CHINAMPA DE GOROSTIZA.- Una tragedia se registró este lunes cuando un trabajador que se trasladaba en la caja de una camioneta, terminó con el cráneo partido, luego de ser golpeado por una tolva de acero, sufriendo una muerte casi instantánea
El fatal accidente se registró alrededor de las 12:10 horas del mediodía de este lunes, en el kilómetro 84 de la carretera México 180, tramo Naranjos-Ozuluama, a la altura de los corrales del rancho “Pa´lante”.
Trascendió que el ahora occiso respondía en vida al nombre de Marcelino V. M., de aproximadamente 50 años de edad, el cual viajaba en la caja de una camioneta Nissan tipo estaquitas, color blanco, con placas XS-91-992 de esta entidad.
La unidad era guiada por Andrés C. C., residente de la colonia El Cafetal, en Naranjos, quien se hacía acompañar por Gregorio V. A., residente del Barrio Huasteco en Amatlán, municipio de Naranjos.
Los antes citados indicaron que escucharon un fuerte impacto en la parte trasera de la unidad, en donde trasladaban una picadora agrícola ante ello hicieron un alto .
Fue al revisar, cuando se llevaron la terrible sorpresa, al encontrar a Marcelino sin vida, notando que la tolva de acero de la picadora se destrabó golpeándole la cabeza de forma mortal, dejándole el rostro bañado en sangre.
Socorristas de Cruz Roja Naranjos, encabezados por Alejandro Uribe Flores, arribaron al sitio de los hechos, por desgracia constataron que el infortunado hombre había perdido a la vida.
El obrero presentaba heridas en cráneo (laceración en ojo izquierdo, otras más en parietal derecho y lesión cervical) y carecía de signos vitales.
Los paramédicos solicitaron el apoyo de la Policía Municipal, que en cuestión de minutos se arribaron los elementos de la corporación, procediendo a acordonar el área y dar aviso a la Policía Ministerial y Servicios Periciales.
Al sitio del incidente acudió el perito Jonathan García Gutiérrez, quien ordenó el traslado del cuerpo al anfiteatro de Ozuluama.
Oficiales de la Guardia Nacional división caminos hicieron acto de presencia en el lugar, para proceder a realizar el peritaje oficial de los hechos, el conductor de la camioneta se retiro del sitio para ya no regresar, esto quizá por el temor de ser acusado del accidente.
Por Víctor Montiel / La Razón.