CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La lucha por encontrar a sus desaparecidos nunca termina, y los buscadores no cesan en su empeño pese a que las esperanzas suelen ser pocas.
Y aunque a veces la muerte les gana la carrera, sus compañeros, aliados que han encontrado en el camino, garantizan que seguirán con su misión.
El lunes por la noche, se confirmó la muerte de Guillermo Gutiérrez Riestra, el líder del colectivo de Amigos y Familiares de Desaparecidos, y uno de lo símbolos fundamentales de esta causa en Tamaulipas, donde se tiene el registro formal de más de 11 mil personas desaparecidas.
La semana pasada, el 25 de febrero, también se dio a conocer el fallecimiento de Genoveva “Beba” Lucio, perteneciente al colectivo “Madres Unidas por Nuestros Hijos Desaparecidos en San Fernando”.
Guillermo murió sin encontrar a su hija Raquel, y Beba se fue sin hallar a su hijo José, ambos desaparecidos en el 2011, ella en Victoria, él en San Fernando.
La misión de Guillermo
El lunes por la noche se confirmó la muerte de Guillermo Gutiérrez Riestra, quizás el activista del estado más visible en la lucha por encontrar a los desaparecidos.
El calvario de Guillermo empezó el 1 de septiembre del 2011, cuando Raquel, su hija de 18 años, fue secuestrada.
“En esos tiempos en esos meses se la habían pasado haciendo levantamiento de jóvenes y no era un operativo para sacar dinero porque normalmente no pedían rescate, sencillamente desaparecían los jóvenes”, rememoraba.
En ese momento, conoció la impotencia al ver que las autoridades ignoraban la tragedia que vivían miles de familias.
“Las autoridades nada más levantaron un acta o sea no abrieron una investigación sino un acta, y con un acta qué es lo que haces: la archivas y la guardas”.
Ahí nació el Colectivo de Amigos y Familiares de Desaparecidos, que encabezó por mucho tiempo esa causa.
Aunque acompañó en muchas formas el reclamo de miles de familias, su visión personal fue siempre la exigencia de buscar con vida a sus desaparecidos, y presionó por mucho tiempo para que así lo hicieran las autoridades.
Recientemente, Gutiérrez Riestra encabezó una visita al Congreso del Estado para solicitar a los diputados que se modifique la Ley Estatal de Víctimas.
Ahí, explicó al presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, la necesidad de que los colectivos participen en la propuesta de la terna al Congreso, de quien encabece la Comisión Estatal de Atención a Víctimas, tal como ocurre a nivel nacional en el Senado de la República.
Luego que en Tamaulipas, es el Secretario General de Gobierno, señaló, quien propone al Ejecutivo del Estado, “queremos tener un órgano autónomo que realmente sea independiente y que pueda obligar a todas las instancias a que cumplan su función de atender a las víctimas”.
También señalaron que esta dependencia que actualmente depende de la Secretaria General de Gobierno, debería tener autonomía presupuestaria, por lo que también se requiere modificar la ley para ello.
La lucha de “Beba”
José de la Cerda Lucio, fue desaparecido el 26 de enero del 2011 en San Fernando, cuando se vivía la época más violenta del estado.
Con 1.75 más de estatura, en ese entonces tenía 28 años.
Desde entonces, su madre “Beba” comenzó su búsqueda incansable, lo que la llevó a integrar el colectivo “Madres Unidas por Nuestros Hijos Desaparecidos en San Fernando”, con el que acudió a diversos operativos en rastreo en la región y difundió la imagen de José donde le fuera permitido.
Pero la vida no le permitió dar con su paradero. La muerte de la señora Genoveva se reportó el 25 de febrero por el colectivo.
“Nuestro corazón destrozado por la pérdida de una guerrera que luchó por su hijo. No soportó su dolor y se nos adelantó nuestra hermana Genoveva Lucio de la Cerda”, publicaron en su cuenta de Facebook, que se llenó de mensajes de apoyo y reconocimiento.
Una lucha sin descanso
Ante la gravedad del problema de los desaparecidos en Tamaulipas, en los últimos años se han formado una gran cantidad de agrupaciones ciudadanas que se organizan para buscar por su cuenta a sus seres queridos.
Las buscadores y los buscadores, como Guillermo y Beba, o como Miriam la valerosa madre de San Fernando que arriesgó todo por encontrar a los asesinos de su hija, están dispuestas a dar su vida, caminando entre brechas y montes.
“Este es mi trabajo”, comenta la representante de uno de los colectivos que en Tamaulipas busca a casi 300 desaparecidos
Hace poco, EXPRESO acompañó al colectivo “De frente hasta encontrarte” a una búsqueda realizada en un paraje del centro del estado.
Una de las mujeres que encabezó el operativo relató que en 2014 su esposo fue llevado por la fuerza y meses después, pasó lo mismo con otros dos familiares.
Inició las búsquedas sola, pero en su camino encontró a más personas que al igual que ella, buscaban a un familiar desaparecido, conformando un colectivo formalmente hace tres años.
En un área de Güémez, recuerda que localizaron restos que, luego de ser procesados, se logró ubicar a una persona, que fue reclamada por su familiar, tiempo después, quien pudo darle el último adiós con cristiana sepultura.
Se trata de un trabajo de tiempo completo, “yo trabajo en esto”, comenta Leticia (nombre ficticio), “lo veo como un trabajo, mi hijo se fue a Estados Unidos a trabajar y me ayuda”, explica sobre el compromiso que adquirió hace algunos años con la búsqueda de personas.
¿Qué hace falta? “concientización, muchos creen que no les puede pasar, quiero ir a las escuelas, para hablar con los jóvenes, porque esto le puede pasar a cualquiera”, refiere.
También sigue pidiendo a quienes tienen algún familiar desaparecido, que acuda a proporcionar su ADN en alguna prueba con las autoridades, porque es vital para identificar los restos que siguen encontrando en cada operativo que llevan a cabo.
Por Staff
Expreso-La Razón




