El fin de la carrera política de Magdalena Peraza está cerca, a la vuelta de que concluya la investigación que realiza a detalle el Ministerio Público.
Hasta aquí llegó la maestra, una mujer que no tiene convicción ideológica: ambiciosa, quiere el poder a toda costa.
Primero fue priista (en esencia, siempre lo ha sido). Después, a conveniencia para llegar a la alcaldía, fue panista. Luego, con el sello de la traición, regresó al tricolor.
Ahora, con una alta dosis de desesperación, toca con insistencia la puerta de Morena para que la salven de caer tras las rejas.
Sin embargo, ‘el corrido’ se acabó para ella. En la Cuarta Transformación, en el auténtico lopezobradorismo, saben perfectamente quién es, cuál es su forma de conducirse, en qué consiste la pauta de su comportamiento: ‘La Maestra del Engaño’, la especialista de la farsa.
Acostumbrada a estirar la liga para salirse con la suya en la época del viejo régimen priista estatal, en esta ocasión la profesora midió mal desde el inicio: no entendió que Tamaulipas registró una alternancia democrática, un viento del cambio que busca, con pruebas y documentos en la mano, castigar la impunidad y la corrupción, sancionar el mal manejo del presupuesto.
Interpuesta por la ex regidora perredista América Sandoval, la denuncia penal es reveladora y demoledora: el daño a las finanzas de Tampico durante la pasada administración municipal ascendió a 80 millones de pesos.
El método del saqueo: en vez de depositar los recursos de los sueldos de un buen número de empleados del Ayuntamiento por la vía de transferencias bancarias a cuentas personales, tal como lo establece la ley, se les pagaba en efectivo, como si fuera una anticuada ‘lista de raya’.
¿Por qué se escogió esa forma de pago del siglo pasado? Por una sencilla razón: a los empleados se les descontaba una ‘comisión’ a la hora de pagarles. No cobraban su salario completo. Eran víctimas del ‘agandalle’ de la profesora.
Esas ‘comisiones’ que fluctuaban entre el 10 y el 20 por ciento (una cantidad millonaria en su conjunto a lo largo de dos años) iban a parar a los bolsillos de Magdalena Peraza Guerra, entonces alcaldesa, según indica la demanda firmada por América Sandoval.
La demanda, presentada ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción en Ciudad Victoria y ratificada ante la Agencia del Ministerio Público en Tampico, se sustenta en documentos aportados por un ex funcionario.
Además, muy pronto, llamarán a comparecer a testigos de este ilegal método de pago utilizado durante la administración municipal que presidió Magdalena Peraza en el periodo 2016-2018, a fin de que rindan testimonios y demuestren la culpabilidad de la profesora.
Otra denuncia, también interpuesta por América Sandoval, no se ha olvidado, sigue ahí, presente en la memoria colectiva: aquella que, en marzo de 2018, descubrió los víveres y productos donados por los ciudadanos para los damnificados del temblor de septiembre de 2017 en la
Ciudad de México almacenados en una bodega del Ayuntamiento tampiqueño.
Esos víveres y productos, entregados de buena fe por la población tampiqueña, incluso por niños, tenían casi ¡¡¡6 meses almacenados!!!… Un auténtico escándalo de dimensión nacional.
Este acto de corrupción y negligencia exhibió la manera real de ‘operar’ de la maestra Magdalena Peraza Guerra.
Ese desorden fue el que encontró la actual administración municipal en áreas estratégicas al asumir el mando. El mejor ejemplo: Servicios Públicos.
Era un tiradero lo que dejó la maestra en Servicios Públicos. Docenas de camiones recolectores estaban descompuestos, las oficinas e instalaciones sucias y, para colmo, la adquisición de refacciones para las unidades era un ‘hoyo sin fondo’ por el que ‘desaparecieron’ los recursos.
En el DIF también se encontró un desorden, un caos. La noble institución estaba al borde de la inoperancia. Así lo dejó la hermana de Magda.
El sistema para el Desarrollo Integral para la Familia tuvo que ser rescatado por la gestión 2018-2021.
El fin de Magdalena Peraza en la actividad política está cerca. Sus maromas, sus brincos de un partido a otro se acabaron. No podrá escapar de la justicia. Hasta aquí llegó.
Y PARA CERRAR…
Además de traicionar al PRI y al PAN, Magda Peraza también traicionó a aquellos que la apoyaron: a Álvaro Garza Cantú, su primer ‘padrino’, lo acribilló; a José Francisco Rábago Castillo, al que siempre le jugó ‘doble’; a la panista Tere Sosa, quien, en verdad, consideraba a la maestra su amiga; a Pancho Bolado, al que le cruzó el voto sin piedad alguna.
Blanca Rosa García Galván corrió la misma y negra suerte hace casi 20 años.
También traicionó a Gustavo Torres Salinas, que le brindó todo el apoyo para que, ella, Magda Peraza, ganara la elección de 2016. ¿Qué recibió a cambio? La misma jugada con la que, ella, la maestra, se deshizo de Oscar Pérez Inguanzo.
La profesora no puede decirse ingenua ni menos inocente. Tampoco se puede declarar víctima. No, ella, mujer que ha ejercido el poder, de manera vil, con frialdad ingrata, ha apuñalado a muchos por la espalda.