CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.-“Ellos no entienden que uno se siente mal, quieren que llegue uno muriéndose para ver si nos atienden”, relata María “N”, una paciente del IMSS que sufre diabetes, hipertensión y obesidad y que no ha podido ser vista por su internista ni su nefrólogo desde que comenzó la contingencia por el Covid-19.
Dice entender la crisis de salud que vive el país, pero señala que su atención es necesaria para poder sobrellevar los males que la aquejan.
El problema, es que en el IMSS no hay atención para consultas de especialidad, el acceso a la clínica hospital de esta ciudad está prácticamente cerrado, “se limitan a las urgencias”.
No por nada, en los últimos meses el Instituto Mexicano del Seguro Social desbancó a todos los otros servicios de salud y a las corporaciones de seguridad, en las quejas que recibe la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Ahora, el Seguro ocupa el primer lugar, pues las denuncias se han incrementado durante la contingencia del Covid-19.
La mayoría de las denuncias tienen que ver precisamente con la falta de atención a derechohabientes.
A María “N” le pospusieron las citas que tenía desde hace dos meses, y a pesar de que sus malestares van en aumento, no hay fecha para que pueda volver a ser recibida por los especialistas.
No es el único problema que enfrenta el Seguro Social, incluso las urgencias se han complicado: una transfusión de sangre puede convertirse en una situación de vida o muerte, porque el Instituto está mermado por la falta de personal e insumos.
El otro gran problema que se ha agravado es precisamente el desabasto de medicamentos y materiales.
“Tengo que formarme todos los días a ver si ya llegó la medicina”, narra don Raúl “N”, un hombre que ronda los 70 años y que requiere una pastilla diaria para la hipertensión. Cuando tiene suerte, se la puede llevar el mismo día, cuando no, le toca dar varias vueltas a la clínica y hacer largas filas donde la sana distancia recae en la responsabilidad de cada paciente.
Hay casos más graves, como el de los pequeños que padecen cáncer y que una vez más están sufriendo la falta de tratamientos.
Esa situación atraviesa el pequeño Josué Omar, de Reynosa, quien padece leucemia desde el 2015 y requiere quimioterapias constantes, además de ser candidato para un trasplante de médula.
El problema es que desde que comenzó la contingencia, el medicamento para sus “quimios” empezó a escasear.
Como tantos otras familias, han tenido que recurrir a organizaciones que han ayudado a costear el tratamiento para poder acudir a la clínica del IMSS en Monterrey a que se lo apliquen.
Los medicamentos que más falta hacen son Ifosfamida que tiene un costo de 10 mil pesos, además de vincristina y citarabina.
En el ISSSTE, la situación no es muy distinta: pacientes se quejan de la falta constante de medicamentos, que con la contingencia por el Covid-19 se ha recrudecido, de manera particular a pacientes de diabetes, que requieren de Januvia.
El medicamento que es un complemento adicional para la insulina que se prescribe a pacientes diabéticos tiene un costo promedio de mil 400 pesos en una farmacia comercial.
En el ISSSTE “cada viernes voy porque es cuando se supone que llega y no la tienen desde hace dos semanas”, dijo Marta N; quien además señala que por sus recursos económicos le es imposible comprarla por su cuenta.
Metformina que también es un complemento para la insulina, tiene un costo mucho menor, pero tampoco la tienen en existencia en el instituto, la falta de este medicamento también le afecta a Sol N, que desde hace semanas no le surten en la farmacias.
La lista de medicamento faltante para pacientes con enfermedades crónicas degenerativas es interminable, además de las dos citadas se suma el losartan: “en el ISSSTE siempre me dicen que no hay”, dice Magda N.
Ella también se queja de la falta de citas con el internista, sin que exista una explicación clara del porque no pueden tener la atención necesaria, mas aun cuando se trata de enfermedades crónicos que tiene su salud en riesgo.
Capacidad reducida
“Aún no nos informan hasta que fecha se van a volver a programar cirugías”, dijo uno de los doctores de consulta general del IMSS.
La capacidad de los hospitales también se ha visto reducida por el personal que se encuentra de licencia, por estar considerados dentro de la población vulnerable.
En su mayoría son trabajadores mayores de 60 años, o que padecen alguna enfermedad crónica, o incluso madres con hijos menores de 10 años.
En el IMSS los servicios de consulta general se brindan solo en 8 consultorios, mientras que la consulta ordinaria no urgente se canceló y tendrá una reprogramación.
En la clínica se cuenta con un filtro de ingreso de pacientes, hay personal asignado a esos filtros para determinar si el paciente entra o no a la consulta.
