13 diciembre, 2025

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Siguen migrantes sin conocer su destino

2019 será recordado como el año en que miles de extranjeros “tomaron” la frontera tamaulipeca, en busca de una oportunidad para cruzar a Estados Unidos; casi un año después, en Matamoros todo es incertidumbre

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Iris Ramírez llegó de El Salvador a Matamoros en busca de obtener el asilo en Estados Unidos donde ya la esperan su esposo y su hija de seis años quienes llegaron en febrero logrando ingresar para esperar en aquel país su juicio migratorio, ella y su bebé de apenas un año tienen su cita el 8 de enero del 2020, como ellos en el campamento donde viven en las inmediaciones del Puente Nuevo Internacional hay más de mil 500 personas que esperan ser atendidos por un juez federal en Brownsville, Texas.

La cita de Iris es la primera de su proceso, pero decenas de migrantes ya están en espera de una segunda cita que se dará en los primeros meses del 2020, hay quienes tendrán que esperar hasta junio y algunos más tienen plan de permanecer en la frontera de Matamoros hasta finales del año.

Ante esa situación el Gobierno Federal de México ha puesto manos a la obra y desde principios de diciembre instaló un campamento en el bordo del Río Bravo donde ya los dotó de regaderas, lavaderos y están en proceso de instalar mecheros de gas para que cocinen en el área, aunque en este lugar hay menos de cien familias.

Aunque ya hay otro proyecto para reubicarlos en un lugar fijo, que contempla la renta de una bodega en la calle Primera a unos metros de donde se ubicaba el Consulado de Estados Unidos donde se contará con todos los servicios.

Esta sería una opción definitiva pero ya tiene el rechazo de los vecinos de la colonia Jardín que consideran que está no es un área para estas personas, pues favorecería al desorden y la mala imagen de esa zona residencial

Buscan solución

Según datos de las organizaciones que prestan apoyo en estos campamentos se considera que alrededor de dos mil personas esperan en las inmediaciones del puente internacional para su cita de asilo y el problema es tal que ya autoridades de todos los niveles de gobierno y hasta el embajador de Honduras llegaron para apoyarlos.

A principios de diciembre el gobierno federal creó un campamento en el bordo del Río Bravo para que los migrantes se instalen en áreas mas seguras y con los servicios básicos pues se considera que la espera para muchos se extenderá durante todo el 2020, pero los habitantes que están instalados en las explanadas del puente o en el bordo del Río Bravo no quieren cambiar su ubicación.

Las autoridades que acudieron el 7 de diciembre para invitarlos a instalarse en el nuevo campamento aseguraron que no se podía forzarlos por ello solo una veintena se quedó en el albergue.pues consideran que las condiciones no son las aptas para su estancia.

Hasta el lugar continúan llegando agrupaciones religiosas y ong”s de Estados Unidos para llevar alimentos, ropa,cobijas y hasta aparatos que hacen más fácil su estancia como fue el caso de los purificadores de agua y los exprimidores de ropa.

Mientras que algunas otras como la organización Global Responses Management ya se instalaron en el lugar con una clínica móvil que ofrece consultas médicas y medicamentos gratuitos a los migrantes.

TAMAULIPAS Y LA CRISIS MIGRATORIA

Cuando en octubre del 2018 las caravanas migrantes comenzaron a llegar a México, Tamaulipas no estaba contemplada en su recorrido, sin embargo apenas unos meses después la frontera de Matamoros comenzó a recibir una gran cantidad de ellos, primero cubanos y africanos y posteriormente miles de centroamericanos procedentes de Piedras Negras en febrero de este año un grupo de centroamericanos la mayoría hondureños llegaron a la Casa del Migrante para iniciar su camino hacia Estados Unidos.

“Casi todos traen ya su estancia permanente en México, algunos han referido que si quieren buscar el asilo en Estados Unidos pero también otros han referido que quieren buscar un trabajo aquí en la frontera es decir aquí en Matamoros, aquí vemos que vienen familias, vienen algunos jóvenes, papá ,mamá, algunas mamás solas con los niños y un grupo de la comunidad LGTB”, explicó en su momento el padre Francisco Gallardo López, coordinador de la Pastoral Social de la Diócesis de Matamoros.

Estas primeras familias llegaron a la casa del migrante pero ante la cantidad de personas que comenzaron a arribar a esta frontera cambió el panorama pues las condiciones para obtener la cita con la autoridad norteamericana comenzaron a cambiar y en el puente nuevo Internacional aparecieron casas de campaña.

Para mayo la lista de espera para tener la primera cita con personal de Aduanas y Protección Fronteriza era superior a 900 personas, la mayoría cubanos y venezolanos.

Aunque de forma lenta los trámites iban avanzando pues los agentes de migración atendían en ocasiones una o dos familias por dos y en ocasiones por varios días no solicitaban la presencia de los migrantes enlistados.

Entre esas familias en su mayoría centroamericanas estaba la de Oscar un joven de El Salvador que desesperado ante la tardanza de la atención por parte de las autoridades norteamericanas decidío cruzar el Río Bravo con su pequeña hija Valeria pero en el intento ambos murieron apareciendo sus cuerpos unas horas después.

Oscar, Tania y la pequeña Valeria llegaron en junio a Matamoros después de pasar dos meses en la frontera de Tapachula para recibir un permiso legal para estar en México, el sueño de esta familia de Salvadoreños era llegar a los Estados Unidos por eso solo estuvieron unas horas en la casa del Migrante según refiere el director del albergue Juan Antonio Sierra Vargas.

“Después de descansar un momento fueron al Puente Internacional Nuevo para buscar información, puesto que ellos querían llegar a Estados Unidos y como no hubo quien los atendiera porque era muy temprano solo les informaron que se podían presentar al día siguiente que fue el lunes a las 8 de la mañana entonces pues ellos se retiran porque no había quién los atendieron y se van caminando por la margen del río y en un momento pues se les hace fácil cruzar a nado», señaló.

La historia se hizo viral y la imagen de la pequeña Valeria abrazada de su padre tras morir ahogados en el río Bravo dio la vuelta al mundo, incluso fue utilizada en el Congreso de Estados Unidos para solicitar al presidente Donald Trump cambios en su política migratoria.

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