Los mexicas estamos obligados a respetar la emergencia sanitaria decretada por el supremo gobierno. No hay de otra, de ello depende que la república salga más o menos librada de la pandemia que nos acosa.
El mes que inicia será determinante. De ahí la importancia de medidas complementarias como alargar el receso escolar hasta el próximo 30, justo cuando celebrase El Día de la Infancia.
Fecha determinada en nuestro país, desde 1924, sea durante el régimen de Álvaro Obregón, para recordar a los niños víctimas de la primera guerra mundial.
De manera que nos encontramos en el umbral del tiempo más peligroso y en gran medida, concientizados de lo que puede suceder.
Usted dirá que aún existe resistencia en algunos sectores, sobre todo en las grandes ciudades, y tiene razón. Pero es que tampoco puede paralizarse la pequeña y mediana economía, por ejemplo, que son el soporte del diario sustento de millones de familias.
En este caso y dadas las circunstancias no es argumento ni justificación, pero sí una realidad que las autoridades consideran en su exacta dimensión.
No es fácil encerrarse, sin contar con los recursos para cubrir las necesidades básicas. Por ello el apoyo oficial hacia los más vulnerables. Hecho tan criticado por la derecha conservadora, fascista y discriminatoria, que bien desea disfrutar la incineración masiva de los menos afortunados.
Como en los campos nazistas de exterminio, pues.
El asunto es que la emergencia sanitaria condiciona la existencia cotidiana, mediante la serie de ordenamientos ya conocidos, que ahora pasan a convertirse en obligaciones para la movilidad civil.
En comparación con otras naciones, en nuestro país de ninguna manera se impondrá estado de sitio. Por tanto, no se utilizará la fuerza pública para obligar al cumplimento de las medidas enumeradas en el decreto correspondiente.
Y ha de ser, porque la determinación coincide con la convicción presidencial de que nada por la fuerza, todo conforme al derecho y la razón.
En el escenario que nos abruma, AMLO y su régimen, acuden al buen sentido ciudadano de no exponer la seguridad personal y familiar. Y en este proceso de convencimiento estamos.
Por supuesto que los adversarios de la 4T desean que impere la represión y la violación a las garantías constitucionales. No olvidéis que los reaccionarios y sus aliados, son violentos por naturaleza, mejor dicho, por su mentalidad explotadora e inhumana.
Les molesta que el gobierno sea popular. No les preocupa el coronavirus pero sí sus consecuencias, porque suponen que al final de cuentas AMLO saldrá debilitado y MORENA sin posibilidades de seguir gobernando.
Tampoco les interesan los movimientos feministas, donde recientemente estuvieron tan activos. Y menos que el presidente haya saludado a una madre que en la última etapa de su existencia desea ver a su hijo famoso en la ilegalidad, preso en el extranjero.
Ellos son ajenos al sentimiento humano.
Lo que importa a los conservadores es atacar a AMLO, como parte de la lucha que sostienen para sobrevivir y retornar al sistema de corrupción e inmoralidad del pasado inmediato.
No extraña tampoco que a AMLO lo quieran encerrar en su casa, pretextando que podría estar contagiado por la cercanía con Omar Fayad, durante reciente reunión.
Ya sabéis que resultaron positivos al coronavirus, tanto Omar, como Adán Augusto López Hernández y Francisco “pancho” Domínguez, gobernadores respectivamente, de Hidalgo, Tabasco y Querétaro.
En estos casos el virus no respetó partidos: el primero es priísta, el segundo morenista y el tercero panista. “Pa’ que no se pelíen”.
Lo prioritario para los neo porfiristas, entonces, son los grandes negocios y el saqueo a la sombra del influyentismo político. Son los verdaderos motivos de su guerra contra AMLO.
Y ni modo que sea invento.
Quedamos en que hay emergencia sanitaria pero no violación a los derechos humanos. Por lo tanto, ninguna autoridad del rango que sea, deberá presionar mediante la fuerza, al ciudadano protegido de origen, por la Constitución General de la República.
Llama la atención que alcaldes, incluidos algunos de Tamaulipas, desconozcan lo fundamental de la Carta Magna, e impongan literalmente por sus pistolas, “toques de queda”, pisoteando derechos elementales.
Y grave, la declaración de funcionarios de mayor jerarquía, dispuestos a humillar y tratar con saña a quienes, más por necesidad que por gusto, se atreven a salir a la calle.
NO PARA, SIGUE, SIGUE…
Las circunstancias sanitarias no evitan el combate a la corrupción. El siguiente escándalo de este largo-metraje, lo protagonizarán Pedro Joaquín Coldwell, Enrique Ochoa Reza y desde luego, Gerardo Ruiz Esparza.
Capítulo aparte merece Emilio Lozoya Austin quien no está lejano de regresar a disfrutar la tradicional hospitalidad de alguna de esas cárceles denominadas de “alta seguridad”.
Todos del círculo cercano a Peña Nieto…todos involucrados en delitos contra el patrimonio nacional.
No escaparán, pareciera ser la promesa del Fiscal General Alejandro Gertz Manero. En tanto el temible y terrible Santiago Niego sigue aportando evidencias de que no se midieron, en cuanto a lograr cuantiosas ganancias económicas utilizando las instituciones o mejor dicho, gracias a la impunidad otorgada por el ex presidente.
Y tan malas noticias debió tener Ruiz Esparza que hasta fue víctima de un infarto cerebral y hospitalizado de emergencia este lunes, siendo reservado su estado de salud.
Gerardo, sin ser ingeniero sino abogado, fue titular de la secretaría de Comunicaciones y Transportes, (igualito que el tal Emilio Gamboa Patrón), cargo desde el cual se presume, participó en la tristemente célebre “estafa maestra”, así como en la acreditación de contratos ilegales a la empresa extranjera OHL y el desvío de miles de millones de pesos cuyo paradero sigue siendo un misterio.
No hace mucho Nieto, el director de investigación hacendaria, hizo público que GRE estaba “en la mira”, noticia que tal vez impactó demasiado a quien fuera uno de los más fervientes promotores del aeropuerto de Texcoco y de otras travesuras de alto costo para la república.
Derivado de este y otros penosos asuntos, el columnista no duda que más pronto que tarde “la lumbre llegará a los aparejos” de Enrique Peña Nieto…que alguien le recuerde que la corrupción no se inventó sola, sino que él y sus “cuates” la crearon a su imagen y semejanza.
SUCEDE QUE
Las irregularidades en el ISSSTE son producto de las malas artes de los grupos que manejan la dependencia conforme a sus intereses. Ahí mero, donde juegan con el miedo de los derechohabientes aplicando fuerte dosis de sadismo, sabedores que el sindicalismo federado está inutilizado por su mediocridad.
El reciente paro de labores en la clínica victorense es una pequeñísima muestra de la descomposición e irresponsabilidad que afecta a la institución.
Sanear al ISSSTE es tarea pendiente del régimen de la Cuarta Transformación.
Es la oportunidad, ojalá y exista suficiente voluntad política para actuar en consecuencia. Seguro que hay culpables. Toca investigar al supremo gobierno.
¿Dónde andas JR?…que no se te pase la cita.
Y hasta la próxima.