Dentro de una semana concluirá la gestión legislativa de Tamaulipas dominada por el PAN y se iniciará la siguiente con una conformación totalmente diferente en la que Morena tendrá la supremacía, relevo que para algunos iniciará la cuenta regresiva no solo de la integración del actual congreso estatal sino también del fin de la época de los vientos de cambio y el comienzo de los de la Cuarta Transformación.
Los estrategas de Acción Nacional saben que, aunque aún resta un año al sexenio albiazul, a partir del primer día de octubre las cosas serán totalmente distintas a los cinco años de la alternancia, cuando el partido tenía en su poder el control del Congreso del Estado, en los últimos doce meses de la administración tendrán que nadar contra la corriente.
De acuerdo con lo que ha anticipado el coordinador parlamentario morenista, Armando Zertuche, la agenda legislativa del partido de AMLO abordará, entre otros temas, las reformas que protegen al ejecutivo estatal del desafuero, la que autoriza a este y a algunos de sus colaboradores a utilizar escoltas de por vida, la revisión de las cuentas públicas de los organismos públicos igual que la inspección de las operadoras del agua de la entidad.
Se revisará asimismo la designación de Juan Carlos López Aceves como nuevo titular del órgano de control del TRIELTAM, que, a decir de los propios magistrados, vulnera la autonomía e independencia del árbitro electoral, por lo que ya interpusieron dos recursos ante la Sala Regional del tribunal de Monterrey, la reelección por otros siete años del Fiscal Irving Barrios Mojica y que para removerlo tendría que requerirse mayoría calificada del congreso.
Otro asunto que analizará será la correspondiente a la actuación de la Presidenta del Tribunal Electoral, Blanca Hernández Rojas, que les parece que se ha tornado demasiado azulada.
Mientras tanto, la disputa legal de las diputaciones plurinominales tamaulipecas está a todo lo que da. El Tribunal Electoral de la entidad echó abajo la repartición aprobada por el IETAM que obliga al árbitro político a realizar una nueva reasignación de los asientos de representación proporcional.
En el supuesto de que así quedara el reparto, se quitarían al PAN dos curules y su bancara se reduciría de 13 a 11, se aumentarían de dos a cuatro las diputaciones al PRI, que podría conformar una bancada, y la Junta de Coordinación Política del congreso quedaría en manos del Movimiento Regeneración Nacional.
A los diputados priistas Alejandro Guevara Cobos y Juliana Garza la decisión les permitiría acceder al congreso, en tanto que a las legisladoras panistas Sandra Luz García Guajardo y Mireya González Treviño, las dejaría fuera del palacio de 15 y 16 Juárez de ciudad Victoria.
Sin embargo, el asunto no ha concluido, el PAN dio a conocer que impugnará la nueva reasignación de los diputados ante la sala regional del TEPJF, instancia que será la que dirá la última palabra y resolverá finalmente cómo quedará compuesta la 65 Legislatura.
Para terminar, afortunadamente para el actual gobierno de la entidad, la liberación de Eugenio Hernández resultó falsa y ha trascendido que, por el contrario, el proceso de extradición que se le sigue ya se habría destrabado y pronto el ex gobernador será puesto a disposición de la justicia de los Estados Unidos.
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