“Las migraciones –desde entonces- tendrían que ver con la capacidad humana de desplazarse, de adaptabilidad al medioambiente y a la necesidad de supervivencia”
LO CLARO. Mamá, hermana, hija, esposa, sobrina. En el entorno familiar y en cualquier conglomerado donde nos desenvolvemos, la mujer predomina en número según el conteo poblacional.
Así también el maltrato a este género. De cada diez mujeres, siete sufren algún tipo de violencia o agravio. Físico, emocional, laboral, sexual.
Demasiado notorio el número para dejarse pasar. Donde acaso el 9 por ciento de la cifra resultante, denuncia ante autoridades ese tipo de violencias. ¡Qué terrible!
“Violencia de Género” fue la plática de culturización sobre la prevención de los diferentes tipos de intimidación hacia la mujer, que fue impartida en la Universidad Autónoma de Tamaulipas en el sur del estado.
Con la finalidad de identificar los indicios y las causas que generan este desvío social que promueven la baja autoestima y las limitaciones al desarrollo de niñas, adolescentes y mujeres –inclusive mayores- que son amedrentadas a veces sin saberlo, desde el seno familiar.
Forjar redes de apoyo y eliminar la indiferencia, serán oportunidades de resurgimiento del verdadero sexo fuerte.
LO OSCURO. Si la vida nos trata acorde a las tendencias, usted y yo tendremos la posibilidad mínima de vivir 77.9 años sobre la faz de la Tierra, según INEGI.
No se apure si ya anda en el techo presupuestado, el IMSS contribuye a que ya le andemos pegando al ‘cienón’…
Pero nuestra charla es en otro sentido. La humanidad lleva ya un periodo mucho mayor de existir sobre el planeta. Se documenta al menos desde hace 120 mil años.
Las migraciones –desde entonces- tendrían que ver con la capacidad humana de desplazarse, de adaptabilidad al medioambiente y a la necesidad de supervivencia merced a las condiciones climáticas y amenazas de la naturaleza. Y en el futuro… del propio hombre contra el hombre.
Hoy existen humanos en cada rincón del mundo. Y las migraciones persisten.
Terremotos, inundaciones, cataclismos, holocaustos, guerras, plagas, hambrunas, epidemias han sido puntales de las oleadas humanas que en la historia, se convierten en página tras página que documenta a la enorme masa humana que significa la migración.
El varón que representa a una de las religiones más importantes del planeta es el Papa Francisco. Y decidió abrazar la causa migrante como bandera de su apostolado.
Para rendir tributo a quienes abandonan todo por buscar mejores oportunidades, en la plaza principal del Vaticano (Plaza de San Pedro) develó el monumento creado por el canadiense Timoty Schmalz.
Su obra denominada “Angels unaware” (ángeles sin saberlo o ángeles inconscientes) contiene a 140 personajes de todas las razas y de cada pasaje de la historia a manera de homenaje a este conglomerado humano.
El alud humano está custodiado en el centro de la escultura por un par de alas de ángel, a lo que el Santo Pontífice refiere que emula al llamado bíblico enunciado en Hebreos 13:2, en el que señala que al ayudar a un migrante, (sic) “quizás estés alojando a un ángel”.
Sirios, africanos, judíos, polacos, latinos…mexicanos; es posible que ninguna región del mundo escape a tal fenómeno.
Una característica muy humana que lleva ya 120 mil años y que todo indica que ningún muro podrá detener. Un suceso que trascenderá a gobiernos y generaciones.
Bien por el papa Francisco…
COLOFÓN: Christopher Gascón, funcionario de la ONU, señalaba que por nuestro país cada año cruzan hacia EE.UU. más de 450 mil personas. Y el jefe de aquél, Ovais Sarmad, asegura que en el mundo ese segmento suma 240 millones de migrantes.
En conjunto generan el 9 por ciento del Producto Interno Bruto de todo el planeta ¡Vaya que son de gran interés para cualquier nación!
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