Altamira.- Una vivienda ubicada en el fraccionamiento Arboledas del municipio de Altamira fue desalojada la tarde de hoy lunes por orden de autoridades judiciales luego de que tenía 11 años invadida.
La situación se registró en la calle Naranjo del citado fraccionamiento cuando llegó personal del Juzgado respaldados por elementos de la Policía Estatal quienes procedieron a abrir la vivienda que se encontraba cerrada ya que sus moradores no estaban y empezaron a sacar todas las pertenencias a la vía pública.
El personal cumplía una orden judicial en favor del legítimo propietario de la vivienda que reclamó su casa.
En la vivienda habitaba una mujer y su hijo de 12 años de edad quien afirman está enferma y está con un familiar en Matamoros.
Pamela Toscano, nuera de la señora que vivía en la casa desalojada, señaló que hace más de 12 años, la vivienda estaba vacía y en mal estado ya que se encontraba sin ventanas ni puertas hasta que llegó a vivir su suegra quien la rehabilitó.
» El dueño tiene años que dejó abandonada esta casa, mi suegra no tenía dónde vivir y por eso ocupó la casa (…) la casa, era un cascarón y se le colocaron puertas y ventanas y hasta un tinaco y eso no es justo’ explicó.
Afirmó que su suegra pagaba los servicios de agua y luz e incluso el recibo de luz ya estaba a su nombre y que está dispuesta a tener un acuerdo con el dueño.
Mientras que el abogado Moisés Loera aseguró que por los años que ha pasado habitando la vivienda, la señora había adquirido derechos.
Por su parte una de las vecinas que prefirió omitir su nombre señaló que la problemática de las casas abandonadas en dicho fraccionamiento les afecta y tienen el temor de que sean ocupadas estas viviendas por vándalos o mal vivientes que para ellos representa un riesgo.
» Pues ojalá y la ocupen, porque si van a dejar esa casa sola y al rato ya no va a tener otra vez ni puertas ni ventanas y van a vivir los maleantes y drogadictos van a vivir ahí y solo nos roban a nosotros y es un riesgo para nosotros”, señalaron.
Todas las pertenencias quedaron en la vía pública entre ellas camas, estufa, ropero, sillas y ropa.
Por Silvia Mejía