Como sucede al inicio de cada nueva administración, el alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez, ha iniciado la gestión con serias dificultades económicas.
Lo recursos de los últimos tres meses del año, octubre, noviembre y diciembre, fueron aprobados por el cabildo anterior y están etiquetados, de manera que será hasta enero del año entrante cuando dispondrá de dinero, principalmente del proveniente del pago del impuesto predial.
Mientras llega esa fecha, sin embargo, los gastos de la nómina y demás serán cubiertos con las participaciones estatales y federales, las erogaciones que generen el inicio de obras y trabajos de la Comuna tendrán que solventarlos con la promesa de que cuando lleguen los recursos se pondrán a mano.
No sería extraño que para pagar la primera quincena a la planta de personal se vieran en apuros, por ese motivo.
Así que para imponer la austeridad republicana que caracteriza a los gobiernos de Morena el Secretario de Finanzas, Regino Vázquez Vega, tendrá que hacer malabares y ajustar el cinturón en tanto empiezan a llegar los ingresos.
El alcalde, como se sabe, se redujo el salario a la mitad, de cien mil a 50 mil pesos mensuales, reducción que se hará igualmente extensiva a las percepciones de todos los integrantes del gabinete administrativo, incluidos los síndicos y regidores del cuerpo de gobierno.
Para cumplir con el principio de sobriedad económica, el titular del ayuntamiento se verá en la necesidad de aplicar un recorte a la planta de personal. La pregunta es ¿cuántos de los servidores públicos de primer nivel y por cuanto tiempo le aguantarán al Presidente municipal con la mitad de sueldo?
Otra oferta que se le dificultará cumplir a Martínez Manríquez es la de “Altamira para los altamirenses”, ya quese antoja complicado encomendar todos los cargos municipales únicamente a nativos del puerto industrial. El ex priista tiene que ser muy cuidadoso con lo que hace, si tiene entre sus planes, como su antecesora Alma Laura Amparan Cruz, buscar la reelección en el 2024.
Además de esos problemas, ha trascendido que se han generado ya las primeras fricciones entre los nuevos funcionarios administrativos, casos concretos de la Secretaría de Desarrollo Urbano, por ejemplo, asignada a Luis Gerardo Badillo Sánchez, y su segundo de abordo, miembro del grupo del ex alcalde Pedro Carrillo.
Algo similar pasa, a decidir de los enterados, en la Secretaría de Comunicación Social, otorgada a Cinthya Jaime Castillo, locutora que quería ser diputada local con la camiseta de Morena por el distrito 19.
En asuntos de otra índole, el Secretario General de Gobierno, César Verástegui Ostos, declaró que en lo que se refiere a la disputa de la candidatura del PAN a gobernador de Tamaulipas, todavía “no hay nada para nadie” y que en el caso personal del nativo de Xicoténcatl, cuando aparezca la convocatoria, que se espera ocurra en diciembre, decidirá si le entra o la deja pasar.
La realidad dice otra cosa. El magno evento de apoyo que los simpatizantes le organizarán el sábado en el Polyforum de ciudad Victoria para externarle el respaldo a su eventual candidatura indica, no obstante, que para muchos panistas y simpatizantes del partido albiazul, El Truco es uno de los aspirantes al puesto de García Cabeza de Vaca de mayor peso en las filas de Acción Nacional.
Sin descartar, por supuesto, al alcalde de Tampico, Chucho Nader, quien, como ya se ha tornado habitual desde que asumió las riendas de la ciudad, volvió a repetir como el mejor evaluado entre cien alcaldes del país.
De acuerdo con la encuesta de Consulta Mitofsky correspondiente al mes de septiembre, el titular del ayuntamiento tampiqueño apareció nuevamente a la cabeza de la lista de los jefes edilicios con la calificación más alta de 70.6 por ciento de puntuación, medición que demuestra que el trabajo que realiza a diario el edil no solamente destaca en el servicio de la limpieza, el programa estrella de la administración, sino en todas las áreas del quehacer del gobierno de la ciudad.
Como se pensaba, los diputados locales de la 4T que integran la 65 legislatura tamaulipeca, liderados por Armando Zertuche, revisan con lupa los gastos de los legisladores de la 64 gestión para verificar si todo se encuentra en orden y en su momento los resultados de la pesquisa se harán del conocimiento público.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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