CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El 1 de diciembre del 2018, en el primer día del gobierno del presidente López Obrador, Héctor Martín Garza González fue nombrado Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública.
Se convirtió así en el primer tamaulipeco, y el único hasta el momento, en formar parte del gabinete legal y ampliado del mandatario.
Era su regreso a la estructura federal, muchos años después de haber ocupado posiciones como la jefatura regional de tiendas ISSSTE en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
Hoy, Héctor Garza González ha confirmado que busca ser el candidato de Morena a la gubernatura de Tamaulipas y que se registrará en la convocatoria que lanzará su partido.
Sería una segunda oportunidad -en el 2016 fue el primer candidato tras la creación del partido pero claro está, en condiciones muy distintas.
Hijo de una pareja de obreros, Héctor Martín nació en Reynosa el 11 de noviembre de 1957.
Sus padres Rubén Garza Reyes y Consuelo González Cuéllar habitaban una vivienda en el centro de Reynosa.
En ese ambiente modesto creció el primogénito que después se convirtió en el primer profesionista de la familia.
Para ello salió de su ciudad natal. Estudió en la Universidad Autónoma de Nuevo León y en la Universidad Regiomontana, de donde egresó como Licenciado en Administración de Empresas.
En ese momento, plena década de los setenta, ya había tenido su primer acercamiento con la política: fue electo por sus compañeros como presidente de la Sociedad de Alumnos de la Preparatoria José de Escandón.
Él mismo ha narrado que desde aquellos tiempos supo que buscaría ocupar posiciones de influencia en la vida política de Tamaulipas.
Su primer acercamiento con el servicio público fue en 1983 como subdirector de Obras Públicas del Gobierno Municipal de Reynosa.
Pero su primer cargo de elección popular fue la regiduría obtenida en la administración municipal 2002-2004 a cargo del alcalde Serapio Cantú Barragán.
Garza González ya militaba en la izquierda y empezó su recorrido como un cuadro de importancia para el PRD tamaulipeco.
De aquellos tiempos, quienes vivieron de cerca su trayecto político recuerdan que el regidor se distinguía por donar su sueldo para obras de beneficencia, por ejemplo entregando equipo de cómputo a escuelas marginadas.
Eran los tiempos en que el perredismo vivía su momento de mayor poder, con López Obrador como influyente Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y serio aspirante a la Presidencia de la República.
Durante ese periodo, un año antes de las elecciones presidenciales del 2006, Héctor Garza llegó al Congreso del Estado para formar parte de la 59 Legislatura.
Ahí fue Presidente de la Comisión de Educación, y con el tiempo se convirtió en el primer diputado de oposición en presidir la Mesa Directiva del Poder Legislativo.
Fueron años de intensa actividad política. El desafuero, la campaña del 2006, el conflicto poselectoral cimbraron al país.
Ese lapso definió a Héctor Garza como uno de los tamaulipecos más cercanos al ahora presidente López Obrador.
En el 2005 había sido invitado por el diputado Manuel Camacho Solís para unirse activamente a la campaña presidencial y promover el proyecto del candidato perredista en Tamaulipas.
Por eso, en el 2007 también colaboró en la instalación de las casas del llamado gobierno legítimo en el estado.
Algo se cocinaba en la izquierda mexicana: el nacimiento del Movimiento de Regeneración Nacional y una inevitable ruptura con el PRD que a la postre derivaría en el escenario político actual, con Morena como el partido de mayor alcance electoral, y el perredismo reducido a su mínima expresión.
Pero Tamaulipas no estaba ni cerca de ser un reducto importante para la izquierda obradorista.
Aquí Felipe Calderón sacó 506 mil votos, contra los 324 mil de López Obrador, que apenas pudo vencer a Roberto Madrazo que obtuvo 317 mil votos.
Fue aquel famoso 2 de julio de las llamadas de Elba Esther Gordillo a varios gobernadores priistas, incluido Eugenio Hernández, para pedirles que operaran a favor del PAN porque las posibilidades del PRI ya eran nulas.
En aquel contexto, no era fácil hallar en el estado a cuadros políticos sólidos que pudieran formar parte del incipiente Movimiento creado por López Obrador.
La coordinadora del llamado Gobierno Legítimo en Tamaulipas era una senadora tabasqueña, Rosalinda López, que no se daba abasto para atender sus tareas legislativas y partidistas tan lejos de su terruño.
Ahí se dio el acercamiento más intenso de Héctor Garza con López Obrador.
El reynosense recuerda que lo invitó a acompañarlo en una gira por el Altiplano y la Huasteca.
Recorrieron los Morelos, Tula, Miquihuana y Jaumave; AMLO le había dicho que tenía que platicar con él durante la comida en Ciudad del Maíz, San Luis Potosí.
La charla no se dio porque al lugar arribó un senador potosino que le solicitó audiencia.
Ya por la noche, tras un evento en Jaumave, López Obrador le pidió que coordinara su movimiento en Tamaulipas; formaría parte de una estructura de 40 personas que representarían a su gobierno en todo el país.
