Como si eso fuera a cambiar los resultados registrados en las encuestas -que desde hace días estaban en manos de la dirigencia de Morena- ayer muy temprano, se activaron los cuartos de guerra digital de los finalistas tamaulipecos.
Las habituales fake news, incluidas
las propagadas por un senador suplente, inundaron las redes sociales, y los más fieles seguidores de uno u otro aspirante invadieron las transmisiones de Mario Delgado para asegurar que su candidato merecía el nombramiento más que nadie.
Claro, ninguno de esos recursos de última hora pudieron cambiar las cifras.
Américo Villarreal será el candidato de Morena porque así lo dictaron las encuestas: una realizada por el partido y dos por empresas privadas que pueden presumir prestigio en el mundo electoral.
El ejercicio realizado ayer por el Comité Nacional y la Comisión de Elecciones estuvo diseñado con todo detalle para dejar pocos resquicios a la duda y al pataleo, que de cualquier manera llegará porque así es la naturaleza humana.
Pero la precisión con la que se presentaron los datos debería abonar para que los reclamos sean neutralizados.
No es menor esta circunstancia porque como habían dicho todos los aspirantes morenistas, una vez publicado el candidato, para ellos será fundamental que logren armar el rompecabezas de la unidad.
Con elementos que deben ser vistos como prioridad: tanto Maki Ortiz como José Ramón Gómez Leal salieron muy bien evaluados en las preferencias que midieron las encuestadoras.
La ex alcaldesa en un segundo lugar, cerca de Américo, y el ex delegado en una tercera posición con muy buenos números, dos personajes que deberían de alguna manera u otra, integrarse a una campaña que no será sencilla.
Sobra decir que el desafío para el todavía senador es mayúsculo, luego de hacer lo necesario para curar las heridas internas, deberá empezar a dimensionar el encontronazo que está por venir.
Acude a una de las batallas políticas más duras que se hayan desarrollado en el estado, y a pesar de lo que puedan decir las encuestas, enfrente tiene a un adversario que se jugará todo para retener el poder a partir del 2022. La conformación de su equipo político es un paso trascendental en la ruta crítica hacia el 5 de junio.
Aunque es verdad que por el momento resulta un enigma el comportamiento que adopte a partir de ahora Rodolfo González Valderrama, quien tiene en sus manos -ni más ni menos- la llave de los programas sociales en Tamaulipas, la buena noticia para Américo es que de los siete aspirantes que entraron en la final del proceso interno, al menos tres o cuatro podrían acompañarlo sin mayores problemas en su proyecto.
Ayer, Morena dio el primer paso.
¿Tendrá alguna influencia la jugada morenista en la decisión que tomará el PAN?
Muy pronto lo sabremos.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORE