Es el último mes del año y continúa sin control la pandemia, lo que ha dificultado una plena reactivación de las actividades económicas en el estado, y con ello, la creación del empleo y la recuperación de los salarios no se ha logrado, al menos en los niveles que se tenían antes de la declaración de la pandemia.
En febrero se tenía en Tamaulipas un registro de 685,993 empleos formales; con las restricciones implementadas desde el mes de marzo, el empleo comenzó a disminuir alcanzando su nivel más bajo en junio con un total de empleos formales de 654,344 lo que significó que durante ese periodo se perdieron 31,649 empleos formales en el estado.
La recuperación se inició en el mes de julio, en este mes se crearon 5,416 empleos formales; en agosto 5,740 empleos; en septiembre 2,249; y octubre 963. Como se observa, la recuperación en el empleo ha sido constante pero decreciente, hasta la fecha solo se han recuperado 14,368 empleos, pero aun faltan 17,281 empleos formales por recuperarse para estar en las mismas condiciones que en febrero de este año. El ritmo de recuperación del empleo en el estado se ha reducido, lo cual resulta preocupante, debido a que, a este ritmo, la recuperación en el estado podría darse hasta el 2022.
Además, esta situación se hace latente, ya que existe la posibilidad que debido al crecimiento de casos por el virus COVID-19 se incrementen las medidas restrictivas a los negocios, donde principalmente las restricciones no solamente afectarían la capacidad de operación de las empresas, sino que también estás tomarán medidas para reducir los salarios a loa trabajadores, generando una cadena de afectaciones que reducirían la demanda de productos y servicios en el estado.
Medidas más restrictivas a los negocios para controlar el contagio del virus también afectarían la recaudación en todos los niveles de gobierno, lo que agravará la situación económica.
Sin lugar a duda, las empresas más vulnerables a estas medidas restrictivas derivadas de la pandemia son aquellas que realizan actividades no indispensables y que cuentan con un alto costo de operación, además lo que más las afectan en este momento es que muchas de estas empresas operan por debajo de su capacidad instalada, afectando seriamente su rentabilidad.
Asimismo, un costo adicional que han tenido que asumir todas las empresas son las medidas sanitarias, en donde por lo menos asignan a una persona para atender esta nueva posición en las empresas, lo que ha elevado sus costos de operación y afectado sus ganancias.
Los contagios siguen sin control, esto es una realidad, pero también lo es el hecho de que las empresas están severamente afectadas por las medidas restrictivas implementadas, un nuevo cierre no resulta una opción, es momento de escuchar acciones creativas que contribuyan a un control de pandemia, pero para ello las decisiones se deben ser tomadas por la sociedad, los empresarios, expertos y funcionarios públicos, sobretodo para concientizar a la población de que es necesario una mayor participación de esta en el control de la pandemia. Es momento de apoyar a la economía de la empresa. Usted ¿qué piensa?
POR JORGE ALBERTO PÉREZ CRUZ