El pilar de la campaña de MORENA ya se le notan las grietas y podría no resistir los vendavales que se pronostican de aquí al 5 de junio, el día del temblor que no aguantaría.
Así es mis queridos boes, para nadie es un secreto, porque propios y extraños lo dicen, que la fortaleza de la campaña morenista en el Estado es la imagen del Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y su partido, incluso muy por encima de los rostros locales de la 4T y en ello encuestadores, analistas y mercadólogos han basado la apuesta de que la ola guinda alcance a Tamaulipas.
Es irrefutable que MORENA es AMLO y que en este último, que llegó al poder en México con una histórica votación a favor de 30 millones, por eso mucho antes de que hubiera candidatos a la gubernatura que dejará vacante FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, el partido de la 4T figuraba como amplio favorito, más de 2 a 1 sobre el PAN para ganar la elección.
Fue por eso que varias docenas de morenistas y advenedizos se apuntaron para la interna en busca de la candidatura de ese partido, porque se suponía que si nominaban a un burro para gobernador, iban a ganar.
Al final, como haya sido, se impuso en la contienda AMÉRICO VILLARREAL, y las mediciones variaron apenas un poquito a la baja, pero apenas era la última semana de diciembre y del año pasado, hoy el panorama es diferente, el firme en que se apoya el proyecto entró en crisis y las dudas están a la alza.
El financiero 60 contra 38 popularidad de AMLO, 7 puntos menos que el mes anterior
En la encuesta publicada el 9 de febrero por México Elige, documentaron que el escándalo de la ‘casa gris’ de JOSÉ RAMÓN LÓPEZ BELTRÁN ya le había causado una baja de 7.8 puntos de popularidad a AMLO.
Pero sucede que esta encuesta se levantó entre el 1 y 6 de febrero y el fin de semana y antier el tema era tendencia en Twitter y lejos de estar de salida el presidente se mueve y se hunde cada vez más.
México Elige ubicó a AMLO con una aprobación del 58.3 por ciento de los ciudadanos para el 6 de febrero, cuando un mes anterior estaba en 66 por ciento. Es decir que el escándalo de su hijo y posible tráfico de influencias o conflicto de intereses ya le había quitado casi 8 puntos y la pérdida aún no se detiene.
¿Por qué digo que el pilar de la campaña de MORENA se comienza a agrietar?, bueno porque hasta el 6 de febrero caía 8 puntos en un mes, lo que para las encuestadoras que antes lo presentaban como invencible, como refractario a la crítica, ya ese día advertían que esta era ya la tercera peor caída de AMLO en lo que va de su sexenio y reitero no ha parado la caída.
La primer gran caída de LÓPEZ OBRADOR fue en noviembre del 2019 con el ‘culiacanazo’, porque a muchos mexicanos no les pareció que ordenara liberar a OVIDIO GUZMÁN. Esa vez la caída fue de 11.3% de acuerdo a México Elige.
La segunda caída fue ocasionada por el tema de la pandemia del Covid allá por febrero del 2020, cuando recomendó a todos a salir y abrazarse en plena crisis de salud y perdió 7 puntos.
Hay que decirlo que en ambas caídas anteriores, AMLO logró por lo menos levantarse, no del todo, porque nunca regresó a los niveles que los primeros meses del 2019 lo ubicaban hasta con un 80 por ciento de aprobación.
Lo de ahora es un cóctel de situaciones que se antoja imposible de remontar: las diferencias con España, con Panamá y hasta con Estados Unidos, los graves e históricos niveles de inseguridad, la pésima conducción de la pandemia que ha convertido a México en uno de los cuatro países con más mortalidad.
Pero sobre todo el último escándalo: RAMÓN LÓPEZ BELTRÁN simplemente dejó en calidad de absurda mentira el discurso presidencial de la austeridad republicana y el del combate a la corrupción.
Y es que precisamente los candidatos a gobernadores de MORENA en el país se han agarrado de las banderas de AMLO para mantenerse en la pelea electoral, lo que los ubica como víctimas directas de la caída en la popularidad del mandatario.
Todos han tratado de vender a los posibles electores que es tiempo de que la cuarta transformación aterrice en las entidades, que es la hora de que se repliquen los programas de la 4T y que trabajarán bajo las premisas del presidente de no robar, no mentir y no traicionar.
El gran tema es que el discurso presidencial se está convirtiendo poco a poco en un mal chiste, la aprobación está en franca caída y si está no se detiene en los próximos 3 meses y medio, lejos de ser un tanque de oxígeno para los candidatos, será un lastre que los hunda juntos.
Pero hay tiempo para prepararse ante una contingencia de ese tamaño AMÉRICO VILLARREAL y los suyos, como en el resto de las 6 gubernaturas en juego, tienen que buscar una estrategia propia, menos recargada en la popularidad de AMLO, porque al paso que va, no será capaz de cargar con ninguno de ellos.
POR MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA
