La competencia por la gubernatura de Tamaulipas se pelea en diferentes pistas, incluida claro, la que pisan todos los días los precandidatos en sus incipientes -también un poco insípidos- recorridos por el estado.
En ese terreno, Américo y César Verástegui empiezan a mostrar sus armas y las habilidades con las que cuentan para hacer campaña.
Con sus equipos a medio formar, están por el momento en estado natural.
Al paso de las semanas, ya veremos si el ejército de consultores y asesores que seguramente empezará a rodearlos (y sangrar el financiamiento público), consiguen sacar lo mejor de sus particularidades, si los convierten en productos electorales viables, o si por el contrario, como ha pasado en muchas ocasiones, los dejan más confundidos de lo que ya deben estar.
Por lo pronto, la estrategia de uno y otro está clara.
“El Truco”, siempre al ataque. Sus primeros discursos apuntan directo y con parque pesado a Morena y su precandidato.
Américo, por su parte, avanza sin contratacar por el momento. Su apuesta en los primeros días de precampaña es evidente: poner por encima, incluso de su candidatura, la marca morenista y de la cuarta transformación.
La segunda pista en la que se compite por la gubernatura es la política nacional. ¿Quién tendrá más ganas de quedarse con la gubernatura de Tamaulipas?
El presidente López Obrador, además de su relación tóxica con el Nuevo Santander, tiene mucho interés en este rincón del país con miras al 2024.
Pero por la misma razón, también afila los cuchillos la extraña coalición PAN- PRI-PRD, apuntalada por los grandes capitales del país que odian con odio jarocho al mandatario y la 4T.
Como solo serán seis gubernaturas las que se disputarán el 5 de junio, en los próximos meses veremos aparecerse por aquí a muchos políticos de todo el país.
El lunes por ejemplo, los senadores del PAN, llegarán a Tampico para realizar ahí su plenaria.
La intención obvia es venir a dar un espaldarazo al proyecto que encabeza César Verástegui.
Los de Morena realizaron esta semana en el sur de Tamaulipas una asamblea informativa en la que participaron con más pena que gloria la vice coordinadora de su grupo parlamentario en San Lázaro, Aleida Alavez, y la diputada federal Blanco Narro.
Pero la verdadera apuesta para dar un impulso definitivo a la campaña de Américo Villarreal será el respaldo irrestricto de López Obrador con todo el peso de la Federación.
Miembros importantes del primer círculo presidencial como Jesús Ramírez Cuevas secundaron desde hace meses las aspiraciones del senador.
Y en ese mismo contexto también se esperaría que llegara apoyo político de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, primerísima en la lista sucesoria del presidente, porque, una vez más, lo que está en juego es el acomodo de las fichas rumbo al 2024.
Tampoco debe pasarse por alto que el 10 de abril se realizará por primera vez en la historia una consulta de revocación de mandato presidencial, en pleno arranque de las campañas por la gubernatura.
Es decir, guste o no, el sí o no para el presidente López Obrador formará parte del proceso político tamaulipeco.
La tercera pista de la competencia está en el Libramiento Naciones Unidas de Ciudad Victoria.
La más endeble de todas: el Congreso de Tamaulipas que atraviesa una virtual parálisis legislativa por la difícil correlación de fuerzas, pero sobre todo, por la falta de oficio de quienes deberían especializarse en hacer política.
Ahí las matemáticas no mienten, Morena y el PAN están empatados.
Y hasta el momento, ni unos ni otros pueden presumir buenas cuentas para sus partidos.
POR MIGUEL DOMíNGUEZ FLORES