CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Cerca de causar una tragedia estuvo el conductor de una Escape, pues al realizar una mala maniobra fue chocado por una Ranger, que posteriormente perdió el control y arrolló a un motociclista, para después estrellarse contra un puesto de tacos al vapor.
Al filo de las 10:30 de la mañana, se recibieron varias llamadas al número de emergencias, en las que en las que informaba sobre este aparatoso percance, que se registró en la Avenida America Española y calle República de México.
Técnicos en urgencias medicas de la Cruz Roja, fueron los encargados de trasladarse hasta ese cruce, para atender a tres personas de las cuales, dos fueron canalizadas a un nosocomio.
Trascendió que las hospitalizadas son una ama de casa y su joven hija, quienes tripulaban una camioneta Ford Ranger de color negro, en la que se desplazaban de poniente a oriente, sobre el carril lateral de la citada avenida.
Mientras recibían los primeros auxilios, las féminas comentaron que justo en el cruce con la calle República de Mexico, se estrellaron contra el lado derecho de una Ford Escape de color azul.
El chofer de esta última les invadió el carril, al tratar de dar vuelta desde los carriles centrales, y es a causa de este impacto que la pick up perdió el control, y se fue contra un motociclista de la plataforma Rappi, que se encontraba haciendo alto.
Comentó el repartidor que al ver que la unidad se le venia encima, alcanzó a brincar hacia un costado para salvarse de ser aplastado.
Solo resultó con algunos golpes y un raspón que únicamente le ameritaron recibir la atención en el lugar.
Luego de pasar por encima de la moto, la Ranger trepó a la banqueta y golpeó un triciclo habilitado como puesto de tacos al vapor.
El taquero dijo que afortunadamente tuvo tiempo de hacerse a un lado, para evitar ser atropellado por el vehículo en descontrol.
Gracias a que su puesto tuvo un daño mínimo, el pudo seguir con su vendimia de tacos, mientras que a la vez observaba como iban llegando las unidades para atender a los heridos.
Por Alejandro Dávila
Expreso – La Razón




