La vergonzosa alianza del PRI con la ultraderecha, es resultado de la descomposición que sufre desde el inicio de los gobiernos neoliberales con Miguel de la Madrid al frente. No es extraño lo que ahora sucede cuando es epílogo de un proceso natural que incluyó los más altos niveles de corrupción e inmoralidad política y administrativa.
Ni como negar que a partir del 82 los regímenes del tricolor tuvieron como objetivo la destrucción de la república, tarea compartida por “la docena trágica” panista que desde entonces conformó esta amalgama conservadora que por estos días se muestra en toda plenitud, sin máscaras ni escondrijos…digamos que el PRI salió del clóset. En cuanto al PRD ya sabemos que después de la era Lopez-obradorista, se prostituyó llevado de la mano por “los chuchos” Ortega y Zambrano que sin recato ni escrúpulos entregaron el partido al mejor postor.
En este caso a Peña Nieto quien los recibió con la billetera abierta haciéndolos cómplices del saqueo, mediante la aprobación de las “reformas estructurales” que recordamos, institucionalizaron la pobreza y formalizaron la traición privatizando más de la mitad del territorio con sus respectivos recursos naturales. Es explicable entonces la actitud de la dirigencia perredista que hasta orgullosa se muestra en las escenas publicitarias de dicha alianza partidista que, ¡desde luego!, tuvieron enorme cabida en los medios de comunicación comprometidos con el neoliberalismo y nostálgicos por la ausencia de los privilegios del pasado.
El PAN acepta esta situación porque significa una opción de probable triunfo, remoto y lejano y casi imposible, pero opción, aunque podría ser la última mientras la sociedad esté consciente de que en la reacción tiene a su peor enemigo, lo que podría llevar largos años y hasta es probable que otra oportunidad no se presente jamás.
Así de ofendidas están las mayorías. Los conservadores saben que las elecciones del próximo año significan la oportunidad de debilitar a AMLO desde la cámara de diputados, por ello el plan aliancista de ir en 171 distritos electorales en una fantasía triunfalista concebida solo en su afiebrada desesperación.
Ahora solo falta ponerse de acuerdo en quiénes han de ser los tantos más cuántos candidatos que lucharán por un imposible. Serán escenarios de guerra interna donde han de abrirse muchas tumbas, porque al fin de cuentas nadie quedará contento, considerando que lo único que rige a los miembros de tales organizaciones es el lucro, sea la ambición personal, con sus muy contadas y dignas excepciones, desde luego.
De manera que en medio de su agonía el PRI, o su dirigencia mejor dicho, no vacila en agregarse al último carro de la desvencijada locomotora de la oposición como un indigente más que de esta forma trata de sobrevivir… ¿Cómo supone Alejandro Moreno que su partido recobrará la confianza cuando algunos de sus sobresalientes integrantes son símbolos inequívocos de corrupción?.
Qué poco conoce la psicología de las masas, es decir, la reacción social ante la frustración y el engaño. Pero además ignora por conveniencia, que el PAN nació para combatir al PNR (abuelo del PRI), cuyos principios emanaron del movimiento de 1910 bajo las máximas democráticas y de justicia social.
En este sentido existe una militancia que no acepta la traición. Un ejemplo es el de José Patrocinio González Blanco, ex gobernador de Chiapas quien renunció tras 60 años de pertenecer al PRI, y que recién envió una carta al líder tricolor donde expresa: “los ideales deben estar encima de las aspiraciones electorales.
No entiendo cómo es que el PRI se alía con el PAN en claro olvido de nuestra trayectoria ideológica y de las insalvables diferencias que se tienen con ese partido”. De vivir, sin duda igual pensarían Plutarco Elías Calles (creador del PNR, después convertido en PRM por Lázaro Cárdenas y PRI por Manuel Ávila Camacho), y otros como Emilio Portes Gil, Marte R. Gómez, Carlos Alberto Madrazo, Jesús Reyes Heroles o Luis Donaldo Colosio. Usted dirá que el PRI es una caricatura a partir de que postuló a Miguel de la Madrid y posteriormente a Salinas, Zedillo, Labastida, Roberto Madrazo, hasta llegar a Peña Nieto y Meade.
Y tiene razón porque a pesar de las apariencias, fue tal el deterioro moral del tricolor que se volvió insoportable para las mayorías, que optaron en primer término, votar por el panista ranchero ignorante y soberbio de Fox, (ahora convertido en promotor del uso y comercio de la mariguana), bajo el falso llamado de la democracia, aunque quien mandaba era Marthita Sahagún, según obra y consta en las evidencias del caso.
Más tarde esas mismas mayorías intentaron y de hecho lograron revertir el error votando por López Obrador, recibiendo la bofetada del fraude electoral que encumbró a Felipe Calderón quien de carácter débil y sumiso, no solo ante su esposa Margarita sino ante intereses facciosos, llegó al poder para emitir disposiciones irreales, tal vez producto de sus alucinaciones etílicas, que dividieron, confrontaron y violentaron la república…y ni modo que sea invento.
TODOS CONTRA LA PANDEMIA
En Cuernavaca radica Antonio Marín Aguilar, un buen hombre en toda la extensión de la palabra: generoso, noble, responsable jefe de familia y excelente amigo y hermano de toda la vida. Él ahora está afectado seriamente por el coronavirus y deseo con toda el alma que se salve, como también deseo la misma suerte para los que padecen esta diabólica enfermedad que de alguna manera nos daña a todos, por la pérdida de seres queridos o personas cercanas.
Es una tragedia que amenaza rebasar las más severas precauciones oficiales y pareciera que no hay remedio para contener el virus a pesar de los esfuerzos institucionales. Estamos en medio de una crisis sanitaria sin paralelo en la historia moderna y toca a la presente generación asumir el riesgo, pero también la responsabilidad.
Me duele que mi querido Toño esté enfermo y el sufrimiento de su familia y ruego por volver a verlo sonreír al recordar las travesuras de los tiempos idos, cuando la vida nos parecía eterna primavera. Ambos llegamos a la edad sin retorno, con el organismo cansado y quejumbroso, pero animosos para disfrutar los días que nos restan, aunque conscientes de que Dios perdona pero el tiempo no. Ahora yo deseo que mi hermano Toño se salve y pido al Creador que suceda, porque creo en los milagros y de ello tengo pruebas irrefutables.
Vivimos entonces una tragedia, ¿será mucho pedir que todos cumplamos la parte que nos toca para contener el mal?, cumplir al menos con las recomendaciones elementales de las autoridades más que un deber ciudadano es obligación humana por Toño, por nosotros, por todos. SUCEDE QUE Cuando menos una decena de alcaldes y ex, están “en el ojo del huracán” por efectos retroactivos…yo diría que algunos (as) ya van rumbo al patíbulo sin excusa ni pretexto. Y hasta la próxima.