Muy caro le salió a la administración municipal de Victoria la aprobación con fórceps que se hizo del presupuesto 2020, porque un tema que debió ser resuelto en el Palacio del 17 Hidalgo, terminó siendo resuelto en el del 15 y con llamadas a la CDMX y compromisos que ni siquiera se tenían que haber hecho.
Así es mis queridos boes, lo peor del caso es que el problemón en el que se dejó al Alcalde Xicoténcatl González Uresti el viernes cuando su propuesta de presupuesto no pasó, en realidad fue producto de la ignorancia de los propios reglamentos del municipio de quienes se supone se los deben saber al dedillo.
Me explico: resulta que el viernes, cuando el presupuesto fue presentado ante el cabildo, por cierto un día antes de que venciera el plazo límite para su aprobación, los regidores del PRI y del Movimiento Ciudadano se opusieron rotundamente, acusando despilfarros, poca transparencia e incongruencia del mismo.
Menos dinero para obra, más para viáticos y renta de maquinaria, más para alimentación de los funcionarios.
En general mucho, pero mucho más dinero para la burocracia municipal que para servicios a la población que representan, gasto en cosas que no se ven, que no se miden, que no se tocan. Seguro tenían razón los de la oposición y por eso advirtieron en la acalorada sesión del viernes que votarían en contra.
El tema es que el encargado de los asuntos legales del municipio, al mero Secretario del Ayuntamiento José Luis Liceaga, no se le ocurrió darle una checadita a la norma y manifestó ahí ante la oposición que ya había advertido su voto en contra, que se necesitaba mayoría calificada para aprobar el presupuesto, lo que sin los votos del MC y Morena no sería posible.
Tricolores y los del MC, guardaron silencio, aunque estoy seguro que si habían hecho la tarea, estudiado la reglamentación y dejaron que Liceaga se enredara solo y de paso metiera en ese embrollo al alcalde Xico.
Porque resulta que para aprobar el presupuesto, no se necesita de las dos terceras partes del Cabildo, sino de mayoría simple.
Liceaga tomó la votación de los regidores y como se esperaba tras la discusión de muy bajo nivel por cierto, los del PRI y del MC votaron en contra, junto con una regidora panista. Solo se alcanzaron 12 votos a favor; la mitad del Cabildo, mitad que con el voto de calidad de González Uresti se convertía en mayoría simple, suficiente para que quedara aprobado.
Histórico decía el Alcalde, y lo era, se había rechazado el presupuesto, argumentando que en ese órgano colegiado no había línea y se atendía a todos.
La realidad era que el Secretario del Ayuntamiento lo había metido en esa bronca por desconocer la ley. Al día siguiente tenían forzosamente que sacarlo a como diera lugar.
El cabildeo comenzó, la Secretaría General de Gobierno, los líderes de los partidos, los legisladores federales azules y anaranjados y hasta velados ofrecimientos de numerario hubo.
Llegó el sábado y por la mañana aún no se lograba un acuerdo para llegar con el presupuesto planchado a la sesión convocada para las 15:00 horas.
Supongo que para entonces Liceaga había leído las disposiciones legales y reconocido su error y lo comunicó a su jefe.
El precio político por el apoyo de MC ya estaba comprometido, el respaldo de la esquina norte del Palacio de gobierno que da al 16 ya también estaba comprometido y nada se podía hacer.
El presupuesto fue aprobado casi sin modificaciones, solo con el voto en contra del PRI.
Entre los damnificados por el escándalo que se armó hay que contar a Luis Torre Aliyán, síndico segundo.
Resulta que mientras en Victoria se daba la discusión, él andaba de parranda en una boda en San Miguel de Allende, no estuvo el viernes y tampoco el sábado.
El lunes apareció en un video en el que dice que se ausentó, que porque no iba a aprobar nada al vapor y que él siempre defenderá a Victoria.
Las redes lo hicieron pedazos, porque debió defender su posición en el Cabildo, no irse a la boda y regresar para aparecer en un video que le fue contraproducente.
De hecho aquí les va un dato, Luis Torre Aliyán no solo ha faltado a esas dos sesiones de Cabildo, sino que por lo menos a la anterior tampoco se paró, por lo que estaría sujeto a que se le aplicara el reglamento y el Ayuntamiento pidiera su destitución.
Freno a las armas…
Ayer el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca encabezo en la frontera de Tamaulipas el evento en el que la Octava Zona Militar hizo la destrucción de 1 mil 628 armas de fuego decomisadas en los operativos de la milicia.
Ahí aprovecho para insistir en la urgencia de que se detenga el tráfico ilegal de armamento de Estados Unidos al país. Puso el dedo en la llaga, las armas no cruzan por el río, lo hacen por las aduanas mexicanas, donde está buena parte del problema, ojalá que ‘Doña Fede’ ponga orden pronto, porque como dijo, cada arma en la calle es un peligro para muchos tamaulipecos.
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