A Jaime Turrubiates, Ciro Hernandes, Luis Torre Aliyán, Lalo Hernández Chavarría, Miguel Gómez Orta y varios puños más de personajes de la política de Tamaulipas habría que preguntarles cuál es su concepto de: lealtad, congruencia y vergüenza.
Así es mis queridos boes, ellos como muchos otros políticos han perdido el decoro en busca de mantenerse en el poder y lo que eso conlleva, no importa brincar de un partido a otro, tampoco que sean diametralmente opuestos.
En los últimos días dos de esos personajes han acelerado sus campañas de promoción en busca de ser candidatos a alcaldes, uno de Madero, otro de Altamira y el tercero de Victoria, son sólo tres botones de muestra de lo que ocurre por todo el territorio de Tamaulipas y que lo único que logra es desacreditar la política, sospechar que ser alcalde deja mucho dinero fácil, por decir lo menos.
Me refiero a Jaime Turrubiates, ex alcalde de Madero, vendedor de comida chatarra (pollo frito), quien aparece por todos lados en baners que sus allegados comparten en las redes sociales asegurando que va por la alcaldía otra vez y esta vez por el PAN.
Jaime, hay que recordarlo, fue presidente municipal de Madero abanderado por el PRI, encabezó una administración de la que no se recuerda nada bueno, no hay una sola obra que se le pueda atribuir y que él pueda presumir.
Eso si, lideraba un Gabinete lleno de personajes prepotentes, mismos que son los que ahora se frotan las manos porque creen que el PAN los regresará ahí donde hay de donde agarrar.
También hay que recordar que Jaime Turrubiates antes ya había sido candidato a la alcaldía por el PAN en los tiempos en que el hombre fuerte de Tamaulipas era Eugenio Hernández Flores como Gobernador, antes de
ser alcalde por el PRI, compitió contra Sergio Podadas a quien venció en las urnas, pero se dejó arrebatar el triunfo de los panistas.
Jaime Turrubiates acordó con Eugenio Hernández, hoy preso en un penal de alta seguridad y a la espera de ser extraditado a Estados Unidos, que a la próxima sería presidente municipal y así fue.
Los tres años de la administración de Sergio Posadas, Jaime fue uno de los amigos de Geño a los que les fue muy bien en los negocios, luego sin complicaciones lo hizo alcalde priísta y todos contentos.
Ahora vuelve al PAN que traicionó y se promueve para candidato a la alcaldía a través de sus amigos, solo falta que si el blanquiazul donde todo indica que el candidato será Carlos Fernández no lo candidatea regrese al PRI o se estrene en otra franquicia electorera.
En Altamira Ciro Hernández es el botón de muestra, trabajo y manejo los dineros en administraciones del PRI, hay historias tremendas sobre su paso por ellas y luego, cuando sintió que no lo valoraban se fue al PAN, ahí lo hicieron diputado local, pero siempre ha querido más y más.
Supone que Altamira lo necesita de alcalde y tras no hacerlo candidato desde hace dos años, anda en busca de quien lo use, como candidato, para hacer su sueño realidad.
A Ciro tampoco le importa la lealtad, no tiene agradecimiento, ya traicionó al PRI y ahora hace lo mismo por el PAN y coquetea con MORENA y con lo que queda de los tricolores en ese municipio.
Por Victoria hay muchos botones de muestra, pero el más escandaloso en los últimos días es Luis Torre Aliyán, quien se auto nombra el abogado amigo, de familia priísta, sobrino del ex gobernador Egidio Torre Cantú, de los que renegó hace más de dos años para refugiarse en el PAN.
Lo hicieron Síndico de Victoria y entonces todo era amor por los colores azules, el abogado impulsado a los aires por su exceso de egolatría, supuso que era el hombre que la capital necesitaba para salir del bache en el que la administración a la que aún pertenece lo sumió y que por lo tanto sería el candidato a la alcaldía.
Hace meses le avisaron que no, que no sería candidato por el PAN a nada y se ofendió, se declaró independiente y comenzó a buscar la candidatura por MORENA donde la mayoría le hace el fuchi.
La frustración lo alcanzó, hoy supura amargura en sus redes sociales, le exige a la alcaldesa Pilar Gómez resolver en una semana
el desastre en el que él y Xicoténcatl González Uresti sumieron a Victoria.
Todo indica que en MORENA lo van a batear, aunque haya mendigado una foto con Mario Delgado y luego con Ricardo Monreal, saben que el que traiciona una vez lo hará cada que le convenga hacerlo.
Decía que hay más ejemplos, pero con estos basta para la reflexión que tendríamos que hacer los ciudadanos de a pie sobre lo que vamos a elegir en el 2021.
Tendríamos que volvernos más ciudadanos, tendríamos que tener más responsabilidad civil y entender que la cruz que marcamos en las boletas electorales es más que dos simples rayas, porque en el cuadro en el que la pongamos tendrá consecuencias.
De una reflexión sobre los personajes que vayamos a elegir el 6 de junio del 2021 depende el rumbo que tome nuestro municipio, la producción de leyes y su orientación en el Congreso local y también estará en juego que tengamos una verdadera representación en la Cámara de Diputados federal.
Ojalá que también los partidos hagan su propia reflexión y entiendan que la historia, la hoja de vida, la reputación pública y los conceptos de lealtad y congruencia pintan lo que podría ser el desempeño de los que por ahora solo son aspirantes.
POR MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA