CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La construcción de más panteones forenses y ampliación de las foses comunes en Tamaulipas está frenada, porque los municipios no han donado los predios requeridos por la Procuraduría General de Justicia.
Actualmente, el único cementerio de este tipo se encuentra en Miguel Alemán y empezó su funcionamiento en abril del 2018.
Posteriormente se anunció la construcción de otros más en Reynosa, El Mante y la zona sur del estado, pero esto no ha ocurrido.
A principios de este año, la Procuraduría General de Justicia solicitó la donación de terrenos de entre 500 a mil metros cuadrados, a todos los municipios del estado y poder ampliar las fosas comunes.
Aunque el segundo panteón forense debía construirse en Reynosa, ciudad que, por las situaciones de violencia que generan grupos delincuenciales, registra un incremento en asesinatos, el Cabildo aún no autoriza la donación de un predio de mil 200 metros cuadrados, por lo que la obra que debió concluirse en abril de este año, no ha podido iniciar.
En Victoria, la Fiscalía Especializada en Atención a Personas no Localizadas o Privadas de su Libertad, solicitó formalmente al Ayuntamiento, la donación de un predio de 800 metros cuadrados, dentro de lo que será el nuevo cementerio municipal, mismo que estaría ubicado en un área de 20 hectáreas, en un espacio semirural, muy cerca de la ciudad, sin embargo, tampoco se ha autorizado.
El 16 de abril del año pasado, se inició en Miguel Alemán la exhumación de 265 cadáveres que se encontraban en calidad de desconocidos, atestiguaron los trabajos, un arqueólogo forense, especialistas de Alemania y Guatemala, Fiscalía Especializada de atención a personas no localizadas o privadas de su libertad, observadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, así como representantes de colectivos de desaparecidos.
El informe de los trabajos en el panteón, señala que de los 265 cuerpos exhumados se extrajeron 772 muestras genéticas y tomaron 311 muestras referenciales de ADN de familiares; alrededor de 20 de los cuerpos fueron identificados con las muestras que familiares han otorgado y que se encuentran en un banco de datos genéticos.
Actualmente, la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, cuenta con Semefos y cuartos fríos en Victoria, Reynosa y Matamoros, “vamos a construir en Nuevo Laredo y el próximo año en la región sur, en Tampico”, dijo el año pasado el Fiscal General de Justicia de Tamaulipas, sin embargo, estos proyectos no se han concretado.
En aquellos municipios donde no se tiene Semefo, se contratan agencias funerarias donde médicos legistas de la Procuraduría se trasladan para llevar a cabo las autopsias y recabar pruebas de ADN, genética forense y dactiloscopía, que puedan servir para identificar los cuerpos que no son reclamados, al cruzar los resultados con los bancos de datos de las personas que buscan sus familiares.
Pese al desaire de los municipios del estado para donar espacios y construir panteones forenses que permitan preservar de mejor manera los cuerpos de personas que mueren y quedan como desconocidos, para los colectivos de desaparecidos que buscan a sus familiares es una prioridad para dar nombre e identidad a esos cadáveres que siguen en el olvido.
Guillermo Gutiérrez Riestra, presidente del colectivo de familiares y amigos de desaparecidos en Tamaulipas, habla de una crisis en el servicio médico forense en el estado y urgió a la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y a la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas a primeramente identificar a los más de 2 mil cuerpos no identificados que se encuentran en fosas comunes.
“No tiene objeto seguir localizando fosas clandestinas, sacando cuerpos, si continúan sin ser identificados”, refiriéndose a las jornadas que de vez en vez se llevan a cabo en diferentes puntos del estado, especialmente en la zona de la frontera, en busca de restos óseos.
La situación a la que se refiere Gutiérrez Riestra, quien busca a su hija Raquel, que el 11 de septiembre de 2011, fue secuestrada por grupos armados en Victoria; fue evidenciada en la exhumación que hicieron casi 50 peritos en el panteón “Unidos por el Recuerdo” de Miguel Alemán.
Al comenzar a excavar, se encontraban no uno, sino varios cuerpos acomodados sin contar con alguna protección que permitiera preservar evidencias y es que, las situaciones de violencia en esa ciudad entre 2010 y 2012, obligó a las familias a resguardarse, las autoridades no llegaban hasta ese lugar a recoger los cuerpos que quedaban en caminos y calles por temor a ser atacados.
La única funeraria del pueblo, ya no sabía qué hacer con tantos muertos sin reclamar, el Semefo más cercano se encuentra en Reynosa, a casi 100 kilómetros de distancia, por lo que optaron por abrir tumbas en el panteón y acomodar los cuerpos.
Apilados, sin bolsas de policloruro de vinilo que deberían usarse para evitar el derrame de fluidos biológicos, (porque son muy caras), sin etiquetas para identificar ni mucho menos, muestras genéticas o fotografías para saber qué ropa, tatuajes, marcas o tipo de zapatos traían, así quedaron los cuerpos.
“Quedaron pendientes de analizar 80 restos óseos que por su naturaleza o el estado en que se localizaron no se pudieron asociar a una persona o determinar a ciertos cuerpos”, dice el reporte de la autoridad al concluir los trabajos en el panteón forense.