La decisión de militarizar al país ordenada por el “Fuhrer” Andrés Manuel López Obrador vía decreto, es muchas cosas a la vez: una confesión, una amenaza, una señal, ninguna de ellas buena para el futuro de México, las tres en el sentido contrario al que votaron los que le hicieron ganar en el 2018.
Así es mis queridos boes, de entrada ordenar que las Fuerzas Armadas se encarguen de la seguridad pública en el país de hoy y hasta marzo del 2024, apenas unos meses antes de que termine el sexenio de la 4T, de manera sorpresiva, como en madruguete, en medio de una pandemia, una crisis económica y una crisis de seguridad es altamente sospechoso.
Es, para entrar en materia, desde mi punto de vista, la confesión de López Obrador de que su estrategia, si es que se le puede llamar así a los tumbos que ha dado, de seguridad pública ha sido un fracaso.
Confiesa lo que todos los que no estamos ciegos ante su discurso de mentiras hemos advertido sobre la inseguridad, que está imparable, que su Secretario de Seguridad Alfonso Durazo no ha sido capaz de disminuirla, que él y el sonorense nos han mentido cuando una y otra vez han alardeado de que se
llegó a un punto de inflexión y que las cosas en la materia mejoraron.
Es además, una confesión de que la Guardia Nacional, en su diseño, en su
operatividad contra el crimen organizado ha sido un fracaso, porque no ha
bajado los índices delictivos, porque ni siquiera ha logrado conformarse completamente, porque ha sido más bien utilizada para servirle de muro a Donald Trump en el sur para detener migrantes.
Es una confesión de que su estrategia de abrazos no balazos era una vacilada. Es una confesión de que su amago con acusar a los malos con sus mamacitas y abuelitas era un ridículo mayúsculo.
Tras la confesión de militarizar al país, viene la amenaza de AMLO, así deben tomarlo quienes todos los días desde el púlpito de las mañaneras son catalogados como adversarios, como mafiosos.
¿A qué le teme López Obrador, como para sacar a los militares y marinos de los cuarteles y encargarles hacer funciones de policías en los escenarios adversos que hoy estamos atravesando?
¿Será que el inquilino de Palacio Nacional teme que ante el fracaso económico de su gobierno, la inseguridad y el Covid-19 y la pérdida de cientos de miles de empleos, espere revueltas en el país y alista a la milicia para contenerlas, reprimirlas o sofocarlas?.
¿Será que teme que de pronto la oposición y las organizaciones sociales que le señalan ante los evidentes retrocesos del país, logren convocar a manifestaciones multitudinarias, plantones como el que él hizo en Reforma y prepara a los uniformados de verde para hacerles frente?
¿O será que de pronto el Senado que mangonea MORENA se atreva en una de esas a intervenir en algún Estado y por eso alista las fuerzas castrenses para hacerle frente a alguna rebelión?
Y si, la señal que manda López Obrador con la militarización del país es que una vez en el poder de es capaz de hacer todo lo contrario de lo que prometió y convenció a sus fanáticos de echar a PRI y PAN del poder.
Ahí están horas y horas de discurso de AMLO criticando a los gobiernos de Felipe Calderón y Peña Nieto por usar a los soldados en el combate al crimen organizado. Hay decenas de fotografías del equipo cercano del Peje con carteles rechazando la militarización y como él exigiendo que volvieran a los cuarteles.
Es una señal de que México está tomando el camino de los regímenes de izquierda latinoamericanos que como saldo han dejado miles de muertos a balazos de la milicia, pero muchos, muchos más de hambre y bastantes desplazados o refugiados en otros países tratando de no morir en su lugar de origen.
¿Les suena Venezuela, les suena Cuba, les suena Nicaragua?.
En síntesis, la militarización decretada por AMLO es la confesión de que el país va muy mal en seguridad, la advertencia de que viene todavía peor y su gobierno ya lo tiene previsto y el mensaje de que no estamos equivocados quienes creemos que el de la 4T cada vez más se parece a un régimen totalitario.
No dudo que los fanáticos de AMLO seguirán apoyándolo, ya lo hicieron cuando se arrodilló ante Trump y mandó a la Guardia Nacional a dar una
paliza a los migrantes en el sur, ya lo hicieron cuando arremetió contra las mujeres y provocó manifestaciones de repudio, ya lo hicieron cuando ha defendido al corruptazo de Manuel Bartlett al que llaman camarada, lo hacen
cada que arremete contra la libertad de prensa, ¿porque ahora no lo harían, sin importar que vaya en contra de, insisto, todo por lo que votaron?.
EL DAÑO A TAMAULIPAS…
El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca lamentó ayer que la
decisión de la Federación de suspender los proyectos de inversión en energías limpias significa un golpe para Tamaulipas de por lo menos 1 mil 229 millones de dólares en proceso de inversión en la entidad.
Eso claro que significa la cancelación de muchos proyectos en el futuro inmediato para Tamaulipas y desde luego la pérdida de empleos que eso conlleva.