Actualmente, el WhatsApp es una red social de mucha popularidad, según datos de la propia empresa, se considera que es la segunda red de mayor éxito en el mundo, y cuenta con más de 2000 millones de usuarios, superada solamente por Facebook.
Eso convierte a WhatsApp en más que una simple aplicación de mensajería, se trata de un mecanismo cotidiano y fundamental en nuestros procesos de comunicación, al formar parte de nuestra vida, su implicación en el ámbito del derecho también resulta inevitable.
Los efectos jurídicos de ese proceso de comunicación o bien, las conversaciones que se generan por ese medio electrónico, desde luego que tiene consecuencias legales.
Primeramente, aclaremos que se trata de una herramienta que, en determinado momento puede tener éxito como prueba en algún juicio; sin embargo, su eficacia radica en algunos aspectos.
RESGUARDA EL APARATO.
Es fundamental custodiar de manera celosa el dispositivo en el cual se hayan realizado las conversaciones, de preferencia, ya no utilizarlo, pues recordemos que ahora, ese teléfono puede ser determinante para el éxito de una estrategia dentro de algún juicio. De lo contrario, si se sigue utilizando, se puede correr el riesgo de que se borren los mensajes,
ya sea por el uso y desgaste del dispositivo, por pérdida o extravío del mismo, o incluso hasta por factores climáticos.
NO IMPRIMAS LA CONVERSACIÓN.
Resulta importante no cometer el error de imprimir las conversaciones de WhatsApp y aportarlas como simples copias fotostáticas al litigio, pues esto lo único que provocará es que no tengan valor probatorio dentro del proceso judicial, recordemos que, por su naturaleza, dichas impresiones se pueden alterar fácilmente y en ello reside que su valor se anule.
APORTA MÁS PRUEBAS.
Se vuelve indispensable acompañar un informe pericial para fortalecer las conversaciones de la aplicación, si bien, el perito no puede afirmar que quien mandó los mensajes es determinada persona, lo cierto es que dicho informe si debe dejar en claro la autenticidad de las conversaciones respecto al número de teléfono, fechas, horas y su contenido.
Por eso, ofrecer testigos que confirmen lo dicho en las conversaciones de WhatsApp también es relevante, normalmente en los juicios lo que se busca es
que todas las pruebas aportadas se relacionen entre sí y generen una conclusión contundente respecto
a los hechos que se quieren acreditar.
SOLICITA LA AUTORIZACIÓN CORRESPONDIENTE.
Si queremos ofrecer alguna conversación que no nos pertenece o que se realizó entre otras personas, es necesario conseguir autorización judicial o de alguno de los participantes para llevarla al juicio, de lo contrario dicha prueba será ilegal, ya que violaría la privacidad de quienes participaron en ella.
En conclusión, las conversaciones de WhatsApp por supuesto que tienen consecuencias jurídicas en algún momento, esto es reflejo del uso cotidiano que le damos a dicha aplicación, y que cada vez nos abrazan con mayor fuerza las tecnologías de la información.
Ante esto, el derecho debe avanzar a la par, pues finalmente es una ciencia humana que necesita dar respuesta a las diferentes problemáticas de la sociedad, apoyándose en los factores que habitan nuestro mundo, y la tecnología como factor, no debe ser la excepción.
alf_carrillo@hotmail.com