Surgen los rostros de algunos que encabezan el grupo anti-AMLO, llamado “Sí por México”. En realidad son los mismos que desde hace tiempo han fracasado en el intento de debilitar la imagen del actual Presidente de México. Y no será extraño que atrás de ellos estén los de siempre, es decir, Carlos Salinas de Gortari, Diego Fernández de Cevallos y muy probablemente, Miguel Ángel Osorio Chong, dolidos ya sabe usted, por las nuevas reglas impuestas por la 4T.
No hay novedad porque representan a la élite que perdió privilegios y dejó de beneficiarse con la corrupción generada durante el neoliberalismo.
Hay rostros digo, apareciendo en primer cuadro Marko Cortés, Jesús Zambrano, Alejandro Moreno Cárdenas, Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, que como sabéis, representan al PAN, PRD, PRI y sector empresarial. Ellos pretenden integrar un frente popular “para expulsar” al supremo gobierno presionando mediante diversas formas, incluso utilizando la violencia, su favorita. Pero son tan antidemocráticos que no están dispuestos a esperar la revocación de mandato programada para el 22.
Les urge que se vaya AMLO porque les está pegando arriba, abajo y sobre todo por la retaguardia, sea que ya no sienten lo duro sino lo tupido. Les duele, molesta e incomoda, la monumental cruzada contra la inmoralidad que se ha echado a cuestas la 4T, con los primeros resultados a la vista del portador. Y es que entre más tiempo transcurra peor les irá a los corruptos, considerando la disposición de llegar hasta las últimas consecuencias. Y recordéis que AMLO es terco de toda terquedad.
El asunto es que “Sí por México”, pretende convertirse en un movimiento a favor de una causa que nace derrotada por la sencilla razón de que solo defiende intereses personales y de grupo. Nada que ver con las mayorías, al contrario, ahí se concentran las corrientes más conservadoras, fundamentalistas y reaccionarias, sea las que por tradición han dado la espalda al pueblo desde mucho antes que don Miguel Hidalgo pronunciara el Grito de Independencia.
Ahí están los que más recientemente apoyaron las malignas acciones de los gobiernos priistas y panistas. Los que no tuvieron escrúpulos para destruir la industria nacional, ni para vender y regalar el patrimonio público sin mayor trámite, como si fueran exclusivos dueños de lo que tanto costó adquirir para beneficio social. Son los mercaderes que no se tentaron el alma para hacer negocios privados con los bienes públicos, agazapados en las cañerías del sistema. Y ahora, quieren convertirse en redentores de una inquietud social que solo existe en sus obnubiladas mentes atormentadas por el odio y el rencor.
Desde luego no impresionan a nadie, por ello acumulan fracasos. Suponen que la gente no tiene memoria; que olvidó el robo de las elecciones del 2006 o el apoyo brindado a las reformas estructurales impulsadas por Peña Nieto para cumplimentar, precisamente, la perversa tarea de enajenar al país y reprimir, y en su caso desaparecer, a las organizaciones más nobles y comprometidas como el magisterio y algunas otras, que como el Sindicato Mexicano de Electricistas, recibieron el tiro de gracia. ¿Cómo es posible que estas dirigencias panistas, perredistas y priistas busquen una alianza popular cuando su representación en el Congreso de la Unión se opuso a las iniciativas de justicia y democracia propuestas por el gobierno de AMLO?.
Insisto, creen que se borró de la memoria pública el voto de sus bancadas contra la implementación de la medicina general como un logro social, así como al otorgamiento de becas y apoyos a estudiantes, jóvenes aprendices de algún oficio, adultos mayores, madres solteras, discapacitados, pequeños empresarios, etc. Son estos mismos PAN, PRD y PRI que apoyaron la represión magisterial durante el peñismo, humillando a este sector al grado de poner en duda su apostolado que no tiene paralelo en la historia educativa de Latinoamérica. Y muchos maestros fueron víctimas del neoliberalismo feroz, perdiendo sus empleos bajo pretextos de incompetencia, derivados de la discriminación característica de los anteriores seis sexenios.
Pero también PAN, PRD y PRI votaron contra el incremento del salario mínimo y por supuesto se indignan por el anuncio oficial de revisar los contratos leoninos entre pasadas administraciones y empresas extranjeras, relacionados con la adquisición de energía eléctrica. Y es que las autoridades actuales presumen alto daño económico a la nación en beneficio de ex funcionarios, que para fortuna son investigados y cuya culpabilidad en algunos casos está plenamente comprobada.
Este combate a la corrupción es el que quisieran detener los de “Sí por México”, buscando la forma de expulsar a AMLO del gobierno, pero, ¿con qué armas si carecen del apoyo popular con el que sí cuenta el Presidente de México?. Usted dirá que solo se trata de presionar para suavizar la embestida de la 4T y pue-que tenga razón, pero no irán muy lejos porque desde hace tiempo se ganaron el rechazo de las mayorías. Y ni modo que sea invento.
VOLVER CON LA FRENTE MARCHITA
Es probable que Carlos Salinas de Gortari pretenda regresar a México de Dublin Irlanda, donde se encuentra. Podrían ser varias las razones: quizá busca el liderazgo de la oposición tomando en cuenta el vacío que existe al respecto. Tal vez solo pretenda defenderse de las acusaciones derivadas de las declaraciones de Emilio Lozoya, a lo mejor desea convertirse en activista y estratega de su partido rumbo a las elecciones del próximo año. Lo cierto es que trasciende su probable retorno.
En este tema AMLO precisa que puede hacerlo cuando lo desee puesto que no existe motivo que lo impida, aunque al margen de ello insiste en calificarlo como “el padre de la desigualdad” al empobrecer a nuestro país. Lo acusa asimismo, de repartir todos los bienes de la nación, “auxiliado” por su hermano Raúl y Pedro Aspe Armella, aquel que fuera secretario de Hacienda y actualmente prominente hombre de negocios. Con esta actitud, dice, pretendió trascender a su sexenio, aunque como sabemos todo le salió al revés, (agrega el columnista), a partir de la muerte de Luis Donaldo Colosio, tanto que su enemistad con Ernesto Zedillo viene desde entonces.
Ambos, Carlos y Ernesto, se acusan mutuamente de ser los causantes de la crisis económica que por aquellos años azotó a México. Al respecto y a manera de defensa, Salinas escribió un mamotreto de casi mil 400 páginas titulado: “México, un paso difícil a la modernidad”.
Después aparecería “la docena trágica” del panismo y posteriormente el derrumbe completo del neoliberalismo. Por su parte, AMLO aclara que no tiene nada personal contra CSG y por ello “no le guarda ni odio ni coraje”. SUCEDE QUE La balacera contra manifestantes en Cancún, sin duda es otra provocación del panismo. Lo complementa el amarillismo de medios de comunicación y “analistas” al servicio de la reacción…lo suyo, lo suyo es la violencia. Y hasta la próxima.