15 diciembre, 2025

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INEVITABLE, SEGUIRÁ EN PICADA

ENROQUE / JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

Para nadie es un secreto que a lo largo de siete décadas el PRI se sostuvo en el gobierno de México a base de fraudes electorales, el cambio en las reglas del juego político, sin embargo, ha puesto fin a la otrora hegemonía tricolor y hoy, en víspera de la elección del 2021, el principal objetivo priísta no es recuperar parte del poder político perdido, como afirman sus dirigentes, sino evitar que los ciudadanos acudan masivamente a las urnas a darle la puntilla.
En la sucesión presidencial de 2012, cuando regresó al gobierno federal tras dos sexenios del PAN, el Revolucionario Institucional gobernaba 20 Estados de la República, en el 2016 el número se redujo a 16, en el 2018 a únicamente 12 y todo indica que, si continúa por ese camino como auguran las encuestas, en la elección del año que viene será un verdadero milagro si conserva una o dos de las entidades federativas que estarán en juego en la contienda.
El riesgo de que la ex aplanadora electoral pierda el registro nacional o que se convierta en una agrupación regional no es un deseo de los adversarios políticos, sino una posibilidad real.
Todos los signos indican que seguirá en picada. De ahí el interés de la dirigencia nacional y de los jerarcas estatales de entablar alianzas electorales totales o parciales con el PAN en aquellos estados, distritos electorales y municipios del país en los que resulten viables, saben que es la única manera de sobrevivir y momentáneamente frenar el gradual proceso de disolución que a decir de los especialistas parece inexorable.
No obstante el respiro que le dieron los sospechosos triunfos de Coahuila e Hidalgo, las circunstancias de adversidad en las que se dará el proceso del próximo año apuntan que el otrora invencible seguirá a la baja y a lo que más podría aspirar es a conseguir diputaciones, locales y federales, por la vía de la representación proporcional, y, salvo contadas excepciones, ayuntamientos de menor jerarquía.
En Tamaulipas el escenario es similar. El ex partido oficial que encabeza Édgar Melhem corre el peligro de quedarse solo, como sucedió en los comicios estatales de 2016 y 2009, de la diezmada militancia que le queda, una parte se abstendrá de votar, otra favorecerá con el sufragio a los candidatos de Acción Nacional y otra a los de MORENA, en tanto que los operadores electorales que aún están vigentes, expertos en toda clase de mañas, venderán nuevamente sus servicios al mejor postor.
Como el PRI, el PRD, que en nuestro Estado perdió el registro legal, se encuentra en las mismas. Sus jerarcas están conscientes de que sin una alianza con el partido de Gómez Morín o con el partido que sea no logrará sobrevivir.
Mientras son peras o son manzanas, el alcalde de Madero, Adrián Oseguera Kernion, declaró que la obra pública del municipio que gobierna se ha realizado con recursos federales correspondientes al ramo 033 y el Fismun y consideró que eso sucederá igualmente en el ejercicio fiscal del año que viene.
En Altamira, por otra parte, parece que han vuelto a enredarse las cosas. Cuando parecía que la fórmula de aspirantes a la que echaría mano el PAN para conservar en su poder la alcaldía y las diputaciones estaba prácticamente resuelta, ahora se dice que la lista de los elegidos continúa sin definirse.
¿Qué sucedió? Se ignora, pero el hecho de que el ex diputado local Víctor Meraz Padrón haya vuelto a empezar a platicar con los liderazgos hace suponer que el proyecto original ha sufrido algunas modificaciones. Lo que parece que los panistas lograron, fue convencer a Ciro Hernández Arteaga a que siga en las filas azules, hecho que fortalece la idea de que otorgarían al ex Tesorero la oportunidad de pelear una curul con la organización de la derecha.
Aparentemente, el ex diputado no aceptó regresar al PRI ni emigrar al Movimiento de Regeneración Nacional, en este último porque, según dice, se dio cuenta de que sería difícil que le asignaran una candidatura sin ser militante, motivo por el que habría decidido seguir en el partido que gobierna el Estado.
El que debe de estar de plácemes con las pugnas internas del panismo de la tierra de Cuco Sánchez es Armando Martínez Manríquez. El ex candidato a la alcaldía altamirese sabe que entre mayores sean las pugnas y diferencias del panismo, mayores serán los porcentajes de que el partido político de AMLO sea más competitivo en la próxima disputa del gobierno del puerto industrial.

Por JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

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