfadores’ inscritos en la boleta y ahí en el blanquiazul ya preparan una radiografía de lo que ocurrió con pelos y señales.
Así es mis queridos boes, se trata, según me explicaron los bien enterados, de ahí de adentro del mero grupo en el poder estatal, de darle a cada grupo político azul, a cada candidato ‘ganador’ su valor real, con un estudio de fondo de los cómos y los porqués de la arrolladora victoria panista de junio pasado.
Y es que el mando estatal quiere dejarle claro a algunos candidatos ganadores que las victorias fueron multifactoriales, una suma de esfuerzos y no como ellos creen: que el pueblo los adora y solo por eso ganaron.
Por eso ya alistan el informe que trae datos muy puntuales sobre cuánto peso por si solo el candidato a diputado, cuál fue el esfuerzo que cada uno y sus equipos hicieron y sobre todo y muy interesante: cuánto aportó la estructura política estatal que por lógica lidera el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, como jefe político de los blanquiazules.
Ya hay algunos resultados, al menos previos y les puedo adelantar que se caen algunos mitos, se sienta a algunos equipos en su realidad y se desinflan algunos pavorreales que presumían poderío absoluto y prometían votos a carretadas.
Por ejemplo: en Madero ganó para el Distrito 20 Joaquín Hernández Correa, sacó 15 mil 800 votos este junio pasado, logró la reelección, aportó a la gran victoria azul, de eso no queda duda.
Pero cuando nos asomamos a los números y le rascamos, resulta que en el 2016 Hernández Correa obtuvo 33 mil 433 votos, para el mismo cargo, por el mismo distrito, por el mismo partido; es decir este año tuvo 17 mil votos menos que en su primera elección. En términos reales perdió contra sí mismo.
Además, y a eso va el informe azul, habrá que apuntar que para que Joaco ganara se tuvo que hacer una serie de amarres entre panistas y priistas, porque para lograr su reelección se necesitó la ayuda de Guadalupe González Galván y Jaime Turrubiates entre otros tricolores.
Peor la cosa, entre todos, Joaco y los priistas, sacaron menos de la mitad que los votos que el panista sacó en el 2016, empujado por la ola de Cabeza de Vaca que arrolló a Baltazar Hinojosa en la gubernatura.
Bueno, pues cuando se tengan los resultados completos del informe, se verá qué fue lo que aportó la estructura estatal, los comités de salud por ejemplo, a esa victoria de Joaco y los resultados dejarán todavía más mal parados a los supuestos ‘santones’ que hoy reclaman esa victoria.
Otro dato sobre el 20 de Madero: es obvio el control del alcalde de MORENA Adrian Oseguera, porque aunque la candidata de su partido no ganó, si se le tienen que atribuir a él los 12 mil 627 votos que obtuvo y hasta los 2 mil 700 del candidato del PT, los que sumados casi empatarían a los que sacaron Joaco y compañía.
En síntesis, sin el apoyo de la estructura estatal a la que ya hice referencia, Joaco y los priistas que le ayudaron, hubieran perdido. Y más claro, ni los ex priistas pueden reclamar el triunfo azul y mucho menos el candidato ganador.
Otro botón de muestra: el triunfo de Arturo Soto Alemán en Victoria, quien en su tercera campaña al fin ganó y de manera indiscutible.
Pero muy lejos quedaron los resultados de sus previsiones que auguraban hasta 70 mil votos, arrasaría decía una y otra y otra vez él y sus muchachos.
La realidad es que el ex subsecretario de ingresos, su compadre Alfredo Vanzzini, con todo y el partido Marco Guerra apenas sacaron 24 mil 733 sufragios, en una campaña que fue calificada por quienes la vivieron y la sufrieron como ostentosa en todos los sentidos.
Y es que, lejos de los 70 mil votos, resulta que Arturo Soto y compañía tuvieron 2 mil votos menos que los que en el 2016 sacó Teresa Aguilar actual diputada en funciones por el mismo distrito y que no fue llamada a la reelección.
Habrá que ver cuántos de los 24 mil votos le aportó a Soto la estructura estatal, lo que nos dará el peso real del diputado electo, pero de antemano la resta lo situará muy, pero muy por debajo de las expectativas que había sobre él y su equipo que ya se candidateaban para la gubernatura.
De hecho en sus campañas anteriores, ambas para la alcaldía, Arturo Soto había sacado 29 mil y 46 mil votos respectivamente.
Pero, insisto, en el PAN y desde el mando político estatal, les van a dejar bien claro a todos cuál es su peso específico, si ganaron por qué ganaron y partiendo de ahí se verá el destino electoral de cada quien, por aquello de las calenturas prematuras que algunos ya han presentado. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong