“Zaldívar reveló que Calderón había presionado a la Corte para liberar a Cassez, pero fueron la propuesta y el voto de Zaldívar los que lograron que Cassez fue liberada minutos después”
En lo que se ha recibido como un afán por sumarse a la 4T institucional, el ministro presidente de la Corte Arturo Zaldívar Lelo de Larrea dio el salto de la muerte del calderonismo al lopezobradorismo, pero en el camino encueró el funcionamiento interno del máximo tribunal judicial como parte de la estructura de control del sistema político todavía priísta.
Al revelar que el presidente Calderón presionó a la Corte a lo largo de 2012 para liberar a la secuestradora sentenciada Florence Cassez, Zaldívar evidenció el sometimiento del poder judicial al presidencialismo por la sencilla razón de que Cassez en efecto fue liberada por la Corte en enero de 2013.
Pero con los datos de Zaldívar podría entenderse la sorpresiva sesión de la Primera Sala de la Corte para proteger a la secuestradora con un “amparo liso y llano” por violación al debido proceso. Si Zaldívar afirmó que el presidente Calderón había solicitado a la Corte la liberación por presuntos acuerdos con el presidente francés Nicolás Sarkozy, entonces se puede inferir que los ministros que votaron por el amparo se habrían sometido a la petición presidencial.
Y en el proceso de aquella sesión del martes 23 de enero de 2013 –con Peña Nieto en la presidencia, pero sin poder aún para influir en la Corte– hubo dos circunstancias derivadas de la relación de sometimiento de ministros al poder presidencial y de quienes votaron por el amparo:
1.- La votación por el amparo la condujo la ministra Olga Sánchez Cordero y realizó una chicanada para desechar su propio proyecto que amparaba a Cassez para regresar su expediente a otro tribunal y de la manga sacó el proyecto del ministro Zaldívar de amparo liso y llano.
2.- Los votos por el amparo liso y llano a Cassez en la Primera Sala fueron de la propia Sánchez Cordero (propuesta de Zedillo en 1995) y los ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Záldivar, los dos de venero calderonista y Gutiérrez de formación fiscalista.
En este contexto, las revelaciones de Zaldívar fueron, en los hechos políticos, auto incriminatorios. Zaldívar reveló que Calderón había presionado a la Corte para liberar a Cassez, pero fueron la propuesta y el voto de Zaldívar los que lograron que Cassez fue liberada minutos después de la votación en la Corte, se dirigiera al aeropuerto a abordar un avión y viajara a París.
Como la delación sobre las presiones del presidente Calderón para liberar a Cassez condujeron precisamente a que dos ministros calderonistas y una zedillista votaran a favor del amparan que liberó de inmediato a la secuestradora, entonces debería abrirse una carpeta de investigación en la Judicatura sobre lo ocurrido con ese suceso.
Si ninguna autoridad judicial o penal reabre el caso Cassez en su etapa de liberación en la Corte, entonces el máximo tribunal judicial quedará manchado como un instrumento del presidencialismo de Felipe Calderón.
Y en los hechos, las delaciones de Zaldívar reconocerían a los ministros José Ramón Cossío y Jorge Mario Pardo Rebolledo –quienes votaron por amparo al tema exclusivo del video fabricado– como apegados a derecho porque votaron por amparar a la acusada de violaciones al debido proceso, pero regresar expediente a tribunal colegiado para no usar una parte en la exculpación del todo.
Ahora se sabe que las instrucciones del presidente Calderón a sus ministros Zaldívar y Gutiérrez Ortiz Mena –estos dos aún con cargo y Zaldívar nada menos que como presidente de la Corte– la secuestradora pudo salir libre no por ser inocente –los cargos eran sólidos–, sino por el famoso video fabricado para complacer a Carlos Loret de Mola como conductor del programa matutino de noticias de Televisa.
Y el desprestigio de la Corte se confirmó con los videos y fotos que muestra a tres ministros de la Corte –Eduardo Medina Mora Icaza, Gutiérrez Ortiz Mena y Luis María Aguilar– en la boda de la hija del importante abogado litigante Juan Collado, con casos y expedientes en la Corte. Ahí quedó plasmada la realidad del poder judicial mexicano: los diferentes grados de complicidad política y social con abogados defensores, relaciones incómodas que manchan el Estado de derecho.
Por lo pronto, Zaldívar reveló la trama secreta que liberó a una secuestradora por instrucciones de un presidente de la república. Y Záldivar fue parte del mecanismo y hoy es nada menos que presidente de la Corte.
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@carlosramirezh