“No hay nada que pensar, a mí me honra esta invitación. La esperaba desde hace tiempo, y estoy listo para emprender con usted un proyecto con rostro y con sentido social”, respondió
el entonces diputado local.
Desde aquel acercamiento han pasado 15 años y muchas cosas.
El Movimiento de Regeneración Nacional empezó a crecer paulatinamente gracias a los constantes recorridos del presidente de la República por -literalmente-todos los municipios del
país.
En Tamaulipas, Héctor Garza fue nombrado coordinador de Enlace Estatal y responsable de los “comités de protagonistas del cambio verdadero”
Aunque aún faltaba mucho, la campaña presidencial del 2012 estaba en marcha.
Pero tras la debacle priísta del 2006, también se construía en el país una suerte de resurgimiento que llevó a Peña Nieto a Los Pinos, como abanderado de lo que entonces se llamó el “Nuevo PRI” A Morena, fundado como asociación civil en el 2011, todavía le tocaría hacer más talacha política para emerger como la fuerza partidista que es hoy.
Finalmente en el 2014 logró su registro ante el Instituto Federal Electoral y en el 2015 participó por primera vez en una elección federal.
Necesitaban un candidato para competir por la gubernatura de Tamaulipas un año después.
López Obrador ya era formalmente presidente del Comité Nacional del Partido Morena, y en Tamaulipas empezaba a operar una incipiente estructura encabezada por otro de los fundadores, Laurencio García.
Esa dirigencia propuso a tres cuadros para que se sometieran a las encuestas, pero el Comité Nacional tenía la facultad de proponer otros dos aspirantes. Gracias a esa ventana legal el presidente pidió que también se pusiera a competir el nombre de Héctor Garza, quien finalmente ganó el proceso interno y se ganó su lugar en la boleta como el primer candidato en la historia de Morena para la gubernatura de Tamaulipas.
Fue una campaña cuesta arriba que no arrojó los resultados esperados: Morena sacó 32 mil votos en su debut electoral en el estado.
A la distancia, el mismo Héctor Garza, ha señalado que el partido no pudo construir una estructura electoral que pudiera defender el voto morenista en la entidad.
LEVANTA LA MANO
Hoy, Garza González despacha desde la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Economía del Gobierno federal. Ahí llegó el 15 de enero del 2021, tras haber ocupado la misma posición pero en la Secretaría de Gobernación desde el 1 de julio del 2020.
Ya tenía la experiencia de haber manejado la administración de la Secretaría de Educación Pública federal, el ente gubernamental con más recursos económicos de Latinoamérica.
En el 2019, por ejemplo, ejerció 700 mil millones de pesos de presupuesto; “y ahí está la auditoría, ni una sola observación”, suele decir el funcionario.
Los fines de semana visita diferentes regiones del estado. Igual que en sus tiempos de regidor en Reynosa, suele ofrecerse para equipar instituciones educativas o apoyar agrupaciones deportivas.
También para seguir practicando el beisbol, una de las aficiones que comparte con el presidente.
Está casado con la Maestra Rosalba Catalina Orezza Bejarano, y tiene cuatro hijos: Crystel Rosalba, abogada; Ana Catalina, Licenciada en Relaciones Internacionales; Alejandra Sarahí, Licenciada en Ciencias de la Educación y Héctor Rubén, Ingeniero Mecánico.
Desde la posición que sostiene en el organigrama federal, se ha organizado para mantener presencia en Tamaulipas.
Así lo exigen los tiempos políticos, y el calendario de su partido, que él conoce porque de algún modo u otro ha participado en todas las luchas electorales desde su creación.
En el 2012 fue el responsable político electoral de Tamaulipas para la campaña de López Obrador, y en el 2018 coordinó cinco distritos electorales.
A casi seis años de distancia, de su incursión en las urnas, Héctor es uno de los morenistas más enfáticos respecto a sus aspiraciones para el 2022: “Es un sueño largamente acariciado en mi vida; desde los diecisiete años. tengo cuarenta y cinco años de buscar ese sueño, largamente y de acrisolarlo todos los días”.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
Expreso-La Razón
Siempre me parece un gran orgullo estar presente con todos los tamaulipecos y tamaulipecas defendiendo la esperanza para nuestro estado, y saber que cosas mejores van a lograrse trabajando juntos. #AmorXTamaulipas #SomosEsperanza pic.twitter.com/A3KxSGRpCM
— Héctor Martín Garza (@HectorGarzaMx) October 3, 2021
Me llena de orgullo y alegría ver la participación de nuestra gente en Matamoros, saber que la Esperanza sigue avanzando en Tamaulipas y que está en nuestras manos ser los guardianes que buscamos una transformación real para todos. #SomosEsperanza#AmorXTamaulipas pic.twitter.com/JsFSGGuTsc
— Héctor Martín Garza (@HectorGarzaMx) September 28, 2021
En las tamaulipecas encontramos el valor y la esperanza de que las oportunidades SÍ mejoran para todas. #MujeresXTamaulipas#AmorXTamaulipas#SomosEsperanza pic.twitter.com/u7pOGBYcbh
— Héctor Martín Garza (@HectorGarzaMx) September 29, 2021