En un intento por evitar su defunción política en el proceso electoral de 2021 y, en el caso de Tamaulipas, recuperar el financiamiento público que alguna vez tuvo, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) avanza en la construcción de un acuerdo de unidad para la integración de un comité directivo estatal de carácter provisional.
Hace dos días, el domingo pasado, en Altamira, los representantes de las cuatro ‘tribus’ que se mantienen en las filas del sol azteca se reunieron y dieron pasos firmes para articular una planilla de unidad que, posteriormente, a mediados de noviembre, asuma la dirigencia partidista en el estado.
A la mesa de la negociación se sentaron Armando Valenzuela Arroyo, de Alternativa Democrática Nacional (ADN); Martha Patricia Gutiérrez Palacios, de Nueva Izquierda (la corriente de ‘Los Chuchos’); el experimentado Jorge Sosa Pohl, de Foro Nuevo Sol; y Juan Manuel Rodríguez Nieto, de ‘Los Galileos’.
Las cuatro tribus perredistas prácticamente llegaron a un acuerdo de unidad con la integración de una planilla o propuesta que para ser oficializada requiere solamente el aval de la dirigencia nacional del PRD.
Será en los próximos días cuando en la Ciudad de México se avale la propuesta planteada por los grupos del sol azteca tamaulipeco. Todo pinta para que así sea.
De esa forma, los integrantes del comité estatal provisional tomaría protesta en dos o tres semanas más.
Este sería el primer paso para que, entre febrero y marzo del próximo año, finalmente se elija una dirigencia formal para que afronte el proceso electoral de 2021, el cual iniciará, de manera constitucional, en septiembre de 2020.
Incluso, lo más probable es que los mismos integrantes del comité provisional perredista sean quienes tomen las riendas del partido en tierras tamaulipecas en el primer trimestre del año siguiente.
Como ya se comentó en esta columna, existe la alta posibilidad de que el nuevo dirigente estatal del PRD sea Armando Valenzuela Arroyo. Todo indica que los astros o, mejor dicho, las tribus se alinean a su favor.
El pacto de unidad al interior del sol azteca fundado hace 30 años tiene un objetivo central: mantenerse con vida, sobrevivir a los drásticos cambios registrados en los escenarios políticos estatal y nacional, con una nueva correlación de fuerzas en el sistema de partidos.
Con un padrón de casi 8 mil militantes -ya evaluado y supervisado por el Instituto Nacional Electoral (INE)-, el PRD en Tamaulipas tratará de reconfigurarse como un partido político competitivo en una escena sinuosa y compleja, donde Morena se quedó con la bandera ideológica de la izquierda y el PAN ejerce pleno control de la escena en el estado.
La tarea luce difícil y cuesta arriba para la Revolución Democrática, pero los líderes de las tribus perredistas confían en retomar el camino con una serie de acciones en territorio a fin de mejorar su posicionamiento en el electorado. El acuerdo de unidad suscrito virtualmente en Altamira es considerado un avance.
KIKO ELIZONDO: ¿BIENESTAR SOCIAL?
Aunque no existen señales oficiales sobre el futuro político de Francisco ‘Kiko’ Elizondo ahora que deje la presidencia estatal del PAN, cuyo proceso interno se encuentra en marcha, las conjeturas se elucubran por doquier.
Una de las versiones ubica a ‘Kiko’ Elizondo en la Secretaría de Bienestar Social, área que todavía es manejada con un encargado de despacho.
Esta posibilidad cuenta con un argumento a favor: con su experiencia política, el dirigente saliente de Acción Nacional operaría una secretaría estratégica para el contacto con los ciudadanos y, en especial, con los sectores populares en un momento clave para el futuro de los vientos del cambio.
De esa forma, el PAN contrarrestaría las acciones emprendidas por la 4T y su ‘super delegado’, que tratan de favorecer a sus clientelas electorales a lo largo y ancho de la entidad con los programas sociales dictados desde Palacio Nacional.
REGIDORA MORENISTA NO IMPUGNÓ ASAMBLEA
Ayer EL KIOSKO reveló la molestia de la regidora morenista tampiqueña Luz María Flores Montiel por la descalificación que sufrió su hermana Angélica Flores al competir en la asamblea distrital de Morena realizada hace dos semanas, situación por la que no puede ver ni en pintura a su compañero de partido y de Cabildo, Hugo Peñaloza.
Aunque tuvo la intención de impugnar el proceso interno del partido de la 4T, finalmente la regidora no lo hizo y sólo denunció la descalificación (interpretada por ella como una jugada sucia) ante la Comisión Nacional de Honor y Justicia de Morena.
Y PARA CERRAR…
Quien tiene toda la intención de volver a la arena política en el proceso electoral de 2021 -que promete ponerse tan caliente como el cambio climático- es Andrés Zorrilla, ex alcalde de Ciudad Madero. ¿Qué tal?