11 julio, 2025

11 julio, 2025

Cómo andar en la calle

CRÓNICAS DE LA CALLE / RIGOBERTO HERNÁNDEZ GUEVARA

TAMAULIPAS.- En las cosas más sencillas están las más extraordinarias durante un encierro. Usted puede buscar adentro de la casa lo que afuera ha buscado hace mucho tiempo y pasar allí en ese sitio buscando aunque no encuentre nada.

Encuentra en la pared una raya y se figura un graffiti urbano. Practique salir adentro de su casa como si anduviera en la calle, dé vueltas en la sala, aproveche cuando vaya al baño y cuando salga sonría como si la calle estuviera llena de muchachas. Sorpresivamente a cada rato encuéntrese a sí mismo.

No puede escapar de esa intensidad de creer que lo andan buscando y volver sobre sus pasos para almorzar y verse en el espejo.

Salga de un almuerzo para ir a la ventana. Si alguien le llama vaya a ese otro barrio lejano, entonces conteste, cuelgue y esta vez llame usted, cierre los ojos para que no vea que frente a usted espantosamente está la persona con la que habla.

Consulte el reloj a cada instante como si se le estuviera haciendo tarde para llegar a una parte y usted apenas en el microbús del 12 por 16 a vuelta de rueda y el chofer que no le apura, no se desespere.

Dígale al chofer imaginario que usted tiene una cita, aún y cuando nunca lo hayan invitado a salir en su vida. Ya en su habitación practique el salto de longitud simulando cualquier bache.

No importa que en la calle el bache real se más grande que la calle y que su casa. Pásese un alto como si viniera un carro, dele bien recio, “hágase para un lado señora”, nomás no sea grosero, ayude con la bolsa a la señora.

Practique el boxeo de sombra, no sé para qué pero hágalo, no se sabe lo que encontrará cuando salga, no se golpeé muy fuerte, no corra riesgos. En su casa tiene la ciudad completa un poco o mucho más limpia. Tiene biblioteca, un pasillo que parece una avenida que si camina despacio se alarga. Tiene un restaurante con buffet para que se sirva a su gusto, es decir, hágase unos huevos revueltos, sirve que practica los que nunca le salieron estrellados.

Si usted es creyente puede convertir su casa en una iglesia abierta,comience o termine de leer la Biblia.

Por otra parte, hágase preguntas tontas como si estuviera viendo el río que cruza la ciudad un día lleno de basura y otro día lleno de agua.

Apague la luz y piense en una plaza sin luna, desde ahí pronostique la lluvia antes de la ducha con agua fría Ya encandilado no se emocione si hay mucho tráfico, no se le atraviese a los carros ni se quede a dormir en la calle.

Con el mundo a su alcance escrito en esta página viaje a Cancún, a una playa, la más cara es lo mismo. No vaya a chafear ahorita que la imagina.

No haga como que va a trabajar y otros como que le pagan, adentro de su casa trabaje realmente, haga un poco lo que no le guste hacer, atrévase a ir más allá del dulce placer de no hacer nada más que rascarse la panza.

Es Primavera. Haga como los pájaros en los árboles. Tome mujer y acuéstela o que lo acueste en una rama, entre las hojas verdes de la cama y tengan aves, y sueños en lugar de ideas extrañas. Vuelva a consultar el reloj cuando caiga la noche y nadie lo vea, cuando sienta que no anda nadie en la calle.

Apague el foco y llegué a casa, abra la puerta luego de cerciorarse sea la suya. Es la suya, ni modo usted hubiese querido que fuese otra, pero si así fuera usted hubiese sido también otra persona, aunque con esta se conforma. No sea díscolo.

Adentro de la casa no hay Coronavirus, dele un beso a su esposa ahora que creyéndolo loco se han quedado dormida. HASTA PRONTO.

CRÓNICAS DE LA CALLE / RIGOBERTO HERNÁNDEZ GUEVARA

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