Dicho filtro cuenta con un médico, con enfermera, trabajadora social y personal administrativo para validar el requerimiento de atención médica.
El resto de servicios como Rayos X, laboratorio y lo los relacionado a imagenología o ultrasonidos, también serán reprogramados hasta que se dé la indicación de que se ha superado la pandemia, dichas atenciones se limitan a las urgencias.
El Hospital del ISSSTE en Ciudad Victoria trabaja al 50 por ciento de su capacidad, luego que la mitad del personal, 200 trabajadores entre médicos, enfermeras, camilleros y personal administrativo se encuentra con licencia médica por la pandemia del Covid-19.
José Luis Garza Ruiz, director del nosocomio, dijo en entrevista que desde el decreto presidencial se tomaron medidas que impactaron en la reducción de cirugías en 80 por ciento, ya que todas las programadas fueron canceladas.
“En cuento a quirófanos estamos atendiendo solamente a los pacientes que tienen cirugías de urgencia, que no se pueden diferir”, dijo.
Insistió que están trabajando aproximadamente con el 50 por ciento del personal, atendiendo el decreto que otorga licencia a quien tenga alguna enfermedad mórbida o con más de 60 años para que se confine en sus domicilios, para salvaguardar su vida.
En esa Clínica-Hospital han recibido pacientes Covid, incluso cinco han fallecido: “dos aquí en el hospital y tres en el Hospital Regional de Alta Especialidad, que fueron referidos por el instituto”.
Garza Ruiz reconoció que por el retiro de personal, se vieron en la necesidad de contratar personal: “tenemos una plantilla límite para poder solventar las urgencias”.
Con las licencias médicas, de 400 trabajadores, solo quedaron 200, porque se fueron alrededor de 200 de todas las áreas, se ha contratado a personal para cubrir algunas que son esenciales como la de urgencias.
“En la clínica hemos tenido dos fallecimientos por Covid, la mayoría de los que han sido atendidos con esta enfermedad han sido pacientes ambulatorios, los recibimos, muestreamos y si salen positivos son enviados al HRAE”, en el de especialidades han fallecido tres personas más que tuvieron su diagnóstico en el Instituto.
“Aquí hemos tenido cinco fallecimientos por Covid, dos murieron aquí y tres fueron pacientes que enviamos al HRAE y allá fallecieron”, reiteró.
Para evitar riesgos, están instalados los filtros, las zonas están aisladas y cualquier persona que ingresa debe traer su cubrebocas, siguen muestreando pacientes, la mayoría son pacientes ambulatorios que tuvieron contacto con algún paciente que resultó positivo.
“Hoy muestreamos nueve, mañana tenemos siete”, dijo.
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contexto
Crisis llega
al Congreso
Esta semana, el Congreso en Tamaulipas aprobó un exhorto para exigirle a la Delegación del IMSS que “investigue y sancione” a los funcionarios que están limitando y dando un mal trato a los derechohabientes sin pasar por alto la discriminación.
Ulises Martínez Trejo, diputado de Morena, promovió este acuerdo por la serie de denuncias que tiene el instituto por el trato y las limitaciones que enfrenta.
Dentro del exhorto, se pide garantizar la atención médica oportuna y de calidad a las y los derechohabientes, especialmente a quienes tienen una discapacidad y personas adultas mayores.
Martínez Trejo dijo que la Delegación Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tamaulipas, tiene un descuido particular con los grupos vulnerables, ya que al verse limitados para valerse por sí mismos, es necesaria la atención especial.
Por ello se requiere vigilar y sancionar en su caso, la conducta de aquellos servidores públicos que limiten, menoscaben, restrinjan o nieguen el derecho a la salud a estas personas.
Dada la dinámica social, añade el legislador de Morena, en muchas ocasiones se encuentran factores que provocan la discriminación hacia el interior de un sector determinado de derechohabientes, como es el caso de las y los adultos mayores y personas con discapacidad, por ello la importancia de este exhorto.
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caja
protocolo
Con la pandemia del Covid-19, el IMSS en ciudad Victoria, se instruyó el protocolo que indica que un paciente sospechoso, debe primero ser revisado en los filtros, para que no tenga un ingreso directo a las áreas en donde se encuentra el personal o poner en riesgo a pacientes.
Incluso la entrada de un paciente sospechoso de Covid-19 no se da de manera directa al área de urgencias, en esa zona también se instaló un filtro para evitar contactos.
En el caso de las cirugías, las no urgentes fueron canceladas y tampoco se tiene fecha para la prograreprogramación, “solo se está atendiendo lo que es cirugía que entra por urgencias”.