TAMAULIPAS.- La iniciativa de la reforma eléctrica planteada por el Presidente López Obrador al Congreso federal ha confrontado a los partidos de la oposición “Va por México” y al mismo tiempo ha dado al PRI, cuyos votos definirán el desenlace de la propuesta presidencial, un papel de vital importancia para el futuro de México. Por ese motivo el tricolor es objeto de fuertes presiones.
Por un lado, los representantes del PAN le exigen que se pronuncie en automático contra la reforma y le han lanzado un ultimátum para que defina su posición, en tanto que AMLO le ha hecho ver que se encuentra ante una coyuntura histórica, apoyar la postura del ex Presidente Carlos Salinas o las de los presidentes Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos.
Los emplazamientos, desafortunadamente han empeorado las cosas especialmente para coalición. El dirigente nacional, Alejandro Moreno, ha expresado en tono enérgico que su partido no acepta presiones, que antes de decidir, analizará a fondo la reforma, y para que los panistas vayan entendiendo, ha advertido que, si las circunstancias lo requirieran, el Revolucionario Institucional está listo para ir solo en las futuras contiendas electorales.
Por si eso no fuera suficiente, el coordinador parlamentario de los priistas en San Lázaro, Rubén Moreira Valdez, lamentó que el partido haya votado a favor de la reforma enérgica del Presidente Peña Nieto ya que, además de que en vez de abaratar el servicio como se pregonaba lo encareció, les salió caro en los comicios de 2018, expresión que deja entrever que el sentir de parte de las cúpulas estaría más cerca de la 4T que de los aliancistas.
Sean peras o sean manzanas, el tema se ha convertido en una prueba de fuego para los que pretenden echarle montón a Morena en las elecciones de nuevos gobernadores de 2022 pero particularmente de la sucesión del 2024.
Los analistas coinciden en que, sin la alianza, la esperanza de los opositores de sacar a Morena de la Presidencia y quitarle la mayoría legislativa se esfumaría.
En Tamaulipas la situación es similar. El dirigente estatal del PRI y diputado local, Edgar Melhem Salinas, insistió en que en estos momentos no hay condiciones para entablar una alianza con el partido de Gómez Morín con vista a la elección del gobernador del año entrante, que sería mejor contender con candidato propio.
Los panistas o mejor dicho los cabecistas tamaulipecos, por otra parte, están de plácemes con la emigración de dos diputadas locales morenistas a las filas albiazules.
Sin embargo, tampoco ignoran que el sentir de los ciudadanos no ha cambiado, que en la jornada del 6 de junio prefirieron la opción de la Cuarta Transformación que la de Acción Nacional y eso podría repetirse en los comicios del año que viene. Independientemente de lo que ocurra, el que sigue haciendo su chamba es el Secretario General de Gobierno y aspirante a candidato del PAN a gobernador, César Verástegui Ostos.
Con el propósito de fortalecer la estabilidad política estatal, el funcionario se mantiene en interlocución permanente con todos los actores políticos, tarea fundamental para que la entidad marche sin contratiempos.
El Truco está consciente de que entre mejores sean los resultados de las tareas que tiene asignadas, en las que ha demostrado que es una chucha cuerera, los momios del proceso interno por la candidatura de gobernador se mantendrán a la alza y aumentarán igualmente las posibilidades de que, a la hora de la postulación, resulte el elegido de la carrera interna.
Los enterados coinciden en que, al más fuerte de los contrincantes del mantense, el alcalde de Tampico, Chucho Nader, necesita inventar algo más efectivo para promover sus pretensiones a lo largo y ancho del Estado a fin de fortalecer su presencia estatal y ser tan competitivo en el norte como en el sur, sobre todo si, como dijo el dirigente nacional, Marko Cortés, la candidatura se resolviera como en Morena, a través de una encuesta de opinión.
Desde la óptica de los electores, la nominación se decidirá entre Verástegui y Chucho, coinciden en que el diputado Gerardo Peña fue incluido en la lista de presuntos únicamente como relleno.
En Morena, en cambio, los más viables son Américo Villarreal y Rodolfo González Valderrama. Si no sucede nada extraordinario, uno de los dos, opinan los morenistas, será el candidato.
No incluyen a Felipe Garza Narváez porque, no obstante que es el mejor posicionado, parece que el alto mando teme que si las mediciones son auténticas les echaría abajo los planes.
ENROQUE / JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021
